Wales Intercative suma una nueva aventura FMV (Full Motion Video) a su haber con la llegada de este The Complex, una película interactiva donde nuestras decisiones influirán en el devenir de la trama, aunque unas mucho más que otras como enseguida veremos.
Deicide
El joven director Paul Raschid (White Chamber) dirige este thriller de ciencia ficción escrito por Lynn Renee Maxcy (El cuento de la criada) con hasta 8 finales posibles dependiendo de nuestras respuestas y un novedoso sistema que registrará los rasgos de nuestra personalidad en base a dichas respuestas. Estas harán que se nos considere una persona más empática, fría, cercana, etc., algo que influirá en la suerte de terceras personas, llegando incluso a morir muchas de ellas por el camino.
The Complex es un videojuego/película calificado para mayores de 18 años precisamente por estas cuestiones aunque en verdad nunca llega a haber violencia como tal y, aun a riesgo de contradecir al organismo de calificación, los menores podrán disfrutarlo sin riesgo alguno, aunque es verdad que el tomar decisiones acerca de quién vive o quién muere puede hacerse duro, aunque por su formato nunca tendremos dudas de que estamos ante una obra de ficción.
Su trama gira en torno a unas nanocélulas que han sido introducidas en una trabajadora de un laboratorio de Londres, ciudad donde se desarrolla la acción. Estas han sido elaboradas en dicha instalación conocida precisamente como el Complejo, por lo que es fundamental que la paciente no salga y recuperar las nanocélulas de su torrente sanguíneo.
Sin embargo, un grupo terrorista entrará en juego, formado además por gentes de Kindar, un ficticio estado totalitario utilizado como terreno de pruebas de diversas armas químicas, y aquí es donde empiezan las primeras lagunas de The Complex.
Para empezar, la infectada ha estado toda la mañana viajando en transporte público y hasta ha sido grabada y su vídeo subido a diferentes portales, llegando incluso a hacerse eco varias televisiones del país, y ya está. Este incidente acaba aquí, ningún otro país se preocupa (aunque se nombra de soslayo), nadie más se contagia (sí, no se transmite por el aire pero aun así) y esta retorna casi por arte de magia al complejo, donde evidentemente se le atiende. Pero lo peor es que durante toda esta parte y en un buen trecho de la siguiente qué decidamos dará poco más o menos lo mismo, limitándose al último tercio (básicamente el desenlace) la obtención de los diferentes finales, algunos difícilmente tragables al cambiar radicalmente la personalidad de nuestra protagonista, la doctora Amy Tenant, interpretada por Michelle Mylett y acompañada magistralmente por Al Weaver, Rachel Petladwala y Kate Dickie, de quien, por qué no decirlo, esperábamos muchos más. Mención aparte para Kim Adis, que borda su papel ensombreciendo así el de la protagonista, que no termina de brillar en ningún momento.
Sin embargo, lo peor, como decíamos, es la sensación de que hay decisiones que tienen poco o nada que ver con el resultado final, habiendo algunas incluso que pueden resultarnos difíciles de adoptar en un momento preciso, recordándonos a los RPG orientales de los 90 y dos mil (y casi de hoy) donde las opciones estaban puestas por dar una falsa sensación de participación; por suerte podremos activar la opción de pausa en estas y pensárnoslo bien, y sobre todo de leer los subtítulos en castellano (se descargan al actualizar), aunque hay algún error en la traducción, hasta le cambian el género a uno de los protagonistas.
Pese a estos inconvenientes y a que los efectos visuales dejan bastante que desear o a que echamos en falta opciones en la interfaz como pasar al doble de velocidad, The Complex puede llegar a entretener y al acabarlo una vez podremos saltarnos secuencias repetidas aligerando así la posibilidad de descubrir todos sus finales (y su extra secreto). Estos, los finales, son, inevitablemente, de calidad variable, y ni siquiera el bueno es mejor que otros, pero es un final para una historia que huele un poco a novela de Michael Crichton pero que ni se asoma al abismo que hay entre producciones por un guion a veces inconexo, falto de una introducción y presentación de personajes mejor y con demasiados altibajos y soluciones poco ingeniosas ante los problemas.
