Hace cerca de un año llegó Overboard! a Nintendo Switch, la útlima obra de inkle (creadores de Heaven’s Vault entre otros). Así que os podéis preguntar, ¿por qué un análisis ahora? Es sencillo, pues en breve vamos a tener disponible una localización al castellano de calidad (que en PC ya está disponible). Así que si os llamaba su propuesta y el idioma era una barrera, olvidaos de ello y echadle un ojo.
En la piel de la asesina
Las novelas visuales de misterio y crimenes son un género con un público cada vez más amplío y con cierta popularidad, hasta el punto de que incluso alguna de ellas como Ace Attorney ha contado incluso con conciertos y adaptaciones al anime y al live action. Generalmente suelen basarse en encontrar al culpable tras un proceso de investigación, y aquí es donde Overboard! sabe ofrecer el giro, pues nosotros encarnamos a la asesina y tenemos que evitar ser descubiertas o encasquetarle el muerto a otro.
Por lo tanto, aquí el objetivo es que nosotros seamos los que sembramos dudas, colocamos pruebas falsas e intentamos evitar la atención. Como suele pasar en estos casos, la protagonista es una de las principales sospechosas, por lo que también hay que tener cuidado para no sobreactuar o que nos descubran haciendo algo que no deberíamos.
El planteamiento del juego se basa en repetir una y otra vez el ciclo desde que asesinamos a nuestro marido en busca del mejor final, pues cada partida puede durarnos entre poco menos de una hora. Sin embargo sabe no hacerse repetitivo (los diálogos que se repiten pueden pasarse rápido), y no hace estar pendientes de detalles, como que no podemos matar a alguien que sospecha de nosotros tirándolo por la borda porque el capitán podría vernos.
Overboard! es corto pero muy rejugable
De esta manera estamos ante dinámicas de ensayo y error que funcionan bien y que, gracias a la amplitud de posibilidades, nos permiten que las partidas sean distintas entre sí y que vayamos poco a poco perfeccionando nuestro arte de la mentira y la manipulación. En poco más de cinco horas podemos haber completado “todas las rutas”, pero la verdad es que dado su planteamiento de partidas cortas no se hace nunca pesado.
El juego cuida muy bien las dinámicas de tiempo real, por lo que cada vez que nos desplazamos por el barco también lo hace el resto de las personas, así que hay que andar con cuidado. Cuando cada partida finaliza, tenemos un momento clásico de detectives donde se destapa “la verdad” y se da información sobre motivos y otros asuntos, y en muchas ocasiones podemos aprender de ellos para próximas rutas (nosotros, la protagonista no retiene los recuerdos).
A veces es cierto que el título rompe la barrera del multiverso y hay personajes que mencionan cosas que no deberían saber en la ruta en la que nos encontramos, pero bueno, también es cierto que hay un factor divino que podemos usar como pista (Dios, aunque no está muy contento con nuestro comportamiento). En definitiva, con multitud de opciones de diálogo y de acción, teniendo en cuenta el género en el que estamos, podemos afirmar que Overboard! hace un trabajo narrativo fantástico.
A nivel visual encontramos buenas ilustraciones y una buena ambientación sonora y estética para situarnos en el año 1935. Quizás echamos en falta voces en los diálogos o algún detalle o melodía sonora de más peso, pero el resultado es aceptable y cumple de sobra.
Overboard! es un título singular, y sin duda a cualquier amante del misterio o de las novelas gráficas les encantará, además de poner a prueba a aquellos que piensan que son tan listos que podrían cometer el crimen perfecto. Puede que le falte algo, pero todo lo que tiene consigue atraparnos y dejarnos un buen sabor de boca de inicio a fin (siempre y cuando nos guste leer, claro).
