Amanita Design ha encontrado en Nintendo Switch una plataforma en la que está cómoda para sacar algunos de sus lanzamientos de PC y móvil, alguno incluso al mismo tiempo como el peculiar juego de terror Happy Game. En esta ocasión nos traen Pilgrims, una propuesta que ya llegó a móviles y por ello ahora permite en Nintendo Switch el juego no solo en portátil con control táctil, sino con la opción de poner la consola en vertical para emular la experiencia original (si jugamos de otra forma, hay marcos laterales).
El viaje de los pilgrims
Un grupo de personas juega a las cartas en una partida que nos los presena un poco, pero tras esta breve introducción pasamos a manejar a uno de ellos, que tiene como misión que un barquero lo saque del lugar en el que se encuentra. Sin embargo, el del barco ha perdido a su pájaro y no saldrá hasta que no lo recupere, lo cual inicia una clásica cadena de intercambios para encontrar al plumífero amigo.
Pilgrims no tiene diálogos hablados ni escritos (aunque sonidos y palabras sueltas dicen los personajes), por lo que es principalmente una experiencia visual. Comenzamos con el control de un solo personaje, pero si cumplimos ciertas condiciones se nos unirán otros tres más (la anciana, el demonio y el rufián) y tendremos que conseguir lo que cada uno de ellos busca. Esa es nuestra verdadera misión, y lo bueno es que disponemos de muchas opciones para ello.
Su control se realiza mediante una serie de cartas y un mapa. En el mapa marcamos el lugar al que queremos ir y, una vez allí, podemos tocar los puntos de interés para interactuar con ellos o sacar una carta. Las cartas pueden ser de personaje (de los que tengamos) o de objetos, y a veces es posible encadenar varias (por ejemplo, personaje, caña de pescar y cebo) para resolver una situación. Es bastante sencillo de entender gracias a un tutorial con lo básico al inicio, pero posteriormente se vuelve algo más complejo pero muy efectivo.
Lo bueno, si breve…
Estamos ante un título que fácilmente puede completarse en menos de una hora (quizás algo más si vamos con calma) y que gracias al avance rápido de todas las secuencias, se hace bastante rejugable para sacar todos los logros del juego, los cuales también son las diferentes maneras de completarlo. Es decir, para conseguir que cierto personaje acabe atontado, podemos hacerlo disparándole una bellota, emborrachándolo, haciendo que tome sopa con somnífero o pegándole un puñetazo. De esta manera, el juego nos invita a probar combinaciones (algunas de ellas complatibles en una sola partida) y a visitar y revisitar cada lugar con alguno de los personajes que podamos manejar en ese momento, pues cada uno tiene un carácter y una manera de tratar con los demás.
A nivel artístico Pilgrims es un título pintado a mano con el arte característico de su estudio, de la misma manera que ocurre con la música, con melodías que acompañan estupendamente a la situación en general y que no se hacen pesadas. El rendimiento es muy bueno, y la velocidad con la que podemos saltar entre lugares, usar muchas cartas y pasar diálogos sin que nada se resienta solo hace que la experiencia sea más positiva.
Pilgrims es un paseo que sienta muy bien y a un precio acorde a la experiencia. Va a dejar un buen sabor de boca en los jugadores que disfruten de los puzles y las aventuras gráficas, pero es posible que se quede algo corto para los que quieran algo de mayor duración. A día de hoy, con la enorme saturación de juegos buenos largos, una experiencia breve así de buena sienta muy bien.
