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Análisis de Tetris Effect – Connected

Tetris es una de esas fórmulas que nunca muere. Han pasado décadas y sigue consiguiendo que gente juegue a todos los niveles, desde el más alto competitivo hasta en casa tranquilo una tarde. Además, su relación con Nintendo desde GameBoy siempre ha ido muy bien, así que cuando Tetris Effect Connected perdió su exclusidad temporal, sabíamos que era cuestión de meses que lo viéramos en Nintendo Switch… Y ya ha llegado el día.

El mundo y tú en Tetris Effect Connected

Antes de nada hay que dar dos avisos muy importantes. El primero de ellos es que se utiliza un juego de colores y luces muy alto, por lo que si tienes problemas de visión u otros que se vean afectados por ese tipo de estímulos, evita este juego. El segundo, para aprovecharlo realmente es casi necesario jugar con cascos si estamos en modo portátil, o bien con el volumen alto en el televisor, porque la música es una parte imprescindible de la experiencia.

Cuando nos ponemos a jugar a este título, tenemos muchas opciones para ajustar, pero una de ellas conviene señalarse, y es que podemos jugar con los colores clásicos de los tetriminos (si estamos muy acostumbrados a asociar el color a cada ficha) o bien utilizar colores y formas propias de cada escenario, algo más complejo pero quizás más inmersivo.

En cuanto a jugabilidad, estamos ante el Tetris de toda la vida, en el que van cayendo piezas, sabemos qué pieza es la siguiente que va a venir y podemos dejar una “guardada” en la recámara y cambiarla por la que tenemos activa en cualquier momento. El objetivo es encajar las piezas en la pantalla de manera que completemos una fila, de manera que así esta desaparezca y se “limpie” la pantalla. Si empezamos a acumular fallos (o problemas) y no hay hueco para que las piezas nuevas caigan, perdemos.

Cuando algo funciona, no lo cambies

¿Cuál es el giro que Tetris Effect Connected le da a una fórmula tan asentada para sentirse único? En primer lugar añade una mecánica que nos permite cargar energía si hacemos filas y, si la liberamos, tenemos un momento en el que podemos acumular filas sin que desaparezcan con un descenso más lento de las figuras, algo que hace más fácil jugar durante unos instantes y que además nos permite hacer un combo de más de cuatro filas completas a la vez (en otra circunstancia, el máximo es cuatro, lo que se llama Tetris).

En segundo lugar están los modos. Contamos con un modo viaje que nos propone hacer varios niveles, compuestos a su vez por tres, cuatro o cinco fases, en el que tenemos que hacer un número concreto de líneas para cambiar entre fases (manteniendo la pantalla), y en cada una de ellas tenemos una ambientación y música diferente.

Pero además de este, tenemos un modo Effect en el que podemos completar desafíos (si jugamos en sábado el desafío es mundial y se consiguen puntos colaborativamente) en el que puede que cada cierto número de turnos nos pongan una traba como girar la pantalla o que una bomba explote ciertas zonas de piezas ya colocadas. Es un modo muy interesante, porque además va cambiando y tiene su propio sistema de puntuación para competir contra nosotros mismos u otra gente.

El ojo y el oído, claves

Además tampoco se olvida de modos multijugador, permitiendo un cooperativo local u online (con juego cruzado entre plataformas) contra la CPU con una fusión de pantallas muy interesante, y modos competitivos por rango o entre amigos. El cuidado de la experiencia es brutal, y tenemos decenas (o centenas) de horas por delante, especialmente si nos ponemos a subir de nivel y coleccionar los avatares que hay disponibles. Además, para los más nostálgicos, hay una versión que emula Tetris en GameBoy, y otro que hace lo propio con la versión de NES, manteniendo hasta los 50Hz.

Y no se puede acabar el análisis sin hablar de la música. Con ella no solo se busca acompañar a lo que vemos creando un compás audiovisual muy interesante, sino que nos sumerge de lleno en el viaje (el nombre del modo historia no es en vano) en el que los sentimientos viajan por nuestro cuerpo, y seguramente nos deje una sensación de paz y tranquilidad enorme. Enhorabuena a Mizuguchi y a la Tetris Company por darnos un juego que puede que no lo supiéramos, pero que necesitábamos (si nos va el género, claro).

Resumen
El Tetris de toda la vida, pero con muchas luces, colores y una música bastante buena. Es una experiencia en la que merece sumergirse. Si tienes este juego y Tetris 99, en tu vida vas a encontrar mejor combinación en una sola consola si eres fan de los tetriminos.
9.5
Genial
Escrito por
Pikmin de nacimiento y strawhard de corazón, colecciono monedas DK por diversión.

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