El estudio The Game Bakers se hizo muy popular gracias a Furi, aunque ya antes nos trajo a varias plataformas de Nintendo el juego de estrategia Squids Odissey. En esta ocasión su nueva obra comparte un estilo visual similar a la primera que hemos nombrado, pero esta vez la dificultad que estaba presente en cada momento en el boss-rush se ha cambiado por accesibilidad. Y esa es la mejor palabra para empezar a hablar de Haven: accesibilidad, algo que se aplica a textos, velocidad, dificultad y otros aspectos.
Haven: heaven or hell?
Yu y Kay (Yukay para los amigos) son una pareja que se encuentra en un planeta abandonado, habiendo huido del suyo porque allí no se les permite estar juntos. Su viaje comienza con sencillas tareas de exploración, pero luego se convierte en una recolecta de objetos para hacer que su nave-casa esté en mejores condiciones. Sin embargo, no todo es tan bonito como podría parecer y hay que también limpiar de óxido las partes del planeta en el que nos encontramos y hacer frente a una amenaza exterior.
El principio del juego es algo lento porque se dedica a introducir las diferentes mecánicas y dinámicas poco a poco, de manera que, de nuevo volviendo al tema accesibilidad, no sea complejo aprenderlas. No obstante, el movimiento básico de los personajes necesita un poco de entrenamiento al moverse mediante un impulso aéreo que requiere que derrapemos incluso para dar bien algunas curvas. Pero no os asustéis, el resto de dinámicas que se van mostrando requieren menos tiempo para dominarlas, y por ello menos aprendizaje dentro del juego.
Más allá de movernos, podemos recolectar comida y semillas, purificar lugares llenos de óxido y combatir. Sí, combates propios de un RPG por turnos en el que tenemos cuatro acciones: apaciguar (para liberar animales de la corrupción una vez derrotarlos), dos tipos de ataque, y un movimiento defensivo para recibir menos daño. Es relativamente sencillo, pero su fuerte está en que es interesante – y mejor – si sincronizamos la acción de los dos protagonistas para que sea más potente.
Mejor en compañía
Todo es Haven se basa en la compenetración, y de hecho manejamos a una pareja muy real (es decir, no es empalagosa ni tóxica). Esto nos lleva a una decisión antes de jugar: ¿tenemos compañía? Si la respuesta es sí, Haven se puede convertir en un juego mágico, especialmente si los que juegan son pareja. En caso de no ser así, se puede jugar igualmente (de hecho parece que el juego está hecho para usar los 2 Joy-Con), aunque se pierde cierto matiz de comunicación.
Además de su vía RPG, con combates, exploración y acampadas (es necesario comer), contamos con una nave en la que podemos hacer tareas varias, como “subir de nivel” (conseguir mejoras una vez hemos combatido lo suficiente y hemos llevado bien la relación entre los personajes), escucharlos hablar de su vida y la situación actual, asearse, curarse, cocinar, dormir (necesario para avanzar) y alguna que otra tarea adicional. Teniendo en cuenta las limitaciones del mundo de los videojuegos y que se requieren acciones para el avance y progreso de los personajes, la vida dentro de la nave resulta bastante creíble.
Entramos ahora en lo técnico y artístico. Respecto a lo segundo, es complicado encontrar alguna pega más allá de que los escenarios son relativamente similares entre ellos (algo que hasta conseguir el radar nos puede liar), pero por lo demás (diseños, diálogos y música) cumple no solo de sobra, sino que se crea una atmósfera muy interesante de ciencia ficción. Y esto nos lleva a lo técnico, donde se nota que el juego se hizo para máquinas más potentes, y hay algún que otro tirón en la música, al desplazarnos y, sobre todo, grandes tiempos de carga al cambiar entre cada una de las zonas del planeta (si nos movemos muy rápido se nota mucho más).
Haven es por tanto, un PRG con toques de simulación y supervivencia que no profundiza mucho en ninguna de sus vertientes, algo que para algunos puede ser malo pero que juega en favor de la accesibilidad. En sí es un producto que con alguna mejora o parche podría ser sobresaliente, y que si se juega en compañía puede dejar huella. A pesar de que su inicio e algo lento y puede parecer típico, poco a poco sorprende y atrapa y nos deja muy buenas sensaciones en las mínimo 10 horas que nos va a durar.