El desarrollo de Owlboy ha sido peculiar. Es uno de esas producciones que se retrasan más de lo que todos desearíamos y que nunca caen en el olvido debido a las expectativas que despierta su presentación. Lo normal es que estos desarrollos tan largos acaben mal y no cumplan las expectativas de los aficionados. Pero el caso de Owlboy es diferente porque vaya si ha cumplido. Ahora llega a nuestras Nintendo Switch así que no te pierdas nada y continúa leyendo.
Otus es Owlboy
Owlboy es un juego de acción y plataformas en 2D a la vieja usanza. Nos encontramos en una sociedad compuesta por islas flotantes habitada por animales con forma antropomórfica de todo tipo, donde el liderato de la misma recae en mano de los sabios y milenarios búhos, los cuales no pasan su mejor momento como raza.
Nosotros somos Otus, un joven búho incapaz de hablar, ya que es mudo, y no alcanza las expectativas que sus congéneres depositan en el por lo que le convierten en blanco de burlas y desprecios. Nuestra aventura comienza cuando una banda de piratas asalta nuestro poblado y roba una de las reliquias que controlan el equilibrio de las fuerzas que ponen orden a la vida tal y como la conocen sus habitantes. Es aquí cuando emprendemos un viaje para evitar que el mal y la destrucción se ciernen sobre todos.
¿Qué tienes dentro, pequeño?
Posiblemente varios de los aspectos de esta historia os resulten familiares y penséis que Owlboy no es más que una nueva reiteración de épocas pasadas bien hecha. Pero Owlboy es más que eso. Para empezar la historia cuenta con elementos que la hacen genuina para el espectador. Pequeños detalles ahí y allá que nos hacen cogerle cariño a esta historia y a sus protagonistas.
Es memorable ver como los héroes de esta historia son los antihéroes por definición. Seres ninguneados y que nadie aprecia o tiene en cuenta por el simple hecho de ser como son sin explicación aparente. Llegados a un momento de la aventura hasta ellos se preguntan por qué tienen que pasar por todos esos peligros y no otros, ¿Qué es lo que ha causado que se encuentren en el centro de la tormenta? Posiblemente estos pequeños de autoestima tengan mucho más que los demás dentro.
También es interesante como las distintas situaciones en las que nos vemos metidos en la historia se intercalan con la propia jugabilidad. Este recurso tan original dota a Owlboy de frescura y consigue que nos enganchemos sin remedio.
La unión hace la fuerza
Otus no está solo en su misión de evitar la destrucción del mundo. Owlboy es la definición de la explicación de “la unión hace la fuerza”. Otus puede volar como ave que es (aunque tampoco lo hace muy bien), puede placar a los enemigos consiguiendo aturdirle tan solo durante escasos segundos y puede agarrar y cargar con objetos. Esta última habilidad es la que le va a permitir que sus compañeros le acompañen en sus vuelos.
A medida que avanzamos se unen a nuestro grupo más compañeros. Solo podemos cargar con un compañero y para cambiarlo de manera inmediata solo necesitamos apretar un botón. Cada uno cuenta con habilidades diferentes que os invitamos a descubrir por vosotros mismos y la combinación de sus habilidades en necesaria hasta para los combaten más cotidianos.
La jugabilidad consigue superar nuestras expectativas. Owlboy se siente fresco, tiene las suficientes ideas propias como para no sentirse copia de nada. Consigue mantener la emoción a pesar de que las bases se mantienen desde el comienzo de la aventura, momento desde el que empieza a sumar y a sumar componentes. Todo aderezado con combates finales intensos, fases que son puzles en sí, buena cantidad de enemigos y dosis de sigilo.
Nuestro destino está decidido
También tenemos que mencionar cierta contradicción en el planteamiento jugable que Owlboy propone. Por un lado crea un mundo con vida propia, con sus propios habitantes y reglas, pero por otro lado resulta un juego bastante lineal. Es curioso que el propio juego es quien nos invita a explorar, o volver a visitar, las distintas localizaciones que componen la aventura para luego encontrarnos con que no hay nada que hacer, o casi nada. Owlboy no sabe crear vida más allá de la propia historia que quiere contar.
También resulta paradójico que una de las habilidades principales de nuestro protagonista sea poder volar y la mayor parte del juego tenga que hacerlo entre paredes estrechas que marcan el camino a seguir.
Superar la historia de Owlboy nos va a llegar alrededor de 8 horas. Luego solo nos queda conseguir todas las monedas que se hallan escondidas en los escenarios. Estas monedas nos sirven para conseguir mejoras (salud, armas) y atuendos los cuales no son indispensables para acabar el juego.
Qué bonito pajarito
En cuanto al apartado artístico, gráficamente Owlboy es un título impecable. ¿Es posible que Owlboy sea el juego con gráficos 2D a base de sprites más bonitos que se hayan hecho? Nos cuesta recordar otro con una calidad superior. No solo por el acabado que tiene y por la cantidad de detalles que inundan la pantalla. Donde más brilla con luz propia es los pequeños detalles. Sí, en esos elementos de la pantalla que no influyen en absoluto en la jugabilidad. Esos pequeños detalles que muchos pensarían que son innecesarios por el trabajo extra que supone realizarlos pero que están ahí para maravillar nuestra vista. El resultado es la creación de un mundo que parece que tiene vida propia, donde todo parece seguir su curso sin necesidad de estar presentes
En cuanto al apartado sonoro este despierta nuestros sentidos desde la pantalla de título. Owlboy posee una calidad y variedad de melodías sobresalientes. El toque trepidante que da a los combates, lo épica que otorga a los momentos claves, la forma en que nos hace estremecernos en los momentos más tristes son algunos de los ejemplos por que la música enamorará a más de uno.
Son los pequeños detalles lo que hacen de Owlboy un juego ejemplar. Su bonita fachada no es más que la punta del iceberg de un título que ofrece una jugabilidad fresca y cargada de diversión al mismo tiempo que sabe mostrar todo el cariño que se ha puesto en hacerlo durante todo su desarrollo. Owlboy es una compra obligatoria.