Atlus nos trae la remasterización del clásico Shin Megami Tensei III, lanzado originalmente para PS2, cuyo lanzamiento en Europa transcurrió en el año 2004. Esta entrega es importante por dos razones: fue la primera entrega de la saga en desembarcar en Europa y la primera entrega de la saga en ofrecer una perspectiva en tercera persona.
El demonio interno de Megami Tensei
La historia de esta entrega nos traslada a Tokyo donde tiene lugar el fenómeno de la Concepción, un apocalipsis donde se produce la destrucción del mundo y la invasión de éste por terribles demonios con la intención de crear un nuevo mundo rediseñado desde cero. Nuestro personaje, un estudiante normal y corriente, se ve sumido en toda esta vorágine cuando intentaba encontrarse con su profesora y otros dos compañeros estudiantes. Nuestra misión será investigar qué es lo que ha ocurrido mientras salvamos al planeta de este etéreo caos. Para poder sobrevivir, nuestro personaje será convertido en ¡un semidemonio! cambiando su aspecto humano con el que adquiere cuernos y numerosos tatuajes por el cuerpo.
Nos encontramos ante un JRPG en tercera persona basado en combates por turnos y secciones divididas en diferentes mazmorras en las que deberemos reclutar a diferentes demonios que nos encontremos para que formen parte de nuestro equipo. A diferencia de otros juegos de rol, desde los primeros compases percibimos un tono más oscuro tanto en el lenguaje empleado y las conversaciones como en la propia historia. Sin querer desvelar mucho acerca de la historia, a medida que avancemos se irá tornando más interesante e iremos descubriendo más acerca de los otros personajes principales ofreciéndonos importantes revelaciones. La aventura dura una media de 40-50 horas si nos ceñimos a la historia principal que pueden aumentar considerablemente si queremos obtener todos los megatama, demonios y descubrir todos los secretos que aguarda.
Monstruos y mazmorras
El eje principal de Shin Megami Tensei III son los combates por turnos mientras entrenamos, subimos de nivel, reclutamos y fusionamos los monstruos que logremos añadir en nuestro equipo para obtener especies más potentes. Todo esto mientras recorremos el mapeado y visitamos multitud de escenarios (ciudades, un hospital, un parque, centros comerciales, algunos templos, una prisión o la intrincada red de Amala).
Los combates contra estos demonios serán aleatorios tanto en los diversos escenarios del juego como en el mapamundi. Para movernos por el mapamundi controlaremos a nuestro personaje por el escenario como si de un cursor de ordenador se tratase con una vista aérea cenital mientras que en las diferentes mazmorras y escenarios aparecerá el diseño del personaje protagonista de una forma más cercana en tercera persona. La cámara en estos casos la podremos ajustar, algo que será útil para explorar las diferentes habitaciones o mazmorras a las que accedamos y no dejarnos ningún objeto sin encontrar. El control del personaje y la cámara es algo tosco pero sin llegar a mermar demasiado la aventura. Podemos regular la cámara y dejarla de manera estática para que no entorpezca mucho durante nuestro avance.
Por lo general, los escenarios son laberintos que cuentan con un eje principal y diversas habitaciones o cámaras donde podremos acceder a través de puertas para hablar con otros monstruos, encontrar objetos, curar a nuestro equipo, comprar o vender diversos objetos , visitar a un demonio que nos permita fusionar a nuestros monstruos o encontrar los tan ansiados tambores, donde podremos guardar la partida. Aunque en esta nueva versión hay opción de guardado rápido, en la versión utilizada para este análisis no disponíamos de ella, con lo cual se vuelve crucial encontrar uno de estos tambores para salvar nuestro avance dado que en ocasiones la apabullante cantidad de combates aleatorios acababa con nuestro equipo obligándonos a restablecer la aventura desde el último punto de guardado. Hay que tener en cuenta que nos pasaremos gran parte de la aventura combatiendo, y subiendo de nivel a nuestros integrantes de equipo para poder derrotar a los monstruos más temibles, y que esto puede mermar en el avance de la historia.
Entrena a tus demonios
El sistema de combates de Shin Megami Tensei III es algo confuso al inicio, dado que no es tan intuitivo como en otros juegos de rol a la hora de determinar las debilidades o resistencias de los enemigos. Si bien su mecánica engancha, dado que a medida que vamos combatiendo y subiendo de nivel, ganamos nuevas habilidades que harán más fuertes a nuestros demonios y también nos otorgarán nuevas fusiones disponibles para conseguir demonios más fuertes.
Algo que destaca es la posibilidad de reclutar demonios para que se unan a nuestro equipo durante los combates. En algunos casos tendremos que darles maccas (la moneda oficial del juego) o diferentes objetos que nos pidan para convencerles que se unan a nuestro equipo y hasta responder a las preguntas más absurdas que nos hagan con reacciones muy variopintas.
Cuando somos convertidos en semidemonio, obtenemos un Megatami (o megatama) que nos otorgará diferentes poderes según el que tengamos equipado. Hay hasta 24 disponibles, y se podrán conseguir de diferentes maneras: durante los combates, comprándolos en las tiendas a cambio de maccas… Cada megatama que tengamos equipado nos ofrecerá nuevas habilidades, resistencias y debilidades, algo muy importante a tener en cuenta cuando nos enfrentemos a los jefes finales.
La exploración es bastante básica, recorremos escenarios mientras combatimos y accedemos a nuevas áreas a la par que se desarrolla la historia. No hay puzles enrevesados más allá de encontrar un determinado objeto, conseguir dinero, buscar a determinado personaje…
Nostalgia de Shin Megami Tensei
Técnicamente, estamos hablando de una remasterización del juego lanzado en PS2, cuya principal novedad son los modelados y fondos remasterizados en 3D que se han añadido para esta nueva versión. No obstante, el juego adolece el paso del tiempo mostrando escenarios vacíos y poco detallados. En las secuencias de vídeo los personajes principales no tienen expresiones faciales que puedan enfatizar la historia que cuentan, y las texturas no dejan de ser bastante pobres. Las animaciones son bastante robóticas y estáticas. El estilo artístico bebe del uso de la técnica cel shading mostrando una paleta de colores de tonos más oscuros en consonancia con el tinte lúgrebe de la historia. Los efectos gráficos durante los combates y las animaciones son bastante simples. Las escenas cinemáticas, más definidas en esta nueva versión, son prácticamente similares a las de la versión original. En cuanto a los menús tampoco se han actualizado para esta versión y se sienten bastante desfasados. No hubiera estado mal una optimización en este sentido.
En cuanto al aspecto sonoro, esta nueva versión nos da la posibilidad de elegir entre doblaje japonés o en inglés, que podemos cambiar en cualquier momento y de forma sencilla, que cumple con su función de manera bastante correcta. La mayoría de las conversaciones principales en las secuencias de historia están dobladas. Además, podremos escuchar a diferentes demonios exclamar cuando hablemos con ellos por los escenarios o les pidamos que se unan a nuestro equipo. En cuanto a las melodías y los efectos de sonido no destacan por lo general. Nos encontramos ante melodías simples y poco variadas, que olvidaremos con facilidad, llegando a hacerse molestas sobre todo cuando mantenemos largas horas combatiendo por los escenarios.
Novedad en Nocturne
Como ya hemos ido mencionando durante el análisis, esta nueva remasterización incluye diversas mejoras con respecto a la versión original. Aparte de los fondos remasterizados en 3D y la inclusión de doblaje con la posibilidad de elegir voces en inglés o japonés, algo que agradecerán mucho los fans de los juegos de rol es la adición de textos traducidos al español, no existentes en la versión original. También se han añadido diversos ajustes en la dificultad como un nuevo modo de dificultad más sencillo, Merciful mode, que se puede obtener mediante un DLC descargable gratuito, y la opción de guardado rápido en cualquier momento, algo que sin duda será de gran utilidad y permitirá disfrutar de esta travesía a los jugadores menos experimentados. Otra de las novedades es la inclusión de Raidou Kuzunoha (de la serie Devil Summoner) que sustituye a Dante (de la saga Devil May Cry) que aparecía en el juego original, si bien es cierto que también podremos jugar con Dante pero por medio del DLC que se vende por separado, el Maniax Pack. Además, gracias a la portabilidad de Switch, podremos jugar en cualquier lugar y en cualquier momento con esta versión.
Ante todo, estamos ante un juego bastante entretenido con un sistema de combate sólido y adictivo y una historia más oscura de lo que nos tienen acostumbrados los juegos de rol habitualmente, basada en el misticismo y el ocultismo con claras referencias a la cultura japonesa y la mitología. La exploración de las mazmorras puede llegar a hacerse bastante pesada y repetitiva, sobre todo en algunos escenarios laberínticos, y los picos de dificultad que nos encontramos durante el juego nos obligan a entrenar a nuestros demonios de manera importante para poder avanzar en la historia.
Como remasterización, esperábamos más de Shin Megami Tensei III HD Remaster. Se nota que estamos ante un juego de más de quince años, que no ha envejecido del todo bien a pesar de que su estilo artístico en cel shading tampoco lo hace desentonar de forma drástica pero en líneas generales se ve muy pobre a nivel técnico. Tampoco se han renovado los menús del juego o el manejo del personaje en el escenario que se percibe poco fluido en ocasiones. Se agradece, y mucho, la posibilidad de contar con traducción de los textos al español, posiblemente la mayor virtud de esta remasterización. El nuevo modo Merciful es un buen añadido para quienes quieran disfrutar de la historia de un modo más sencillo o para los nuevos jugadores que quieran adentrarse en la saga sin mayor dificultad.
