Pese a que ya lleva un tiempo en la eShop, el reciente lanzamiento de una versión física de Here Comes Niko ha hecho que os traigamos un análisis de esta particular obra de plataformas 3D en la que los personajes están diseñados en 2D. Una apuesta extraña que puede que parezca extraña al inicio, pero que posteriormente queda muy resultona y permite darle un toque único.
Here Comes Niko, a ser amiga profesional
Niko es una persona joven que se ha ido de casa, momento en el que decide apuntarse a un negocio muy particular, el de ser amigo profesional. Así que nos toca acompañar a esta aventurera a lo largo de siete niveles de mundo abierto a pequeña escala en los que tiene que ir ayudando a gente para poder conseguir el empleo. Además, entre mundo y mundo nos esperan algunos mensajes de nuestra familia y amigos, para así darle un poco de trasfondo al personaje principal.
Estamos ante un plataformas 3D de tipo collectathon (de esos que tienen objetos que coleccionar, al estilo Super Mario 64 o Banjo-Kazooie) en los que hemos de conseguir monedas que nos permiten desbloquear nuevos mundos, pero con monedas de más y otros objetos como casetes o cartas que tenemos que conseguir si queremos el 100% y tener más información de los personajes. Nuestras habilidades principales son la de salto y la de tirarnos en plancha para llegar más lejos y “atacar” algunos obstáculos, ya que enemigos no hay (no tenemos ni vida).
Cada nivel tiene un registro de lo que hemos conseguido, y si queremos todo, no debemos de intentar hacerlo todo de inicio porque algunos coleccionables requieren que hayamos conseguido antes cierto objeto en un nivel posterior. Generalmente todo se consigue explorando o realizando misiones que nos encargan los personajes que encontramos, los cuales son uno de los pilares del juego por el humor y simpatía que desprenden.
No hay presión, cada uno a su ritmo
El salto de la protagonista está “roto” y podemos escalar, rebotar y realizar varias acciones sin complicarnos demasiado, por lo que cada uno puede jugar como quiera, utilizando los elementos del escenario o bien moviéndose a su manera. Las misiones que tenemos que hacer generalmente guardan relación con el escenario, o bien con otro tipo de actividades como pescar (siendo nosotros el anzuelo), jugar al volleyball amistoso, coleccionar bichos o plantar semillas en macetas mediante un puzle. Todo funciona bien, pero varias de estas actividades se repiten entre niveles, por lo que la sensación de sorpresa desaparece (pero también hace que tengamos más conocidos a los personajes).
La historia se puede quedar algo corta, pero es un juego que nos deja una buena sensación tras jugarlo. Hay reto, pero es ligero y podemos hacerlo todo lo fácil o difícil que queramos, y eso es bueno (y tiene una especie de pequeño Tamagotchi integrado). El rendimiento del juego es bastante bueno, a excepción de la carga inicial que es algo elevada. En cuanto a la música y el apartado artístico, encontramos un estilo colorido y cozy representado muy bien en lo sonoro y en lo visual, aunque los escenarios pueden pecar de sencillos en lo que a diseño se refiere.
Con siete niveles para explorar, Here Comes Niko ofrece un buen plataformas 3D para jugadores que busquen algo tranquilo, alejado de un reto con muchas habilidades o con saltos medidos. Quizás algo corto y con algunas misiones similares en los distintos niveles, por lo que es más recomendable para jugar en ratos cortos. Eso sí, es muy disfrutable desde el inicio hasta el final del viaje (de unas tres o cuatro horas si vamos a saco, aunque puede duplicarse o incluso triplicarse ese número en función de nuestro ritmo y lo que queramos coleccionar).
Versión del juego analizada: 1.0.2
Unboxing de la edición física
Here Comes Niko ha recibido su edición física hace poco, y cuenta incluso con una versión coleccionista. Podéis haceros con esta última o con la estándar en la web de Super Rare Games. Si nos centramos en la edición normal, esta incluye lo que veis a continuación, envuelto todo ello en una funda de plástico (más allá del precinto) para que llegue en perfecto estado.
Portada muy bonita.
Ilustración interior adorable (el contenido de la caja podéis verlos en la primera imagen: cartucho y manual).
Hablando de manual, por aquí tenéis una imagen de su interior. Frogtástico.
Además de lo que hay en la caja del juego, hay otros extras, como un sobre de cartas coleccionables del juego.
Y ese sobre (en el centro abajo) viene acompañado de una pegatina temática y una carta promocional de Evolings.
Si el juego os llama y sois coleccionistas, no lo dejéis pasar, que las unidades son limitadas.