Tras The Red Strings Club, el equipo español de Deconstructeam vuelve a NIntendo Switch con The Cosmic Wheel Sisterhood, una aventura narrativa con muchas decisiones en las que las cartas juegan un papel fundamental. Seas o no un aficionado al tarot, si te gusta algo el misticismo o este tipo de propuestas vas a disfrutar con ella. Te contamos sus claves a continuación.
Baraja tu destino
En un mundo donde lo místico es 100% real, encarnamos a una bruja llamada Fortuna que se encuentra en el exilio en un asteroide por haber hecho la predicción de que su aquelarre iba a desaparecer (por extender el caos entre sus miembros más bien). Tras muchos años en la soledad, un behemoth le ofrece la posibilidad de crear su propia baraja para poder liberarse de la situación en la que se encuentra, aunque el precio a pagar no será poco.
Con esta base, tenemos una historia centrada en diferentes personajes, nuestras decisiones (que no son pocas) y en la reflexión sobre el futuro, las consecuencias de nuestros actos y en general, el libre albedrío. Todo esto llega acompañado de numerosos cambios en función de las decisiones que tomemos, y todas ellas las entendemos a la perfección gracias a que está todo en un castellano muy actual (aunque es cierto que cuando las letras son negras sobre claro nos hubiera gustado un poco más de tamaño o grosor en las mismas, pues son muy finas).
De esta manera, tras acabar la aventura nos esperan siete finales en función de varias de nuestras decisiones combinadas, pues no es simplemente que haya una o dos decisiones claves que decidan el desenlace. Todo al final tiene sentido con lo que hemos ido diciendo y consiguiendo a lo largo del juego, y también encontramos con esto un motivo para volver a jugar esta aventura de cerca de ocho horas de duración en el futuro.
The Cosmic Wheel Sisterhood y el camino a la libertad
Una de las claves del juego reside en las cartas, y es que para las lecturas utilizamos no una baraja tradicional, sino con otras cartas propias que hemos diseñado uniendo fondos con elementos para que tengan cierto significado. Obviamente este editor tiene un límite en lo que a significados se refiere (aunque da unas cuantas posibilidades) pero sí que es mucho más amplío en opciones visuales y estéticas, por lo que cada jugador a a tener seguramente una baraja única, especialmente al no poder repetir ciertos elementos entre cartas.
Con las cartas creadas y nuestra propia interpretación (entre varias opciones), haremos lecturas para los diferentes personajes que aparezcan a visitarnos. Es esto, junto con otras decisiones, lo que marcará el destino nuestro y de nuestros clientes. Por otra parte, también existe un pequeño minijuego relacionado con una campaña política, algo que también viene al dedo para valorar diferentes ideologías y hacer un poco de crítica.
A nivel audiovisual encontramos seguramente uno de lo apartados más destacados de este título. Un pixelart muy cuidado con buenos retratos de personajes, ilustraciones de cartas y elementos del escenario forman una mezcla muy atractiva, al que la música ayuda para crear, en definitiva, el ambiente cósmico y de relax que esperaríamos de un lugar en el que se leen las cartas de tarot.
A pesar de que pueda parecer una apuesta repetitiva día a día en la vida de Fortuna, en The Cosmic Wheel Sisterhood nosotros marcamos el momento de las visitas, el de creación de cartas y otros (una vez pasado el tutorial inicial), por lo que la aventura se adapta un poco a nosotros. Hay veces en las que pensamos que ciertas decisiones van a cambiar cosas y nos damos cuenta de que no, de que depende de un cómputo más global (y eso puede gustar o no), pero en general la sensación de elección es buena, y el juego nos hace pensar mucho sobre la vida y las decisiones. Eso sí, puede que partidas sucesivas (que el propio juego nos plantea como destinos alternativos) no resulten tan llamativas para alguna gente, y en general nos hubiera gustado ver algún cambio más en estas. No obstante, es una aventura narrativa imprescindible para los que disfruten con el género
Versión del juego analizada: XXX
