Hoy os hablamos de Helvetii, un roguelike con textos en español que se une al catálogo de Nintendo Switch para hablarnos de la mitología celtico gala con un estilo artístico inspirado en las obras de Vanillaware. Solo queda ver si cumple tan bien como prometía hacerlo y si es capaz de destacar entre la creciente oleada de roguelikes de acción, aunque adelantamos que los más expertos en el género no encontrarán el reto que pueden buscar.
Día de Helvetii
La corrupción ha llegado a la divinidad, y por ello el caos y los monstruos se dispersan por doquier en el mundo. Para salvar la situación, un guerrero, un hombre bestia y una druida deciden partir en una misión, en la cual podremos controlar a uno de ellos a lo largo de la aventura, e interactuaremos con los otros dos en puntos de descanso. La narrativa empieza fuerte y de hecho puede que no cojamos toda la información en la primera vez que vemos la introducción, pero realmente solo se desarrolla al final de cada run, y se acompaña de pequeñas conversaciones más mundanas entre el trío protagonista.
El punto fuerte está, como no puede ser de otra manera, en los combates. En cada área que recorremos vamos a encontrar muchos enemigos a los que derrotamos principalmente con combos muy sencillos de dos botones (fuerte y rápido) y con una esquiva para evitar daños. Cada uno de los tres personajes tiene sus propias cualidades, pero a la hora de jugar la principal diferencia está en la distancia y velocidad de los ataques, haciendo que realmente sea una experiencia similar en la que podemos elegir al que más nos guste.
Con este fin, el de elegir nuestro personaje favorito, el juego nos ofrece un tutorial de entrenamiento en el mismo menú, para que así nos hagamos al que más nos interese antes de ponernos manos a la obra, algo que para un rogue se agradece, especialmente sabiendo que vamos a morir seguramente si jugamos en difícil, puesto que en normal el tiempo de esquiva que se nos permite ante los ataques de los enemigos suele ser muy generoso (gracias a que los ataques más fuertes llevan un indicativo de color rojo).
Entra muy bien por los ojos
Por lo tanto, encontramos una experiencia que se puede convertir en un buen aliado de los que quieran meterse en el género, pero que para otros más duchos puede suponer algo inferior y plano, al no destacar demasiado el reto que suponen no solo los enemigos comunes, sino también los jefes. En ese sentido el juego palidece, ya que lo épico y grandioso de los enfrentamientos finales se pierde en parte, incuso en el final del juego.
Más allá de luchar, cada escenario (avanzamos por capítulos en forma de escenario) se compone de varias habitaciones conectadas al estilo metroidvania pero con cierta linealidad y poco carisma en diseño, y con algunos secretos que dando algunas vueltas para encontrar llaves o similares se pueden resolver. Uno de los lugares a los que podemos ir es la tienda, donde con el dinero que conseguimos podremos conseguir las clásicas mejoras para nuestro personaje en forma de atributo o curativos, algo necesario de adquirir teniendo en cuenta que si morimos tendremos que empezar de nuevo.
El aspecto visual es una gozada. Está demasiado inspirado en Muramasa, pero luce muy bien, tanto en escenarios como personajes (por lo que puede que resulte poco original para los seguidores del título de Wii). Otra cosa es el tema de las animaciones, ya que puede que echemos en falta algunos “frames visuales” de los ataques, aunque aún así, no desencajan en el estilo elegido. La banda sonora por su parte es un buen trabajo, pero no sabe hacerse notar, algo que duele especialmente por sus responsables. Lo mismo ocurre con los sonidos, con voces muy presentes en ataques, pero a veces se echan en falta efectos de sonido que refuercen ciertos ataques u otros elementos de interacción.
Helvetii hace cosas muy bien, y los menos avezados a los roguelike agradecerán su existencia, pero para otros el factor reto no estará ahí, y además puede volverse un machacabotones sencillo muy pronto. Visualmente cumple en casi todo y seguramente sea su mayor reclamo, al contrario que lo que ocurre con su trama. Por lo demás, es un roguelike como muchos otros, solo que no sabe destacar ni ofrecer una gran diferencia entre personajes, y por ello es fácil que se vuelva repetitivo.
