Solluco (creador de Sokofrog) y eastasiasoft nos traen a Nintendo Switch una aventura de plataformas en dos colores: Ratyrinth. Los elementos de escenario, enemigos y nuestro personaje se ven en blanco, y el fondo podemos elegir entre negro y una especie de marrón rojizo por si queremos un contraste más suave.
El camino de vuelta con nuestra madre
Estamos ante un juego en el que las palabras quedan relegadas al menú, siendo todo jugabilidad directa en la que nuestro único HUD es el número de nivel en el que estamos, marcado arriba a la izquierda. Eso sí, tiene una pequeña historia que contar, pues dos ratitas iban caminando juntas, y un ser malvado se ha llevado a la mayor, así que toca recorrer todo lo que venga por delante para que la pequeña la rescate.
A nivel jugable, contamos con la habilidad por antonomasia de los plataformas: el salto. Puede usarse a diferentes intensidades y para rebotar entre paredes, pero es un salto débil que no derrota enemigos (sí que nos deja subirnos encima de algunos), por lo que nuestra protagonista debe esquivar todos los peligros que haya para llegar a la puerta que nos espera al final de cada nivel. A pesar de ser una base nada compleja, progresivamente se van introduciendo dinámicas, enemigos y desafíos para que así haya una sensación de progreso, aunque hay varios que si se sienten similares entre sí.
Saltar, rebotar y esquivar en Ratyrinth
El número de peligros es bastante alto, ya sea por pinchos en el escenario como por enemigos que se mueven por la pantalla, nos lanzan proyectiles o nos persiguen. Si cualquiera de estos elementos se choca con nosotros, toca repetir el nivel entero. Son relativamente cortos (que pueden completarse en menos de un minuto la mayoría), pero requiere en ocasiones un aprendizaje a base de ensayo y error hasta que pueda ser completado correctamente.
La música encaja con la estética (y el momento de los videojuegos que representa) del juego, por lo que esperamos melodías sencillas que nos retraigan al mismo pasado que este tipo de píxel quiere llevarnos. Es, por tanto, una oda al pasado de la industria en lo técnico, lo visual, lo sonoro y lo jugable que sabe de sobra atrapar al que sabe a lo que viene a lo largo de sus ochenta niveles.
Ratyrinth es un juego sencillo de ejecutar pero complicado de completar. Es un reto amplío y que sabe satisfacer a los amantes de las plataformas 2D, con una cantidad decente de niveles y que cumple para la representación que tiene. A pesar de ello, podría haber arriesgado con alguna acción extra, algo más de variedad o bien hacerse más accesible con puntos de control u otros aspectos.
Versión del juego analizada: 1.0
