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Análisis de Bass Pro Shops: The Strike – Championship Edition

Como tantas y tantas cosas, lo de los videojuegos también es cíclico. Hace poco vimos el regreso de los juegos de tenis, donde Mario Tennis Aces resultó ser un más que digno regreso; ahora es el turno, parece ser, de los simuladores de caza y pesca, con ya varias propuestas en Switch. Entre ellas está este Bass Pro Shops: The Strike – Championship Edition, prácticamente el mismo juego que ya pudimos disfrutar en Wii y que, como en aquel entonces, hará uso de los sensores de movimiento de la máquina, aunque con resultados tremendamente insatisfactorios.

De pesca por los EE.UU. de 2009 o antes

Bass Pro Shops: The Strike, al igual que ocurre con los juegos de la serie Rapala, tiene detrás una gran licencia, algo que se nota en los distintos aparejos de los que hace gala, pero también, como ocurre con determinados productos promocionales, corre el riesgo de ser poco más que un escaparate para estos, como así fue hace años y sigue siendo.

Estamos ante un juego de pesca que presenta 10 lagos americanos reales que descubrir a bordo de nuestra lancha, también con licencia oficial, y donde tirar la caña para capturar a alguna de las 11 especies de peces que viven allí. En Nintendo Switch, además, cuenta con la opción de jugar con los controles por movimiento, y no solo eso, sino que su versión más completa incluye una caña de plástico donde acoplar los Joy-Con. Asimismo, nos da la opción de disputar pruebas multijugador para hasta 4 personas en una misma consola, algo muy de agradecer, aunque aquí no tanto. Y esto es todo lo bueno que podemos decir.

Enseguida empiezan las decepciones, tanto para los fans de los juegos de pesca, que los hay (me incluyo), como para quienes solo hayan tocado esta disciplina en The Legend of Zelda.

La pantalla de inicio ya deja entrever que lo que nos espera más adelante no es un juego de 2018, ni de hace 10 años, si apuramos. Poco más que una imagen estática con un efecto de ondulación que es indigno hasta de los menús del Wave Race 64 es la antesala perfecta a un pobre editor donde crear a nuestro alter ego definiendo su género, edad, cara, pelo, vello facial y ropa; pueden parecer bastantes parámetros, pero es que cada uno cuenta con limitadísimas alternativas, por lo que no gastaréis demasiado tiempo aquí, tampoco lo que veamos después en pantalla nos resultará muy agradable.

Entrando ya en los modos, aquí es donde Bass Pro Shops: The Strike – Championship Edition más destaca, aunque cuando profundicemos en ellos… Ya sabéis.

Su modo principal y alma del título es carrera. En él primero contaremos con un presupuesto limitado con el que comprar una caña básica, un carrete, sedal y cebos, que los hay a montones y para diferentes situaciones: mosca para superficie, cucharilla, vinilos… Aquí es donde la licencia Bass Pro Shops saca pecho con fieles recreaciones de sus productos que además tienen utilidad real en el juego. Siempre podréis intentar pescar una perca americana con una mosca, pero si pica, que no lo hará, a la hora de dar el tirón para anclarle el anzuelo a la boca, se soltará. Por ello será importante saber con qué cebos se pesca a qué peces, algo que iréis aprendiendo sobre la marcha.

En el modo carrera al principio solo tendremos disponible un lago y para desbloquear otros lo primero será ganarnos una reputación para así desbloquear el campeonato asociado a esa localización. Para hacerlo habrá que pescar y esto es casi lo peor del juego, y eso, hablando de un juego de pesca es, simplemente, inaceptable.

Los peces se encuentran casi siempre repartidos en bancos y podremos rastrearlos tanto con el sonar como simplemente observando las boyas que marcan estos lugares. Llegar es lo mejor de Bass Pro Shops: The Strike ya que las lanchas responden bien y, si decidimos perdernos por los lagos, encontraremos lugares únicos con algún elemento curioso, como caimanes, troncos con alguna forma particular… Nada especialmente llamativo pero siempre mejor que nada. Sin embargo es ya a la hora de lanzar cuando se nos caerá el alma al suelo. Para tirar habrá que cargar y lanzar tratando de hacer coincidir nuestros movimientos con unas zonas verdes; si lo hacemos bien, el tiro irá exactamente a donde habíamos apuntado. Hay 3 estilos para lanzar: desde arriba, desde abajo y de lado, pero que no influyen en nada más que en la parte estética, que tampoco es la panacea. Cuando el cebo cae toca recoger esperando llamar la atención de algún pez. Si lo logramos, este se lanzará a por él como un zombi a por el cerebro de un empollón, sea cual sea su especie.

Y si tratar de que piquen es igual para las 11 variedades de peces disponibles, sacarlos a la superficie no será distinto. Tirón para clavar el anzuelo y minijuego al canto. Siempre el mismo, sin excepción, ni siquiera para el pez legendario que se esconde en cada lago. Primero habrá que estar atentos a la tensión de la línea, para lo que moveremos la caña a un lado u otro, y luego, cuando esta baje, recogeremos sedal, así iremos cansando al pez poco a poco hasta agotar todas sus barritas de resistencia. Una solución muy artificial para un videojuego que se jacta de ser, y cito textualmente de la propia web de la franquicia, un título con “entornos basados en auténticos lagos y con un atractivo gameplay con un preciso comportamiento de peces y cebos”. Casi nada. Los cebos puede, aunque aquí echamos en falta una pesca más tranquila con veleta y refrescos, pero el comportamiento de los peces es lamentable. Básicamente, diferenciar a unos de otros por sus hábitos es que unos están más arriba que otros. Hasta Ocarina of Time cuidó más esto.

No se asustan, no se interesan por su entorno, no se dispersan al llegar nosotros con la lancha, no se lo piensan dos veces si ya han logrado zafarse una vez… Nada indica que sean, o simulen ser, seres vivos. Repito, es algo que sí hacía un juego de Nintendo 64.

Pero bueno, aunque así sea, quizás el imitar el lanzar una caña, recoger sedal y luchar gracias a los Joy-Con le haga sumar puntos, ¿no? Al contrario, su implementación es horrible, hay que pulsar botones para empezar a lanzar, los movimientos da igual cómo los realicemos y hay cosas imposibles como recoger sedal, sin contar que no trasladará correctamente para qué lado estemos tensando o destensando, por lo que nunca será una opción viable. Un añadido que resta.

Siguiendo con el modo carrera, si ganamos la reputación necesaria y hacemos un buen papel en el campeonato, además de recibir dinero con el que equiparnos mejor o comprar otra lancha, también desbloquearemos otro lago. Eso será así en los 10 entornos presentes, con alguna variación como que algún que otro pescador nos proponga pescar algún pez más grande que el suyo o similar.

Le sigue invitacional, que no es sino la opción de entrar directamente a un campeonato que previamente hayamos desbloqueado.

Pesca rápida, como su nombre indica, es saltar directamente a un lago y echar la caña. No habrá límite de tiempo ni de capturas, estaréis solos vosotros y esa parca y olvidable naturaleza.

Desafíos es donde se esconde el multijugador local para hasta 4 personas. Este consiste en carreras de lanchas y en pruebas de puntería. Estas pruebas son entretenidas, sobre todo si no tenéis cogido el truco del lanzamiento perfecto, porque si así es no tendréis problema alguno en superarlas. Las carreras en lancha mejoran bastante la experiencia. En ellas competiremos contra otro piloto por ver quién alcanza antes la meta en pistas con troncos de por medio, banderines, giros imposibles… Bien hasta que caemos en que es solo contra otro piloto, ¡pero si es para 4 jugadores! Sí, pero las dos modalidades están pensadas para que primero juegue uno, luego otro, otro y otro y comparar tiempos. Gana alguien, lo pone en pantalla y a otra cosa. Todo está desbloqueado y dudamos que queráis superar vuestros propios récords.

También habrá una sala de trofeos donde rememorar vuestras proezas, un garaje donde guardar nuestras lanchas (hay diferencias entre ellas en cuanto a equipamiento), un menú en el que consultar nuestras estadísticas y un tablón en línea para ver las de otros. Nada mal si lo juntamos todo aunque todo sea tan decepcionante, menos las carreras de lanchas, si al menos pudiéramos competir en tiempo real contra otra persona…

A río revuelto…

O lago, da igual. Bass Pro Shops: The Strike – Championship Edition no ha sabido aprovechar su licencia como tampoco lo supo hacer hace casi 10 años en Wii, donde al menos sí se manejaba decentemente usando los giroscopios. En Nintendo Switch estamos hablando de un juego que se ve viejo y se juega viejo, con pocos peces para tantos aparejos y con una presentación indigna de estos tiempos. Además está en inglés y cuenta con unos subtítulos que desaparecen al segundo de mostrarse en pantalla, ni eso se ha tocado desde 2009.

Si os gustan los juegos de pesca, volved a Wii o contentaos con los juegos que la traen en forma de minijuego, pero pensáoslo mucho a la hora de adquirir este título.

Resumen
Bass Pro Shops: The Strike - Championship Edition es una buena muestra de cómo no traer un juego de hace casi 10 años al presente. En Wii no fue ninguna maravilla y ahora, con menos competencia, tampoco logra brillar en absoluto. Únicamente recomendable para muy, muy fans de la pesca digital y por aquello de traer una caña de plástico.
4
Pobre
Escrito por
Señor Bichos para ti.

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