Viendo los últimos acontecimientos sucedidos en la actualidad moderna, para muchos no es difícil de imaginar que el fin de la civilización esté más próximo de lo que cabría pensar. Por eso Golf Club: Wasteland llega a nuestras Nintendo Switch para mostrarnos, entre partidas de golf, como podría llegar a ser esa posible nueva humanidad.
Golf apocalíptico
Golf Club: Wasteland es una mezcla entre aventura narrativa y juego de golf en dos dimensiones. Nos encontramos en un futuro postapocalíptico, en el que todos los recursos de los que disponía La Tierra han sido extinguidos y/o destruidos y la población mundial se ha visto obligada a emigrar a Marte para seguir existiendo. Ahora, La Tierra se ha convertido en un recinto turístico para ricachones en donde pasar sus vacaciones jugando al golf, sobre ruinas que antes llamábamos hogar.
La jugabilidad de Golf Club: Wasteland, como ya hemos adelantado, es en 2D horizontal. Mediante una barra calculamos la potencia y la dirección de nuestro lanzamiento. Lo cual habrá que medir muy bien para sortear los obstáculos de los escenarios, que no son los típicos que encontramos en cualquier juego de golf. Los escenarios se sustentas sobre las ruinas de una extinta civilización, lo que supone llevar la pelota a través de restos a diferentes niveles de altura, viejas maquinarias y escombros que nos bloquean el paso.
Así, la jugabilidad opta por una vertiente arcade del golf, por lo que nos debemos olvidar de los tecnicismos ya que simplemente se trata de llevar la pelota de un punto a otro. El desafío consiste en ir esquivando obstáculos y en dominar la física de la bola para saber calcular el lanzamiento. Por lo tanto, la dificultad viene sujeta a los mismos obstáculos, por lo que no es un reto para nada elevado.
Pero realmente lo que de verdad nos ha llamado la atención de Golf Club: Wasteland es su componente narrativo, muy por encima de su apartado jugable. A través de una radio se nos cuenta, durante nuestras partidas de golf, la historia que ha acontecido a este apocalíptico mundo. Y es interesante porque el trasfondo se nos cuenta de manera original, a través recuerdos, canciones olvidadas, noticias… es decir, haciéndolo de forma no esquemática.
El apartado gráfico presenta una estética minimalista, con un acabado limpio de los diseños y un tono como de luz de luna que dota lo que vemos de un brillo especial. En cuanto al apartado sonoro, se lleva el protagonismo del juego, con melodías sobrecogedores y narraciones de calidad y de gran interés. La duración del Golf Club Wastleland es bastante escasa, pues presenta alrededor de 30 hoyos que en hora y media pueden ser superados.
La visión del golf que aporta Golf Club: Wasteland tal vez no satisfaga las expectativas de los amantes del deporte ni ilusione al jugador promedio más allá del simple entretenimiento. Pero para aquellos que quieran disfrutar de un nuevo punto de vista, a la par que de un original concepto del mundo postapocalíptico que le depara a la humanidad, es posible que encuentren interesante al título.