Bandai Namco ha regresado una vez más para estrechar los lazos que unen el mundo del anime y los videojuegos. En este caso, con Gemdrops y Byking Inc como desarrolladoras, le ha llegado el turno a una de las franquicias que más fama ha alcanzado en la actualidad: Jujutsu Kaisen.
La historia de esta serie tan popular ya es bien conocida por los fans del manga. Itadori Yûji es un estudiante normal y corriente hasta que un día su instituto es atacado por las maldiciones y se ve obligado a comerse el dedo de Ryomen Sukuna, el denominado rey de dichas criaturas que tratará de absorber el cuerpo del protagonista para poder reencarnarse.
Según las viejas tradiciones del mundo de la hechicería, Itadori debería ser sacrificado inmediatamente, sin embargo, la intervención de su maestro Satoru Gojô hace que la escuela de hechicería se replantee el sacrificio del joven, quien a partir de ahora será usado para detectar el resto de los dedos de Sukuna y absorber su poder con el objetivo de salvar a todas las víctimas que mueren por culpa de las maldiciones.
Una fórmula sin sorpresas
Bandai Namco tiene muy claro cómo hacer este tipo de juegos, ya que la fórmula es la misma para todos y en el caso de Jujutsu Kaisen parece una continuación exacta de lo que viene siendo la saga Naruto Storm durante sus últimas entregas. Ante esto, nos encontramos con un modo historia que resume muy por encima las sagas animadas de Jujutsu Kaisen y que se centra exclusivamente en las peleas más populares.
No obstante, el problema general que tiene este juego viene a ser el mismo que Bandai Namco viene repitiendo desde hace un par de juegos. El modo historia ha perdido toda su esencia y solamente nos encontramos con unas diapositivas acompañadas por diálogos superpuestos que nos van contando como suceden los acontecimientos. Más allá de las animaciones de las peleas, no se puede encontrar mucho material por donde rascar y aunque la energía del gameplay refleje adecuadamente la intensidad de las peleas que tiene esta serie, esta dinámica se hace muy repetitiva a nada que juegas más de una hora.
En lo que respecta a los controles y la jugabilidad tampoco hay muchas novedades; los combos se hacen con 4 botones, las protecciones y bloqueos con ZL son fundamentales, y la barra para cargar los ataques especiales se rellena con mucha rapidez. Por otra parte, la jugabilidad en Nintendo Switch no es nada excepcional pero cumple con lo estipulado, aunque la bajada de calidad en el modo portátil puede entorpecer frustrar la experiencia significativamente.
Apuestas por el online
Jujutsu Kaisen: Cursed Clash tiene clara su prioridad: el juego online. Sin embargo, este juego no cuenta con un modo multijugador local, lo que limita muchísimo las posibilidades de disfrutar en el cara a cara con nuestros amigos. Además, el formato de las peleas dos contra dos, la gran novedad de esta entrega hace que los servidores tengan que rendir a una calidad que deja mucho que desear, ya que cuando hemos probado este servicio la conexión se caía constantemente y era muy difícil encontrar un emparejamiento de calidad.
Todo esto hace que Jujutsu Kaisen: Cursed Clash deje un sabor agridulce que no termina de convencer. El hecho de hacer un juego de peleas sin un multijugador local recorta gran parte de la gracia y nos obliga a tener una suscripción a Nintendo Switch Online para poder disfrutar con los demás.
Pese a todo esto, las animaciones y el ritmo de las batallas son los dos puntos más positivos de Jujutsu Kaisen: Cursed Clash que hacen de este producto algo indispensable para los fans de la saga, por lo tanto, si te gustan las peleas y eres un fiel seguidor de Itadori, este juego te entretendrá durante un buen rato y a la larga merecerá la pena, ya que a nivel visual se reviven todas las peleas del anime con un tono adecuado y las técnicas empleadas por los 15 personajes jugables representan bastante bien los mejores momentos de la saga.
Versión del juego analizada: 1.0.1