Tras su paso por PC, llega LUNA The Shadow Dust a Nintendo Switch. Se trata de un híbrido entre una aventura gráfica y juego de puzles que nos engancha desde el primer segundo por su apartado artístico. Ahora, en este análisis, toca ver si todo el conjunto es tan llamativo como la primera impresión o no.
LUNA y la gran torre
En esta aventura encarnamos a un chico en una misión desconocida al inicio, pero que iremos descubriendo a medida que avancemos en una historia en la que las palabras no tienen lugar, pues todo se narra a través de secuencias de vídeo mudas (pero con mucha expresividad) y los propios puzles del juego. La historia puede no ser del gusto de todos, pero se nota que hay cariño detrás de ella y que incluso hay un final extra para los que completen un nivel opcional en el juego.
El desarrollo del juego se basa en completar pequeñas habitaciones que actúan como capítulos o puntos de control, en las cuales hemos de resolver uno o varios puzles para avanzar. A pesar de venir de un point and click, en la versión de consola el personaje se controla con el stick, y con el botón A interactuamos con un punto de interés. En caso de haber varios hay que pulsar L para cambiar entre ellos, y a veces no se marca el que queremos a no ser que estemos a una distancia muy específica, ralentizando un poco el ritimo del juego.
Luces y sombras
Las ideas de los puzles son buenas, y en más de una ocasión hemos de utilizar a dos personajes deforma alterna para seguir adelante, haciendo uso incluso de las sombras proyectadas. A veces no está caro qué hacer y toca investigar bien las pistas por el escenario, otras veces se procede a ensayo y error y otras se basan en coonocer una solución a seguir de una manera sencilla pero con pasos algo reiterativos. En total vamos a estar cerca de 3 horas completando todas las habitaciones, aunque puede que, pese a su corta duración, nos interese más repartir las sesiones en el tiempo.
En lo que sí destaca, y mucho, el juego es en su presentación. Su estilo de dibujo en secuencias y en el propio juego desborda carisma, ofrece escenarios llenos de detalles y una animación que nos puede recordar a la de alguna serie de televisión. La música también ayuda a crear atmósfera y ser un buen complemento, especialmente ayudando a transmitir sentimientos en los vídeos.
LUNA The Shadow Dust es una experiencia algo corta, pero intensa en lo audiovisual. Ciertos puzles y elementos de control podrían mejorarse, pero si te metes a escalar la torre, el viaje merece la pena ya que esconde algunas ideas muy buenas y un simpático perro-gato muy llamativo al que podemos controlar..
