El universo Touhou nació como un juego bullet hell de “naves” con chicas mágicas como protagonistas. Tras años de extensión y fama de seguidores de la franquicia de diversas formas, han aparecido muchos fan-videojuegos “no oficiales” con sus personajes de diversos géneros. El más reciente es Touhou Luna Nights, un metroidvania realizado por Team Ladybug (que tiene ahora mismo en marcha un proyecto de Record of Lodoss War que luce como un heredero de Symphony of the Night).
Bulletroid hellvania
Quizás la primera barrera de entrada que nos podeos encontrar sea la de preguntarnos “¿Puedo jugar a esto sin tener ni idea de su universo?”, a lo que podemos responder con un rotundo sí. Obviamente conocer a las chicas y su universo hace que todo tenga más sentido, pero al resto les basta con saber que la protagonista se llama Sakuya y que está en una especie de castillo repartiendo estopa (porque la trama tampoco es que sea profunda).
La manera de jugar es similar a la de esos juegos llamados metroidvania, pero con algo más de linealidad en su desarrollo, establecido por zonas. Por tanto, el backtracking entre zonas es solo para encontrar secretos y mejoras, el avance de la aventura es bastante lineal, basado en derrotar a un jefe de una zona e ir obteniendo habilidades que permiten pasar a la siguiente. Por tanto, aunque la exploración está ahí para el que quiera, lo que aquí prima es la acción.
Una de las cualidades de los Touhou originales la de conseguir puntos (Graze) si apuramos al pasar cerca de los disparos enemigos, algo que aquí se ha traducido en que recuperamos vida si estamos cerca de los enemigos sin sufrir daño (esquivarlos, vaya). Si obtamos por atacar y no esquivar, la recompensa son gemas que pueden usarse para obtener objetos curativos o mejorar a la protagonista
Luna Nights puede jugarse sin conocer la saga
Cuando empezamos a jugar, una de las cosas que más nos llama es la velocidad de los ataques, hasta el punto de que te sientes invencible, sobre todo si los haces a distancia. Pero eso se acaba pronto, ya que atacar consume maná (especialmente si es disparando) y este solo se recupera de tres formas: en un punto concreto del mapa, dejando que el tiempo pase (muy lento) o paralizando el tiempo momentaneamente con una habilidad y obteniendo Graze de los enemigos en pantalla.
Al final lo que tenemos es una mezcla de plataformas con puzles y ataques que consumen magia, además de un sistema de recompensa basada en “vivir al límite”. Todo ello acompañado de una habilidad para parar el tiempo que permite también andar por el agua, crear “plataformas” de objetos inmóviles y de varios jefes que requieren que sepamos conocer sus movimientos (y ver cuales interesa esquivar) y buscar el momento adecuado para atacar.
Todo esto se traduce en muy buenas sensaciones de control, aunque algo complejo de dominar para saber aprovechar bien el sistema de esquivas y recompensas. Pero el control del personaje es muy bueno, responde bien y es preciso. Además la mecánica del tiempo sabe explotarse muy bien de diferentes maneras y no cansa nunca. De hecho nos puede pasar al revés, que acabemos el juego “rápido” y queramos más, pues en unas seis o siete horas podemos acabarlo con el final bueno (hay varios).
A nivel audiovisual, todo sorprende y para bien. La estética es muy de arcade de los años 90, con ese stick y todo que aparece en los tutoriales, y con un píxel muy bonito y, sobre todo, fluido. La música va en consonancia con la acción bullet hell, de hecho está plagada de remixes de temas clásicos de la franquicia, por lo que funciona bien y nos acompaña en todo momento (sobre todo a los seguidores de este universo).
Touhou Luna Nights por tanto es un juego de acción lineal pero con toques de exploración metroidvania que destaca por su sistema de riesgo y por su acción rápida y fluida. Su historia es una excusa para existir y su duración nos deja con ganas de más, pero el conjunto es bueno. De hecho, la franquicia es un envoltorio para llamar la atención de los seguidores, el bombón que hay dentro sabrá satisfacer a todos los amantes de la acción retro con cierto reto.
