¿Qué nos puede ofrecer un juego como The Longing? ¿Hay que esperar 400 días sin hacer nada? ¿Cómo se juega a este peculiar juego? Estas y muchas más eran las preguntas que rondaban nuestras cabezas la primera vez que conocimos este título. Aunque todas las dudas desaparecieron en el mismo instante en que la cuenta atrás comenzó, dando inicio a una increíble y tranquila historia.
Sombra y el anhelo
Nuestra historia comienza encarnando a Sombra, un pequeño ser oscuro que debe cumplir una simple misión, la de despertar al Rey tras 400 días, en los cuales dormirá para recuperar sus fuerzas. Así se nos presenta un título que puede ser jugado de muchas formas y en el que cada partida es única.
Aquí es donde debemos hablar de la jugabilidad, ya que The Longing es un juego que nos ofrece varias formas de afrontar la aventura. Se puede iniciar el juego y esperar esos 400 días sin hacer nada, o se puede explorar y realizar diferentes acciones para conseguir que el tiempo fluya más rápido y conseguir alcanza uno de los múltiples finales lo antes posible. Sí, habéis leído bien, el juego posee múltiples finales que solo podemos conseguir tras hacer una serie de objetivos.
No vamos a destripar cuales son los finales disponibles, ya que es muy emocionante descubrirlos por uno mismo, aunque sí podemos decir que solo uno de ellos es el que se produce tras despertar al Rey una vez llegado a cero la cuenta final. Así, la exploración y la experimentación son una parte fundamental e imprescindible dentro de The Longing.
Este no es un juego difícil per se, pero sí que es un título que puede hacerse cuesta arriba para aquellas personas que deseen una aventura dinámica y con ritmo, ya que esta es una historia pausada y que premia la paciencia. Esto se debe a que solo vamos a poder alcanzar algunos lugares o vamos a poder conseguir un objeto importante tras esperar un determinado tiempo.
Un título inmenso
El apartado técnico de esta aventura podría ser considerado como un trabajo de artesanos, ya que todo está cuidado hasta el más mínimo detalle. Así nos encontramos con un apartado gráfico sobresaliente, donde todos y cada uno de los escenarios y personajes que componen The Longing está dibujados a mano, y con uno sonoro que nos acompaña de una manera espectacular y que ambienta la inmensidad que se nos presenta frente a nosotros.
Toda nuestra aventura transcurre de forma tranquila, sin sobresaltos y sin prisas, por lo que Sombra camina lentamente por todo el Reino Subterráneo, inspeccionando las maravillosas y sobrecogedoras estancias que vamos a ir descubriendo según exploramos. Una exploración que es primordial para conseguir que el tiempo fluya más rápido, ya que podemos leer los libros que vayamos encontrando o pintar cuadros gracias a los diferentes colores y los papeles que vamos a descubrir durante nuestro periplo.
The Longing cuenta con la posibilidad de usar la pantalla táctil, ya que su concepción original es el de un juego point&click, por lo que vamos a poder jugarlo al 100% solo con la pantalla táctil en modo portátil.
The Longing, un juego para jugar con tiempo
Otro de los puntos positivos de The Longing es que no vamos a tener que memorizar todos y cada uno de los rincones del Reino Subterráneo, ya que el título permite que marquemos las zonas que consideremos de interés para visitarlos más adelante. También podemos hacer que Sombra deambule de forma aleatoria por todas las estancias, aunque esta opción tiene una desventaja, ya que no recogerá todo lo que encuentre por el camino, así que siempre es recomendable estar atentos por donde va.
Solo podemos recomendar este título a aquellos jugadores dispuestos a disfrutar de un juego que requiere tiempo, ya que aunque las partidas pueden ser cortas, este juego está pensado para que sea un título de larga duración. Puede que la gente observe este título con recelo, ya que pensar que se debe esperar 400 días para pasarse un juego es algo inconcebible, aunque podemos asegurar que esos 400 días pueden ser muchísimos menos gracias a los finales secretos o incluso a la habilidad del jugador para conseguir que nuestra habitación esté decorada para que todo vaya más rápido mientras estamos dentro de ella.
