A pesar de que el mutijugador online es la tendencia, de vez en cuando vemos propuestas que tienen su foco principal en el juego local. Dunk Dunk es una de ellas, y busca ofrecer diversión competitiva y cooperativa con un baloncesto loco en el que las plataformas importan.
Dunk Dunk es baloncesto loco para jugar en compañía
Dunk Dunk es un juego de baloncesto, pero sin sus reglas (el equivalente a Mario Strikers en el fútbol). Es decir, sí hay que encestar con una pelota y evitar que otros hagan lo propio en nuestra zona, pero ya. El movimiento de los personajes es bastante loco, pueden estirarse para moverse en muchas direcciones y los escenarios no son para nada un estadio, sino escenarios de plataformas raro.
El formato de las partidas es de 2 contra 2 en un escenario 2D de desplazamiento lateral y, como no puede ser de otra manera, la diversión es mucho mayor si los cuatro son humanos. Eso sí, un par de personas pueden jugar en cooperativo contra la máquina y hay incluso una opción de 1 vs 1. La IA funciona bastante bien y cumple su función como competidor, pero ver las repeticiones de sus tantos y que nos quite un balón no tiene el mismo impacto que si lo hace el que tienes al lado (al que podrías pegarle un codazo incluso).
El control no es demasiado complejo, pero hace uso de varios botones: para saltar, bloquear y un botón para tirar en la dirección que estemos marcando. Pero además de nuestro movimiento, hay que tener en cuenta los factores externos, como lo que hagan nuestros adversarios, los diseños propios de cada escenario y las modificaciones que ocurren en mitad de la partida, como cambios en el tamaño de las “canastas” y varios power-ups que alteran parámetros de la partida. Estos elementos son son los que hacen la experiencia más caótica y, por tanto, más divertida.
Cameos sin rabiar
Dunk Dunk ofrece un modo estilo arcade cuya dificultad viene marcada por el número de fans que decidamos tener, puesto que estos aumentan y disminuyen con cada victoria o derrota. Y como si de Street Fighter II se tratase, en mitad del trayecto, aparecen minijuegos que nos proponen superar retos en condiciones específicas. Estos desafíos también pueden jugarse en un modo por separado. La oferta de modos la completan la vertiente torneo y versus, pudiendo hacer multitud de ajustes de partida en este último.
A nivel gráfico, estamos ante una propuesta de color que nos recuerda a Runbow pero con otro enfoque más de dibujos animados con estiramientos corporales muy llamativos. Los diseños de los personajes funcionan pero son muy extraños, y eso se nota especialmente si escogemos a alguno de los personajes invitados que hay disponibles para escoger. Por su parte lo sonoro acompaña bien para tenerlo de fondo, aunque no brilla tanto como nos gustaría.
Podemos sin dudas decir que Dunk Dunk es un juego de fiesta que llega a un precio muy atractivo para jugar con gente, y que sabe ofrecer diversión variada. Eso sí, al igual que ocurría con Towerfall y otros similares dentro de las joyas indie, jugar solo es posible pero deja lejos el verdadero potencial de la propuesta, y hace que la experiencia sea más monótona una vez superada la “campaña”, puesto que los momentos más divertidos son aquellos derivados de los piques y las situaciones caóticas en compañía.
Versión del juego analizada: Nintendo Switch (1.1)