Llega a nuestras Nintendo Switch una nueva propuesta plataformera, esta vez protagonizada por un topo, en donde se para dar sus saltos se ha fijado en los mejores fontaneros del panorama. Un juego, como no podría ser de otra manera, alegro y colorido. Así que veamos que nos topamos con Mail Mole.
¡Una aventura topo guay!
Mail Mole es un juego de plataformas puro en tres dimensiones. Controlamos a Molty, un topo cartero en su misión de entregar las cartas que les han sido asignadas a sus destinatarios. Para ello, este topo tendrá que recorrer multitud de escenarios repletos de obstáculos y peligros, pasando por tranquilos prados, hasta llegar a localizaciones más infractuosas como áridos desiertos, truculentas montañas o parajes nevados
La principal diferencia de Mail Mole con respecto a otros plataformas similares está en que a aquí controlamos a un topo, con lo que eso conlleva. Nos movemos por los escenarios enterrados en el suelo, escarbando al tierra para avanzar y… poco más. Saltamos saliendo de nuestro hoyo como si de cualquier plataformas se tratase e incluso tenemos otras habilidades típicas como el salto bomba. Salvo por el impacto visual, pocas diferencias encontramos en la jugabilidad.
En honor al maestro
En cuanto a la estructura de los niveles, nos recuerda de manera muy poderosa a juegos de la saga Super Mario, especialmente a las entregas de Super Mario 3D World y Super Mario 3D Land (a este última concretamente). Tal vez, su cercana semejanza puede ser el mayor defecto de Mail Mole, o su mejor virtud, depende de como se mire.
Es digno de resaltar la influencia que han tenido las últimas entregas del fontanero. Y no es de extrañar, porque esa vertiente de la jugabilidad en la saga representa la visión más fidedigna del paso de los plataformas 2D a las 3D como nunca se había hecho antes. Y han servido de inspiración para los plataformas más notables de la última década.
Al final de cada nivel se mide nuestro desempeño en el mismo, donde recibiremos una medalla de oro, plata o bronce según el tiempo empleado, el número de zanahorias recolectadas y si hemos sigo capaces de encontrar las 3 bayas escondidas de cada nivel.
Colorido poligonal
En cuanto al apartado gráfico, Mail Mole no es un juego que destaque en este aspecto. Si bien, aun siendo bastante colorido, su simpleza gráfica es evidente. Consciente de ello, el diseño hace un uso eficiente de los recursos, llegando a utilizar una técnica a medio camino entre el 3D tradicional y el low poly para dar vida al decorado. Con todo, el resultado es bastante alegre y resultón.
El apartado sonoro pasa un poco desapercibido, resultando un mero acompañamiento de la aventura. Y hablando de la duración, el juego cuenta con más de una treintena de niveles los cuales pueden ser superado tranquilamente en algo más de 4 horas, llegando a duplicarse para los más coleccionistas.
Mail Mole es un juego de plataformas bastante ameno y divertido, que cuenta en su haber con un buen diseño de escenarios. La propuesta no engaña a nadie, sabiendo ofrecer lo que tanto gusta a los seguidores del género. Ahora bien, cuenta con un par de hándicap, entre los que se encuentra su no tan longeva duración y su estrecha inspiración con un juego llamado Super Mario 3D Land al cual debe su personalidad.
