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Mugsters

La desarrolladora finlandesa independiente Reinkout se ha aliado con Team17, conocidos por ser los padres de Worms, para traer a Nintendo Switch Mugsters, un curioso, sencillo, atípico y carismático juego que basa su jugabilidad en la acción, las físicas, los puzles y las explosiones.

Al rescate de la humanidad

Mugsters empieza poniéndonos en medio de una isla donde vemos que hay alienígenas de dos cabezas que vienen a por nosotros, coches y humanos retenidos en cámaras criogénicas. Porque, como sabremos aunque no se nos cuente explícitamente, la humanidad ha sido doblegada y esclavizada por una raza extraterrestre bicéfala que, además de tener muy malas pulgas, cuenta con varios tipos de armas para defenderse de nosotros, uno de los últimos salvaguardas de la paz en la Tierra.

Así, sin tutorial ni nada, será como empiece esta, en principio, alocada aventura que, como veremos enseguida, centra su jugabilidad en las físicas, y lo hace, normalmente, de forma muy acertada.

Con una vista isométrica recorreremos varias islas parecidas en colores y extensión (algunas varían su paleta cromática), pero muy distintas en cuanto a accidentes geográficos y estructuras hechas por la mano del hombre.

Asimismo, en estas encontraremos varios elementos comunes a todas ellas: vehículos, tanto terrestres como aéreos, y explosivos.

Sí, el hacer volar cosas por los aires es uno de los principios básicos de Mugsters, pero es solo uno de los medios para llegar al fin, que no será otro que liberar al resto de humanos rompiendo los tanques en los que se encuentran confinados (a pedradas, con explosiones a cierta distancia, con un coche…) y escoltándolos hacia su libertad.

El cómo y también el por dónde lo hagamos será, precisamente, la gracia de todo el asunto.

Libertad creativa

En Mugsters debéis tener una cosa muy clara y es que nunca, repito, nunca, hay un único camino.

Cuál escojamos, por otra parte, hará que unos objetivos sean más fáciles de conseguir que otros, porque, además de rescatar a gente, tendremos que recolectar cristales (necesarios si queremos abrir la zona final) o bien cumplir una tercera misión que variará de una isla a otra (llevar unas antenas a una posición, destrozar una zona arbolada, etc.).

Así, nuestro cometido a lo largo de las 25 fases que componen el juego será siempre similar pero nunca igual, de hecho, a veces habrá que pensar bastante hasta superar algunos de ellos, sin embargo, siempre acabaremos por romper cosas y matar aliens. Bien.

Lo divertido será hacerlo a puñetazos, atropellándolos, lanzándoles barriles explosivos, piedras o colmenas o incluso aprovechando el terreno a nuestro favor, saltando de un peñón a otro y haciendo que caigan en el mar o haciendo que los ovnis, de distintos tamaños y perseverancia, queden atascados entre las paredes de un desfiladero.

Esto suena muy divertido al principio, y lo es, pero lo cierto es que recurriremos a los mismos ardides una y otra vez.

Pese a ello, Mugsters divierte de principio a fin, y lo hace incluso más si jugamos a dobles. En este modo, además, algunas zonas varían un poco para adaptarse a que seamos dos jugadores humanos quienes estemos a los mandos. Si se mantuvieran inalteradas algunas serían ridículamente fáciles pues en el multi podemos “resucitarnos” si nos llegamos a tocar.

Gusto artístico

Con una jugabilidad tan simple como bien perfilada, el apartado visual debía estar a la altura, y así es.

Mugsters tiene un estilo gráfico inconfundible, tan simple como funcional y, a la vez, realmente bonito.

Tiene los justos detalles, el motor de físicas funciona casi a la perfección (solo los coches no acaban de quedarse quietos cuando los paras) y la música minimalista redondeada un conjunto arista y artísticamente bello que incluso se permite efectos como el del agua al pasar cerca de ella con la avioneta.

Mención aparte para las explosiones y la consiguiente metralla, un goce visual que además tiene sentido en la jugabilidad.

¿Al rescate?

Mugsters es un juego sencillo y directo, tanto, que en tu primera misión te plantarán en zona hostil y allá tú.

Esto juega tanto a su favor como en su contra, ya que antes de que llegues a la mitad del juego habrás visto prácticamente todo lo que puede ofrecer, la otra mitad será hacerlo con más pericia y en escenarios distintos, básicamente.

Aun así, nunca deja de ser divertido, no en vano va de conducir vehículos y hacer saltar por los aires alienígenas y estructuras de toda clase, ah, y de rescatar gente.

Su estilo visual es digno de mención, al igual que su casi inadvertida banda sonora que, sin embargo, ambienta a las mil maravillas y nos coloca en una especie de serie antigua de ciencia ficción.

Puede jugarse solo o a dobles en modo local y en ambos pasaréis un buen rato.

Además, cuenta con una base de operaciones en la que, desgraciadamente, hay poco que hacer, salvo ponernos alguna mínima prenda y dar vueltas con el coche.

Si buscas diversión y algún que otro pequeño reto y disfrutas con las explosiones, ni lo dudes.

Escrito por
Señor Bichos para ti.

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