Ya en Wii U pudimos ponernos al manillar de Pumped BMX+, un juego que nos proponía realizar toda suerte de trucos a los pedales de nuestra bici de BMX con el añadido de una dificultad endiablada y del movimiento pump, que da nombre al título. Ahora en Nintendo Switch, más concretamente en su eShop, damos con la versión más grande y actualizada que, sin embargo, no llega al nivel de los grandes, aunque tampoco lo pretende.
Más amor que calidad
Pumped BMX Pro es el esfuerzo de una sola persona, Adam Hunt, aunque su estudio lleve por nombre Yeah Us! Games. Por ello decimos lo de las pretensiones, porque no las tiene en absoluto, es más bien un homenaje al mundo de la BMX por parte de su creador que, eso sí, ha sabido ofrecer un punto diferenciador al que normalmente traen estas propuestas. Esto no va solo de hacer trucos, que también, sino que aquí lo fundamental será saber subir y bajar, como ya dijo Diego Armando Pérez Acosta.
La impresión inicial del título es que estamos ante el típico juego de saber aterrizar bien, como los de la saga Trials, pero pronto veremos que es más complicado que todo eso. El movimiento pump, consistente en pulsar la A, nos elevará más alto al salir de un salto pero también servirá para impulsarnos hacia abajo, y este sí será el meollo de toda la cuestión. Por supuesto que habrá trucos, todos ellos reales y recreados con bastante mimo, es más, los hay a decenas, pero lo que deberá tardaréis en dominar será precisamente el saber cuándo apurar arriba y cuándo descender a toda pastilla para acometer el siguiente despegue con garantías y así alcanzar el próximo tramos, algo que será tanto su virtud como su perdición.
Porque, aunque haya muchas filigranas y alternar entre las de un estilo y otro sea tan sencillo como pulsar L1 más la combinación correspondiente, son tremendamente fáciles de ejecutar y de aterrizar, por lo que los desafíos de una pirueta concreta y de llegar a una determinada puntuación los haréis prácticamente sin esfuerzo.
Lo complicado será llegar a la meta. Aquí es donde se nota una falta de balanceo que os obligará a repetir los niveles una y otra vez teniendo que medir al milímetro desde dónde empezáis a coger la carrerilla.
Así durante 60 niveles repartidos en escenarios bastante variados (bosque, desierto, nieve…) que tampoco serán demasiado agradables a la vista, aunque, dado de dónde viene (los móviles) y teniendo en cuenta cuántas personas han trabajado en él, se le puede perdonar. Por lo menos tienen algo de vida gracias a la inclusión de perros, pájaros, el fotógrafo que nos pide un truco concreto… El sonido no, eso no tiene perdón.
Lo que cuesta más pasar por alto es que, pese a que hay muchos bikers distintos así como muchas bicis de marcas reales, elegir uno u otro o una bici u otra será totalmente irrelevante. Una pena, aunque estando los saltos lo medidos que están, quizás hubiera sido peor el remedio que la enfermedad.
Además, tampoco trae modo multijugador, ni siquiera una tabla de récords en la que medir nuestras puntuaciones con las de otros usuarios, y es básicamente el mismo juego que ya pudimos disfrutar en Wii U, que ya era una versión ligeramente modificada del anterior.
Una lástima, porque Pumped BMX Pro, como sus anteriores ediciones, denota cariño por un deporte que cuenta con multitud de adeptos pero cuyos videojuegos no se prodigan en exceso (si acaso en la época de las 128 bits algo más). Buenas ideas que sin embargo se ven lastradas por una dificultad irrisoria a la hora de realizar trucos y tremendamente abrumadora a la hora de simplemente superar el nivel. Su estilo visual tampoco mejora esta sensación, aunque no deja de ser sumamente meritorio el trabajo realizado por Adam Hunt.
