Vivimos en la era de los remasters, pero en ocasiones se trata de juegos que los usuarios de cierta compañía de consolas no recibieron. Ese es el caso de Shadows of the Damned Hella Remastered, que no llegó ni a Wii ni a Wii U y que ahora se estrena en Switch con un remaster que añade detalles (como el apuntado por giroscopio opcional) y algunas mejoras para ser la experienca casi definitiva de esta obra de humor surrealista de Suda 51 que cuenta también con Akira Yamaoka, Shinji Mikami y Massimo Guarini en su staff.
Uno de los pendientes de Suda 51 en Nintendo
Garcia es un cazador de demonios que vive luchando contra el inframundo, pero un día el señor de esa tierra, Fleming, secuestra a la novia del protagonista de nombre Laura. Así que, acompañado por el espíritu que vive en su pistola (y en más lugares), Johnson, Garcia decide partir para patearle el trasero a Fleming y recuperar a Laura.
El viaje de Garcia le llevará a conocer todo tipo de demonios y criaturas oscuras. Si bien la mayoría son enemigos, algunos nos serán de ayuda en la aventura.Esta travesía se realiza en segunda persona, con la posibilidad de correr, utilizar una antorcha para iluminar y golpear, y disparar por el camino. Todo funciona correcto, pero es cierto que el apuntado no suele ir al lugar de la pantalla convencional en otros juegos, por lo que hay que hacerse al mismo.
Todo esto se traduce en algo de exploración, algún minijuego, puzle o incluso fases de naves, usar la tienda para conseguir “nuevas” armas, pero sobre todo en secciones de avanzar y disparar a los enemigos. El equilibrio es decente, pero hay unas secciones de oscuridad presentes, sobre todo en el inicio, en las que hay que repetir un mismo patrón para salir de ellas antes de que nos muramos buscando los ciervos de luz, y por ello estas secciones se acaban convirtiendo en algo que se hace pesado.
Al infierno con Shadows of the Damned
Cada zona del inframundo por la que nos movemos tiene su estética singular, y sus jefes son una maravilla que se van introduciendo en el desarrollo poco a poco, y que además ofrecer diferentes ángulos para el combate. Es cierto que ni la cámara ni el control son de los más pulidos que se han visto, pero cumplen y, una vez los entendemos, funciona todo bastante bien.
El juego a nivel gráfico no ofrece un gran salto respecto al original, pero sí que hay algunos ajustes adicionales para configurar la experiencia y skins exclusivas. Al margen de algunos detalles “desfasados” por la época en lo que a bordes y sombras se refiere, en general el juego cumple a día de hoy. Si hay alguna pega actual, está en las bajadas de frames puntuales que aparecen en algunos momentos, aunque por fortuna no llegan a ser molestas.
La música de este juego es una maravilla. Coge todo lo bueno de SIlent Hill Homecoming, y le añade otros tonos, como la guitarra española, para ofrecer una mezcla interesante que nos tenga en vilo, y que llena los momentos en los que hay cambios drásticos o una ambientación diferente con un buen fondo. Los textos llegan en español, y las voces en inglés y japonés. Por si tenéis dudas, el doblaje original es el primero, y se nota bastante que lo es, y cuenta con una calidad sobresaliente que le da muchísimo carisma a los dos protagonistas.
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Shadows of the Damned Hella Remastered es de esas remasterizaciones que cumple con lo mínimo que se espera de ellas sin más (y por ello el juego luce casi igual), pero es un juego especial que sigue siéndolo después de más de 10 años. Su base no es la más sólida de todas por algunos esquemas mejorables o repetitivos, pero tiene un conjunto global bastante especial que sabe ofrecernos humor, personajes interesantes y situaciones bizarras por igual a lo largo de sus 10 horas de duración.
Versión del juego analizada: 1.0.1
