Llega a nuestras Nintendo Switch un juego que cautivará a los amantes de la naturaleza. Si este verano te has quedado sin vacaciones no tienes que deprimirte porque Tchia nos invita a viajar al pacífico y explorar la isla de Nueva Caledonia. Conoce sus hermosos paisajes, conoce su cultura, su música y su folklore. Pero, sobre todo, disfruta de un viaje relajante y conmovedor.
Hasta la patata
Tchia es una niña normal y corriente, pero a la vez muy especial, que se pasa el día jugando en las tierras de Nueva Caledonia. Todo se tuerce cuando un día cualquiera su padre es raptado por un misterioso personaje. Es aquí cuando Tchia emprende su viaje para recuperar a sus seres queridos y detener al malhechor, en una aventura que nos enseña la importancia de la familia, de cuidar el medio ambiente y las personas que nos rodean.
Tchia nos invita a explorar un mundo vistoso y colorido en donde podremos correr, saltar, escalar, bucear, lanzar proyectiles con un tirachinas e incluso planear con un parapente. Sin duda, se trata de un despliegue de habilidades que nos permiten explorar su mundo con total libertad y a nuestra manera. Una de las cualidades más interesantes de Tchia es su capacidad de comunicarse con los animales y de transformarse en uno de ellos para adquirir alguna de sus características.
Sus influencias de la saga The Legend of Zelda son claras, pues tanto sus movimientos como las mecánicas recuerdan a varios de los juegos de esta saga. Pero lejos de ser un mero calco, sabe plasmar su propia personalidad y demostrar respeto por su inspiración.
Lejos de ser un mundo abierto, lo que nos espera en Tchia es un juego bastante lineal. Lo cual choca un poco con la propuesta, en donde lejos de darnos libertad para explorar se encorseta en una historia repleta de cinemáticas. Esto consigue que el ritmo de la aventura sea entrecortado y pueda parecer que avanza más lento de lo esperado, pero al mismo tiempo recompensado con esa sensación de gratificación que da el explorar y descubrir.
A todo color
En cuanto al apartado gráfico, Tchia nos ofrece un mundo vivo y lleno de color en en donde exploraremos escenarios de lo más variado, dando un conjunto muy vistoso. En el otro lado de la balanza, nos encontramos ante diseños simples que no se paran en detalles. El rendimiento de la aventura en Switch es bueno con un rendimiento más que aceptable.
En cuanto al apartado sonoro, Tchia nos regala melodías relajantes y de gran calidad para que disfrutemos de la aventura sin prisas pero sin pausas, haciendo del viaje más placentero. La historia nos puede durar algo más de 7 horas, pero se puede alargar unas horas más si queremos seguir explorando para encontrar todos los coleccionables.
Tchia nos invita a explorar y descubrir un mundo encantador y lleno de color en una aventura relajante y satisfactoria al mismo tiempo que nos cuenta una historia conmovedora en un tema muy poco tratado en el medio. Un juego encantador, sin pretensiones que vayan más allá del mero hecho de entretener.
Versión del juego analizada: 1.0.0.