Tras sorprendernos con My Friend Pedro, su creador vuelve con Shotgun Cop Man, una aventura de nuevo con toques muy arcade y basada en moverse mientras disparamos. Eso sí, todo con un enfoque muy diferente pero un ritmo muy bueno con el que las más de 6 horas que dura se nos pueden pasar volando.
Shotgun Cop Man va a por el diablo
Shotgun Cop Man es un policía de la división de escopetas al que le han mandado una misión: bajar al infierno y detener a Satanás. Obviamente al diablo no le hace gracia, le dice que se la chupe y se va por patas. Pero eso no quita que el bueno de nuestro héroe le haga caso nulo y vaya tras él.
Todo el juego se estructura por niveles de corta duración que son bastante rejugables, sobre todo para los amantes del 100%, pues hay medallas por completarlos sin morir, bajo un tiempo mínimo y por matar a todos los enemigos (incluso una extra por hacerlo todo en el mismo recorrido).
Nuestro protagonista solo sabe disparar y moverse, pero le da igual la física y todo, y usa uno de los principios más chorras de los videojuegos, el de impulsarse a base de disparar. Así que, nuestro disparo es nuestro ataque y nuestra manera de abrir caminos pero también la forma de saltar y movernos por el aire.
Disparos y locura, sin más
De inicio contamos con dos armas que tienen distinto comportamiento, pero en ocasiones encontramos otras (que las mantenemos solo hasta que nos hagan daño) que nos permiten tener distinta fuerza, cadencia y todas esas cosas, que aquí importan también para movernos a propulsión. Es simple, es directo, pero engancha de lo lindo. Quizás algo sencillo y repetitivo a la larga para algunos, pero el juego se esfuerza por ofrecer variedad de trampas y lugares por los que moverse conforme vamos avanzando en los diferentes mundos compuestos por los niveles.
Puede que en los primeros niveles haya que hacerse al control, pero luego resulta muy sencillo de ejecutar. Y si por lo que sea nos sigue costando, hay varias opciones de accesibilidad que se agradecen mucho y que hacen más cómodo todo para más jugadores. No hay sistema de puntuaciones más allá de los objetivos de reto (que no son obligatorios), por lo que al final la propuesta consigue satisfacer a mucha gente, y además lo hace con maestría.
Quizás en el apartado gráfico y sonoro es donde no llega al nivel que podríamos esperar, sobre todo si lo comparamos con la anterior obra de DeadToast. Los diseños extraños tienen su gracia, los sonidos al estilo MSX o similar también, pero la música y los escenarios no brillan. No quiere decir que sea malo, puesto que la sencillez es una marca del juego y al final la acción nos abstrae y nos hace olvidarnos de esos detalles, pero más de un jugador puede pedir más.
Shotgun Cop Man es el ejemplo de lo que esperas, sin sorpresas, de un juego indie de este tipo. Acción directa, diversión pura, todo rápido y que resulta gratificante de completar. Una capa de pintura y mayor variedad de diseños de enemigos le habrían dado otra sensación para un público más amplío, aunque a nivel jugable si se adapta al gusto de muchos.
Versión del juego analizada: Nintendo Switch (1.0.1)