¿Imaginas que el legendario Tetris se fusiona con World of Goo? Algo así es lo que proponen desde Neutron Star Studio con Soul Link. Un extraño cóctel de precisión donde las físicas importan para completar cada misión.
Cuidado con ese puente
Con un diseño de tetriminós que parte del juego de Pajitnov, además de otros nuevos para la ocasión, debemos crear una estructura que conecte los extremos del escenario sin que esta se desmorone. En el momento en que todas las piezas estén en contacto se completa el nivel. Porque Soul Link propone unos niveles prediseñados donde agudizar nuestro ingenio para crear las estructuras adecuadas en cada situación, con sus diferentes alturas y varios puntos a conectar.
Para que nos entendamos no siempre es un puente como tal, pero sirve como ejemplo práctico de la finalidad del juego. A partir de aquí encontraremos puzles más o menos complejos donde es importante colocar las piezas del modo que soporten el peso de la parte más débil y evitar que caigan, bien al vacío o que se amontonen de forma incontrolable. Para conseguir la mayor puntuación además de la velocidad y piezas empleadas hay pequeñas partículas de luz que otorgan puntos extra si los bloques entran en contacto con ellas al finalizar el nivel.
Debemos crear una estructura que conecte los extremos del escenario sin que esta se desmorone con la ayuda de Power Ups
Precisamente las piezas diseñadas para la ocasión sirven, principalmente, para asegurar nuestra construcción si las encajamos en ciertas partes del escenario. Esto se consigue con una suerte de barrido lateral que podemos utilizar en cualquier momento para desplazar las piezas a mayor velocidad horizontalmente, ideal para apuntalar estructuras y asegurar su estabilidad. Además, si todo esto lo hacemos bien recibimos estrellas, hasta tres por nivel, para conseguir mejoras.
Hay que plantear bien cada movimiento, no es tan sencillo como parece.
Los Power ups, de uso limitado por nivel, nos ayudan a salir de situaciones complicadas, o simplemente facilitarnos la vida. Aumentar el tamaño de los tetriminós para abarcar más espacio con ellos o ralentizar el tiempo son algunos de los que podemos comprar y equiparnos, hasta dos al mismo tiempo, haciendo más ameno el progreso por los tres mundos que componen Soul Link. Un viaje que por otro lado completamos en poco más de una hora aunque si vamos en busca de todas las estrellas el reto aumenta considerablemente.
Hay un modo desafío por desbloquear y también la inevitable modalidad infinita donde nos enfrentamos a nuestra propia habilidad a los mandos. Pero sí es cierto que al final Soul Link se siente más una curiosidad que no termina de enganchar ni funcionar de forma tan precisa como nos gustaría. Ver desmoronarse todo en ocasiones exige reconstruir demasiado camino con una jugabilidad no especialmente ágil (no tanto como un Tetris) como para motivarnos a intentarlo de nuevo. Eso sí, la mística música que nos acompaña bien merece darle una oportunidad.
Las físicas hacen que los tetriminós se inclinen y adopten posiciones complicadas.
Versión del juego analizada: 1.0.0