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Hollow

Este último mes se han sumado al catálogo de Nintendo Switch varios juegos pertenecientes al género de Terror. Esto es llamativo pues no es un género que abunde en estos últimos años. Uno de los más recientes en incorporarse a las filas de la consola ha sido Hollow que nos prometió con unos gráficos sorprendentes ¿No asustará también?

Terror espacial

Hollow es un juego de terror en primera persona con dosis de acción. Nos ponemos en la piel de un piloto espacial que despierta sin recordar absolutamente nada, ni siquiera su identidad. Despertamos dentro de la nave Shakhter-One, una nave minera espacial dedicada a la extracción de minerales de la superficie del Júpiter. No tardamos en darnos cuenta de que nuestra amnesia no es el único problema que tenemos, la tripulación ha desaparecido por completo y la nave cuenta con las reservas energéticas bajo mínimos, ¿qué ha pasado aquí?

De esta manera nos adentramos en las instalaciones de la Shakhter-One en busca de respuestas pero no tardamos en encontrarnos con algo peor: nuestros miedos. En determinados momentos de nuestra investigación las desoladoras instalaciones se convierten en un verdadero infierno con monstruos que se ciernen hacia nosotros por doquier. Por suerte, tampoco tardamos en encontrar un arma.

¿En la variedad está el gusto?

La variedad no es algo que prime en Hollow. Tanto las armas que usamos como los tipos de monstruos a los que hacemos frente se pueden contar con los dedos de una mano. La consecuencia son enfrentamientos monótonos y con pocas sorpresas, siendo más un trámite que una experiencia satisfactoria.

Hollow también tiene algo de survival, pues la munición es muy escasa y debemos racionarla bien para no morir ante la avalancha de enemigos que se ciernen sobre nosotros sin piedad. Del mismo modo ocurre con los regeneradores de salud, que se representan mediante inyecciones y no abundan.

La historia que rodea la Shakhter-One, como a los propios monstruos, se va relatando a través de documentos y notas que encontramos repartidas en los mismos escenarios. En lo referente a nuestro protagonista, se va descubriendo a través de cinemáticas durante el trascurso del juego.

Portento gráfico

Entrando ya en el apartado gráfico (lo primero que nos llamó la atención en su anuncio de presentación) podemos afirmar que posee una estética muy sólida. Los escenarios están muy detallados y saca provecho de efectos luminosos aunque esta en ocasiones de un efectos un tanto artificial. Este juego de luces en compañía de los efectos de sonido consiguen crear una buena ambientación, resultando el apartado más destacado de Hollow.

Esta lograda ambientación que comentamos hace aguas por la predecible estructura del juego. Podríamos dividir la jugabilidad de Hollow en tres partes. La primera de ellas es la de exploración/descubrimiento en donde recorremos las instalaciones de la nave sin saber lo que nos vamos a encontrar en busca de una llave o algo que nos permita continuar por caminos que en un principio se encuentran bloqueados.

Luego contamos con los enfrentamientos contra los enemigos. Somos conscientes de la proximidad de estas secciones por el cambio del escenario debido a las alucinaciones del protagonista, pero también porque justo antes encontramos un punto de guardado y un pequeño alijo de munición por casualidades de la vida.

Una vez que encontramos lo que buscábamos tenemos retroceder sobre nuestros pasos, recorriendo exactamente el mismo camino realizado justamente antes, sin que ocurra nada, con el paso lento que caracteriza el movimiento del personaje y sin ningún interés. Y así sucesivamente.

Víctima o tragedia

Hollow podría haber sido un juego pasable con sus cualidades visuales y a pesar de su desarrollo monótono, pero acarrea numerosos fallos ajenos a la propia experiencia que lo llevan a ser un título de suspenso. Para empezar tenemos la inestabilidad visual, que hace que la imagen en pantalla no fluya correctamente. A esto también hay que sumarle que en ocasiones la imagen se queda congelada durante segundos, aun sin necesidad de tener que mover nada en pantalla o al menos que sea visible. No van a ser pocas las veces que veamos el símbolo de carga en mitad de la partida, llegando a molestar e incluso a confundirnos mientras jugamos.

Pero eso no es todo porque hemos encontrado cosas más graves. En modo portátil la imagen se resiente, pues todo se aprecia con menos definición  y en general se ve algo borroso. Otros fallos sin perdón los encontramos en algunas ocasiones, al volver a la partida tras pausar el juego la imagen se difumina por completo, pasando de ver las cosas algo borrosas a no ver absolutamente nada con claridad. La interfaz de la pantalla se solapa con la acción del juego. En cuanto a fallos de programación o bugs, hemos encontrado escenarios que tras abrirse una puerta no llegan a cargarse, por lo que al pasar por ellas caemos al infinito eternamente.

El caso de Hollow es una clara admiración hacia un referente en el género: Dead Space. Intenta seguir su estela pero los parecidos son tan evidentes que lo hacen convertirse en una copia mediocre porque sencillamente no está a la altura. De cualquier forma, se agradece la intención de ofrecer un apartado artístico más cercano a una gran producción dentro de un entorno indie pero sus numerosos fallos le otorgan un merecido suspenso. Además nos llega en inglés.

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