Gunborg: Dark Matters ha llegado para ofrecernos una aventura plagada de acción, donde nuestra habilidad es realmente imprescindible para llegar al final. Nos vamos a encontrar con un metroidvania que posiblemente gusta a los fans del género.
Una historia frenética
Nuestra historia comienza en el espacio, una joven cazarrecompensas se encuentra a la deriva y sin muchas posibilidades de volver a casa, hasta que una gigantesca nave se acerca. Ni corta ni perezosa decide ir hacia ella y abordarla para volver sana y salva a casa, pero ¿será tan fácil como ella cree?
La jugabilidad de Gunborg: Dark Matters es prácticamente similar a la de cualquier metroidvania, aunque le da una vuelta de tuerca que ofrece a los jugadores un pequeño plus de desafío que se puede superar si somos realmente habilidosos. Contamos con un botón de ataque, donde usamos una espada energética o un arma que hemos podido robar a un enemigo; otro para desplegar un escudo y cubrirnos durante un breve espacio de tiempo y el de salto, que nos permite realizar hasta 3 saltos en el aire gracias a nuestra mochila propulsora. Como habíamos dicho, podemos quitarles armas a los enemigos, ya que cuando acabamos con ellos sueltan el arma que estaban empuñando, por lo que podemos usarla para acabar con otros, aunque cuidado porque sus disparos son limitados.
La dificultad es bastante asequible, aunque llega un momento donde jugar a Gunborg: Dark Matters se vuelve algo complicado. Esto se debe a que debemos ser realmente habilidosos y tener reflejos para hacer frente a todos los enemigos que nos atacan al mismo tiempo. Hay que esquivar disparos, realizar saltos ajustados y atacar casi al mismo tiempo, por lo que si no se es habilidoso es posible que se pase algo mal.
En la sencillez está la efectividad
A nivel gráfico, Gunborg: Dark Matters es un juego bastante sencillo aunque muy bien diseñado. Muy bien diseñado y quizás de forma endiablada, ya que nos vamos a encontrar con algunos niveles que nos van a hacer sudar la gota gorda para lograr superar de forma exitosa. Nos encontramos con un juego en 2D, con movimiento lateral, donde tenemos que hacer uso de saltos muy ajustados y nuestro escudo para sortear diferentes obstáculos que pueden acabar con nosotros. Todo ello unido a zonas donde varios enemigos van a tratar de atacarnos mientras intentamos saltar.
El apartado sonoro es bastante curioso, ya que hace gala de una selección de temas que parecen sacados de los años 80 del siglo pasado. Mucho sintetizador y ritmos electrónicos que se unen de forma perfecta al ambiente frenético que componen los escenarios. Desgraciadamente, no vamos a encontrar un tema que se nos quede grabado en la mente y que se convierta en una de esas canciones que van a trascender al juego.
Gunborg: Dark Matters viene perfectamente traducido al castellano, por lo que vamos a poder disfrutar de la historia que nos cuenta. Además, se puede disfrutar en modo portátil, por lo que jugar a este título en Nintendo Switch es un acierto si se quiere jugar en cualquier sitio y en cualquier momento.
Gunborg: Dark Matters. Don’t stop me now
No vamos a deciros que Gunborg: Dark Matters sea un juego realmente imprescindible para todos los amantes del género metroidvania, pero si podemos asegurar que los fans van a disfrutar de un juego que intenta llevar un poco más allá este género y quiere que el jugador demuestra que es habilidoso a la hora de superar los distintos desafíos que se nos ponen por delante.
Un juego que pueden disfrutar tanto los jugadores más veteranos como los más jóvenes, Gunborg: Dark Matters es de esos títulos que no van a hacer que el que decida apostar por él se sienta defraudado. Acción frenética y música electrizante para un metroidvania que va a hacer las delicias de los fans y los no tan fans.