Portada » Análisis » Análisis de Enraged Red Ogre

Análisis de Enraged Red Ogre

Si sois de esa gente que recuerda WiiWare, seguramente os suene Zombie Panic in Wonderland, un shooter arcade en 3D realizado por el estudio español Akaoni Studio (que luego recibió versiones con extras en 3DS y Switch). Ese mismo estudio nos trae ahora Enraged Red Ogre, un título protagonizado por el oni del logo del estudio y que apuesta por una aventura de plataformas y acción 2D ambientada en el folclore japonés.

A mamporros en Enraged Red Ogre

Había una vez dos ogros que eran amigos. Sin embargo, uno de ellos anhelaba vivir entre humanos, así que su compañero le ayudó a urdir una estratagema para quedar de héroe delante de las personas, y así poder cumplir su sueño. Tiempo ha pasado, y una legión de yokais se acerca hacia la ciudad en la que vive este ogro, Akaoni, por lo que toca investigar cuál es la causa de este desastre y proteger a la aldea.

Además de la aldea, que es un escenario en el que hablamos con sus residentes y compramos curativos y cambiamos coleccionables por mejoras de salud y maná, el juego se compone de varias fases a las que podemos acceder desde un mapa. Estas fases tienen una extensión considerable y a veces bifurcaciones, por lo que una vez que hemos desbloqueado ciertos puntos de control (que también nos permiten curarnos), podemos acceder a los mismos desde el mapa para no tener que repetir todo el camino. Además hay otros puntos de control en las fases que, pese a no ser punto de teletransporte, nos permiten no tener que repetir mucho camino en caso de morir.

Nuestro héroe recorre estos niveles armado de una porra con pinchos y la capacidad de saltar y “planear” en el aire, aunque poco a poco consigue más habilidades que permiten mejorar su movilidad y conseguir acceso a nuevas zonas. Entre estas habilidades encontramos la posibilidad de activar mecanismos en las plantas, un culetazo o un disparo, que vienen acompañadas además de powerups temporales de carácter elemental que algunos enemigos sueltan. El movimiento del personaje es ágil, especialmente si usamos con cabeza un placaje al estilo Wario que nos permite además correr tras su ejecución.

Revisitar no duele

El desarrollo del juego es lineal pero a la vez no. Es algo que ya hemos visto en algunas aventuras como Shantae Half Genie Hero, y combina fases tradicionales lineales con elementos metroidvania que nos permiten dentro de cada una de esas fases acceder a nuevas zonas, a veces para avanzar, y otras para encontrar secretos, generalmente dinero o coleccionables. El juego nos muestra siempre el progreso de tesoros en cada nivel desde el mapa, y además nos ofrece un reto interesante para los más competitivos (que no afecta al 100%), un modo desafío de combo. Este modo se puede activar al entrar en una fase ya visitada y nos permite intentar hacer una cadena de derrotar enemigos lo más larga posible hasta que lleguemos a lo que se marque como meta.

Todo este desarrollo, que nos va poco a poco ofreciendo más o más fases, nos garantiza un mínimo de seis horas de aventura, aunque según el nivel de habilidad, lo que decidamos explorar y nuestro afán de sacarlo todo, ese número puede llegar perfectamente a duplicarse. Eso sí, el tiempo pasa volando y es que el control del personaje es bastante bueno y cómodo, aunque hay ciertos aspectos de pulsación de botones (como pulsar arriba para escalar solo cuando hace falta o la pulsación del planeo) a los que hay que hacerse porque difieren un poco de lo visto en otros juegos más recientes. Y a lo que también hay que hacerse es a tener un poco de paciencia y recordar caminos explorados, pues algunos coleccionables si no nos pueden dar un pequeño quebradero de cabeza para ser encontrados.

A nivel artístico encontramos una apuesta llamativa. Estamos ante un título con pixel colorido y con detalles bien definidos, con ememigos bien representados y animaciones más que correctas. La música también mezcla el estilo retro con alguna melodía al estilo japonés, con incluso algún tema vocal cantado en dicho idioma. El rendimiento es aceptable y no hemos encontrado bugs que afecten gravemente a la experiencia, por lo que nuestras únicas preocupaciones van a venir del desafío en sí y no de aspectos externos al mismo.

Enraged Red Ogre es una oda al pasado pero realizada a día de hoy, con las mejoras de control que eso supone. Puede ser algo difícil para algunos jugadores porque requiere aprenderse ciertos patrones y acostumbrarse a hitboxes y tiempos de recuperación particulares (no es que funcionen mal, es que están muy ajustados), por lo que nos hubiera gustado ver alguna opción de accesibilidad y para facilitar la búsqueda de coleccionables. Si os gusta la ambientación japonesa y los juegos de plataformas, acción y exploración de estilo retro, este título sin duda os convencerá

Versión del juego analizada: 1.0.2

 

Resumen
Coger el mando y jugar de una manera sencilla y a la vez satisfactoria es algo que a día de hoy se agradece. Tiene algún aspecto al que hay que hacerse y una dificultad que no es para todo el mundo, pero terminarlo nos deja con un buen sabor de boca.
8
Notable
Escrito por
Pikmin de nacimiento y strawhard de corazón, colecciono monedas DK por diversión.

¿Te ha gustado?

0 0

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no es necesaria. Los campos obligatorios están marcados *

Usted puede usar estos HTML Etiquetas y atributos: <a href="" title=""> <abbr title=""> <acronym title=""> <b> <blockquote cite=""> <cite> <code> <del datetime=""> <em> <i> <q cite=""> <s> <strike> <strong>

Contraseña perdida

Por favor ingrese su nombre de usuario o dirección de correo electrónico. Recibirá un enlace para crear una nueva contraseña por correo electrónico.

Registrarse