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Análisis de Terracotta

El equipo español de Appnormals (creadores del peculiar STAY) nos sorprenden ahora con Terracotta, una aventura de acción defensiva con puzles que pretende tenernos atrapados durante al menos 15 horas (aunque según nuestra pericia y ritmo esta cantidad puede varias algunas horas). Ahora toca analizar este viaje por el Yin y el Yang y ver si consigue ser especial o no.

Terracotta pacífica

El ejército de emperador de la dinastía Qin está maldito y no puede morir libremente, pero un guerrero puede salvar al resto y ese somos nosotros. Así pues, nuestra misión es ir avanzando por un mundo en el que recorreremos escenarios basados en los 8 elementos para obtener así sus poderes mientras alternamos entre las realidades Yin y Yan (mundo terrenal y mundo espiritual), para hacer que nuestros compañeros puedan liberarse de su amargo destino.

La primera particularidad de este título es que en una de las realidades nuestros compañeros son hostiles y nos atacan, mientras que en la otra son figuras de terracota. Además, en cada una de las realidades tenemos acceso a variaciones en el mundo (entre ellas, la velocidad a la que nos movemos en cada una) que nos permiten resolver los puzles alternando entre ellas. Estos puzles pueden ir desde abrir una puerta hasta una lucha con un jefe final, por lo que aunque no lo parezca en primera instancia, el desarrollo sabe ser relativamente variado (aunque su naturaleza invita a que lo juguemos poco a poco para no saturarnos de puzles).

La segunda particularidad es que estamos ante un juego de acción en el que no se combate como tal, pues no tenemos habilidades ofensivas como tal. Eso quiere decir que tenemos que resolver puzles y vencer a los enemigos (hacer que desaparezcan unos segundos) a base de cambiar entre realidades, movimientos defensivos o de usar artefactos del escenario. También vamos a tener que huir mucho y usar habilidades especiales que vamos aprendiendo durante el transcurso de la aventura.

La defensa es el mejor ataque

Nuestro protagonista tiene acceso a una especie de aura con la que puede pintar en una de las realidades en el suelo paredes que pueden actuar de escudo en la otra realidad, pero también va aprendiendo otras habilidades como almacenar el disparo de un enemigo o mejorar nuestra capacidad de movimiento. El uso estas de habilidades es limitado, por lo que pensar con calma y usarlas en su justa medida es importante, de manera que al final estamos ante una progresión de escenarios que realmente son puzles grandes con una dificultad ajustada a la que hay que hacerse.

Es importante que la paciencia y la planificación sean aspectos que nos gusten de un juego, pues de no ser así puede que nos frustremos y muramos en varias ocasiones y nos toque repetir toda la última zona una y otra vez (quizás un modo fácil habría convencido a más gente). Eso sí, con todas las habilidades que vamos aprendiendo a lo largo de la aventura poco a poco avanzamos de una resolución de puzles en la que solo hay una o dos posibilidades a ser capaces de aprovechar bien todo el escenario y nuestro saber hacer para tener más alternativas creativas, aunque siempre sea necesario hacer uso de algo en particular (algo que también a veces afecta a que el usuario no tenga claro qué hacer).

El apartado gráfico y sonoro funcionan bastante bien y encajan con la temática del título, pues hasta las voces son en chino (sí hay subtítulos en castellano). Tenemos un estilo pixelart en vista casi cenital en el que sobre todo destaca la atención a los detalles en los escenarios y en el que cada enemigo es único (aunque comparten muchos elementos) para así reflejar que era un guerrero concreto. Lo más importante de todo es el uso del color, pues gracias a él podemos tener claro en todo momento qué es cada elemento que se ve en pantalla (pues a veces la vista lejana no nos permite apreciar con detalle algunos elementos. No podemos olvidar la banda sonora, con instrumentación clásica oriental que sabe crear atmósfera en nuestro viaje, aunque a veces quede en un segundo plano.

Terracotta es uno de esos juegos que puede pasar desapercibido para muchos, y que hay que jugarlo para terminar de entenderlo. Algunas de sus ideas no son nuevas, pero la mezcla de todas ellas crean una experiencia más especial e interesante. Eso sí, a pesar de parecer de acción, es un título más estratégico con la defensa y la planificación en el foco central, por lo que los que busquen algo de ritmo rápido no lo van a encontrar aquí.

Versión del juego analizada: 1.2.9

Resumen
Un título con puzles bien ejecutados gracias a su cambio entre realidades. El inicio puede ser algo confuso para hacerse a las mecánicas y a la idea de "luchar" sin atacar, por lo que quizás no es un juego adecuado para los más ansiosos e impacientes. Para los demás, el desarrollo engancha, sabe ser variado y en general la experiencia es bastante especial.
8
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