La nostalgia siempre nos invade, y por ello los remakes, remasters y juegs inspirados en el pasado no paran de llegar. Si nuestro fuerte eran los plataformas de Nintendo 64, con juegos al estilo de Banjo-Kazooie, Cavern of Dreams os va a sacar una sonrisa. Eso sí, estamos ante una producción mucho más modesta, con una duración sobre las 5 horas (o algunas más si vamos a por el 100%).
Huevos sin Stop and Swop
En este título nos ponemos en las escamas de un pequeño dragón llamado Fynn, cuyos hermanos (aún en huevos) han sido capturados y nuestro deber es salvarlos. Para ello vamos a entrar en un lugar singular en el que conoceremos a la maga Sage, que nos ofrecerá nuevas habilidades y cuidará de nuestros hermanos conforme los vayamos rescatando. Esto se hace en el lobby central del juego, que se puede explorar para llevarnos a diferentes puertas que nos llevan a cuatro niveles en los que nos esperan desafíos varios para conseguir más huevos y otros coleccionables (como tarjetas de personajes o 40 champiñones).
Todo el juego está en inglés, y de vez en cuando hay varios diálogos interesantes, pero por desgracia no es lo habitual y eso falla para construir un mundo y trasfondo sólido, incluso aunque la historia sea ligera. Por suerte las tarjetas y el propio diseño de personajes sí sirven para dar algo más de carisma al mundo.
Nuestro dragón comienza con pocas habilidades, pero como en buen juego de este tipo, vamos a ir consiguiendo más técnicas conforme avancemos, lo cual nos permite acceder a nuevos lugadres y movernos más rápidamente por los diferentes entornos. Obviamente sabemos saltar y golpear con la cola al poco de empezar, con un control qeu se siente algo rígido, y poco a poco llegaremos a conseguir nuevos movimientos o incluso a poder planear, momento en el que el juego se vuelve mucho mejor al tener un control mucho más libre.
Cavern of Dreams está a pequeña escala
Una de sus peculiaridades es que no hay combates, es decir, no tenemos enemigos a los que pegarles por el camino. Si tenemos trampas, obstáculo y muchos puzles del escenario, que tenemos que utiizar para encontrar los huevos y coleccionables. Pese a que esto no es un problema para algunos jugadores, para otros puede hacer que los viajes de exploración se queden algo vaciós en ocasiones.
A nivel gráfico estamos ante un calco de como sería un juego de Nintendo 64 con una resolución actual. Vamos a ver vertices de polígonos a raudales, algunos elementos planos, objetos que parecen 3D pero que realmente son 2D y que giran con la cámara, … es decir, pura experiencia retro, aunque es cierto que sí que echamos en falta que la cámara fuera más amigable. Con su sonido ocurre lo mismo, con melodías diferentes que nos recuerdan a los trabajos de Kirkhope y con efectos grabados con una calidad y detalles similares a la de antaño.
Cavern of Dreams es un buen ejemplo de juego retro lanzado a día de hoy que entretiene, pero se queda simplemente en eso. Quizás sea una buena entrada para ponerselo a los más jóvenes antes de soltarles aventuras como la del oso y el pájaro o de Mario en 3D, pero para los duchos en el tema se queda algo escaso. Eso sí, lo que ofrece es consistente y sólido una vez que nos hemos hecho a los controles iniciales, y el factor nostalgia siempre ayuda a que la experiencia sea algo mejor.
Versión del juego analizada: 1.0