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Análisis de Team Sonic Racing

Tras sus dos notables All-Stars Racing, Sonic vuelve a subirse a un kart aunque cambiando considerablemente su forma de entender las carreras, para bien y para mal. Si antes lo importante era ganar y usar el derrape con tino, en Team Sonic Racing lo fundamental será trabajar en equipo y saber cuándo usar sus turbos, algo que, evidentemente, se disfruta más en compañía que solos.

Sonic y nadie más

Al contrario que en los anteriores juegos de carreras del erizo, aquí solo contaremos con personajes del universo Sonic, como Tails, Amy Rose, Chao, Silver, Shadow e incluso Zavok, de Sonic Lost World, entre varios otros. En total 15 corredores repartidos en equipos de 3. Como número, no está mal, pero, al limitarse tanto a una sola saga, la criba ha sido poca y el carisma de varios de los corredores brilla por su ausencia. Tampoco esperéis sorpresas a este respecto en un futuro mediante algún probable parche, el equipo ya ha cerrado las puertas a gente de fuera alegando que su historia está hecha para ser canon y para ser compartida, guiños incluidos, entre los personajes que conforman el plantel. Con perdón, pero barata excusa pues su historia, sobre la que gira además su modo principal, es tan anodina como intrascendente y las autoreferencias son bastante pocas y pobres como para incluir en ella a quienes hubieran querido.

Este modo del que hablamos es Aventuras en Equipo, una modalidad que puede jugarse a solas o en multijugador local y donde conoceremos a Dodon Pa, única cara nueva del juego y el anfitrión y organizador de unas carreras que disputaremos con superbólidos de su invención, aunque al principio no sabremos con qué propósito. Primero solo podremos elegir al Team Sonic y más tarde y tras acabar cada uno de sus mundos, otros equipos se irán añadiendo. Así, hasta dar con, cómo no, el Dr. Eggman y sus secuaces, quienes seguro algo traman. Pero es que ese algo es lo de siempre, encima todo se nos cuenta con diálogos sin animación alguna (doblados al castellano, punto a favor) y alguien ha tomado la incomprensible decisión de que elegir ir a la carrera sin ver la historia sea dando al A, e ir viéndola sea dando a la Y. No serán pocas las veces que tendréis que darle a volver tras estar ya en la pantalla de selección de personaje por haber dado a la A, como es normal, y haberos perdido poco, eso sí, 4 líneas de diálogo.

Aunque el modo tenga sus más y sus menos, es cierto que es divertido y que será aquí donde aprendamos las mecánicas de este Team Sonic Racing. Como ya hemos dicho, ayudarse será clave y jugará a vuestro favor incluso individualmente. Seguir la estela del compañero nos acelera, pasar a su lado cuando ha perdido el control hace que lo recupere antes, e incluso podremos cederle objetos (wisps) o aceptar los suyos, todo servirá para rellenar nuestra barra de megaturbo, con el que no solo iremos rápido, también seremos invencibles por unos segundos.

Claro que ceder objetos o usar los nuestros sabiamente no solo tiene esta función, también valdrá para ayudar al resto a quedar más arriba, ya que en la mayoría de pruebas los puntos se suman por equipo, por lo que no servirá de nada quedar primeros si nuestros compañeros han quedado noveno y décimo, por ejemplo. Aquí hemos dado ya con una china en el zapato, ya que en las dificultades más altas (la mayor se desbloquea al acabar su historia), nos tiraremos de los pelos al ver que, por muy bien que lo hagamos, el resto no nos sigue. De hecho, habrá veces que por muy bien que lo hagamos, los que no seguiremos seremos nosotros, y es que en Team Sonic Racing hay hándicap, y mucho. Podremos dar una vuelta perfecta que seguirá la competencia pegada a nuestros talones, o veremos cómo los turbos prácticamente no nos acercan al rival (o nos alejan del). La pericia, por lo tanto, no es todo lo determinante que nos hubiera gustado, influyen más variantes que no podremos controlar.

Tampoco ayuda un diseño de pistas insulso y sin apenas complicaciones en su trazado. Derrapar, que nos otorgará un pequeño turbo al acabar, será siempre una opción más, nunca una obligación, y hacerlo o no tendrá poca diferencia. Eso sí, estos circuitos, 21, de los cuales 12 son totalmente nuevos, están hechos con mimo a nivel de escenario, plagados de color y movimiento a lo Sonic, con elementos reconocibles por todos los fans de la mascota de Sega y a veces incluso llegarán a sorprender visualmente. Algunos de ellos cuentan también con pequeños atajos o vías secundarias que os harán ganar o perder unos segundos no del todo valiosos como ya hemos visto.

Por supuesto y como muchos ya sabréis, el juego correrá a 30 fps en todo momento; suficiente, pero no ideal.

Su música sí es de gran nivel la mayor parte del tiempo, con melodías que siguen la estela de los juegos anteriores, pegadizas y animadas, y con buena variedad, se nota que gran parte de culpa recae en Jun Senoue, compositor de la mayoría de juegos de Sonic desde la tercera entrega de MegaDrive.

Volviendo a esta modalidad de aventura, avanzaremos ganando, claro está, pero no siempre serán carreras o grandes premios (4 carreras) normales, también habrá desafíos de derrape (una especie de slalom), de recoger monedas o de acabar con los Egg Pawns de Eggman. Son pruebas que dan variedad y se agradecen, sobre todo porque suelen ser secundarias. Alguna puede que se os atragante, pero por suerte habrá más de un camino para seguir avanzando por su mapa.

Personalización y resto de modos

Team Sonic Racing cumple en cuanto a modos, aunque ninguno es especialmente original; claro, que lo de jugar en equipo, ya sea en la misma consola (podemos usar un solo Joy-Con por jugador) o en línea, sí que es de por sí suficientemente novedoso.

Menos al principal, al resto de modos podremos jugar solos o por equipos, y aquí es donde se ve que Sumo Digital no ha cuidado tanto la experiencia en solitario como debería, pero desgranemos qué os vais a encontrar.

Además de Aventuras en Equipo podéis acceder a:

  • Partida local, en la que de 1 a 4 jugadores podrán disputar un gran premio, una carrera de exhibición, tratar de batir tiempos en su contrarreloj o acceder a su modo inalámbrico para usar cada cual su propia consola (quien se una ha de contar con una copia del juego).
  • Juega en línea, con partidas por matchmaking (funcionan bien los emparejamientos), o donde unirnos a la sala de un amigo o crear la nuestra propia seleccionando el número de equipos, tipo de carrera, dificultad, reglas y si queremos jugar en las pistas invertidas (espejo). Elijamos lo que elijamos, el juego irá suave y sin tirones, al menos en las que hemos probado. Como ocurre jugando en local, cuantos más seamos y por equipos, mejor.
  • Cápsulas de modificación. Sí, cajas de botín. Pagas créditos que consigues jugando principalmente en su modo aventura y obtienes piezas aleatorias para tu bólido, estéticas o de rendimiento. Se da la particularidad de que te tocarán más del personaje con el que juegues, además de que el título es bastante generoso al respecto, por lo que igual en una vuelta a su historia tenéis casi todo lo que os interesa, lo que no quita para que la personalización del coche en Team Sonic Racing sea digna de mención, pudiendo, en su garaje, pintar el coche, ponerle pegatinas, cambiar la bocina o elegir piezas como frontal, alerones, etc. Desgraciadamente, en carrera, y pese a que sí hay estadísticas de manejo, aceleración, defensa, velocidad y derivados, la diferencia entre montar el chasis legendario y el de serie es muy poca. El hándicap, ya sabéis.

Gotta go faster

Team Sonic Racing no es un mal juego. Tiene ideas muy interesantes, como todo lo relacionado con su cooperación al jugar en equipo o su amplia personalización, que desgraciadamente se queda en la mera estética, así como también juega a su favor el contar con un modo historia.

Gráficamente está muy cuidado, sobre todo a nivel de unos escenarios muy inspirados y llenos de color y vida, pero no alcanza los 60 frames por segundo, solo 30, aunque perfectamente estables. En portátil se ve de lujo, además. Sonoramente pocos peros, salvo la música de la pantalla de carga, que oiréis mucho y acabará por taladraros el cerebro.

Desgraciadamente, a los mandos, aunque responde bien, es poco exigente en todas y cada una de las pistas, además de que hay factores que se escapan a nuestra propia habilidad como la IA de nuestros compañeros (además de quedar atrás no será raro que choquen con nosotros o nos entorpezcan a la hora de coger un wisp) o el hecho de que las posiciones y distancia entre corredores se muevan al antojo del propio juego. Tampoco ayuda el hecho de que coger un turbo sirva para realmente poco, igual que lograr hacer una salida rápida (acelerando a cada número de la cuenta atrás).

Aun con todo, estamos ante un título entretenido aunque algo facilongo que gustará a quienes busquen diversión inmediata y con amigos, que es como más se disfruta.

Resumen
Jugar a Team Sonic Racing produce sentimientos encontrados. Casi todo está bien, pero cuanto más compites, más evidentes son sus carencias. Su modo estrella no tiene gancho suficiente, el plantel de personajes es escaso y los trazados de las pistas están faltos de imaginación, no así los fondos y casi toda la iconografía que rodea al juego.
6.5
Justo
Escrito por
Señor Bichos para ti.

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