Konami vuelve a Nintendo Switch, pero no con una de sus franquicias insignia (las cuales esperamos con los brazos abiertos), sino distribuyendo un título indie llamado Skelattack, que combina un estilo visual de dibujo bastante llamativo con una jugabilidad de metroidvania algo lineal, una dificultad algo dispar y textos en inglés (con muchos diálogos).
Skully vs the humans
Nuestro protagonista es Skully, un esqueleto que tiene que defender su tierra de la invasión de los héroes humanos en una historia simpática (en la que quizás hay más texto del que podríamos esperar en un título así). Para ello cuenta con una buena espada y algunos movimientos propios de su género como el doble salto o el rebote entre paredes que funciona de una manera bastante distinta a lo que suele verse, lo que puede provocar alguna frustración al inicio. Las plataformas son el principal aliciente del juego, mientras que el combate es un añadido que, si bien se agradece, se hace demasiado sencillo y fácil de llevar.
La dificultad de los saltos está principalmente presente en obstáculos tipo pinchos, que acaban con nosotros de un solo golpe y nos va a tocar tirar de “ensayo y error”, aunque por suerte los puntos de control con bastante abundantes. Sin embargo, podemos entrar en un bucle de frustración ya que al “morir”, perdemos algunas de nuestras gemas (que se quedan al lado de nuestro lugar de muerte), lo que puede llevarnos a una cadena de muertes no deseada en caso de que queramos recuperarlas.
Skelattack y el horno no precalentado
Por otra parte (que para eso hay una barra de vida), encontramos que otros elementos, principalmente ataques enemigos, no nos destrozan de un solo golpe, por lo que puede que en ocasiones podamos perfectamente avanzar sin dilación sin riesgo a caer por no luchar. Quizás sea un equilibrio algo extraño el tema del daño, por lo que, como se dijo anteriormente, tenemos que ver el combate como un complemento y no como un pilar del desarrollo,. En total son cerca de unas 5 horas de juego y, pese a que al inicio el desarrollo es un poco lento, al igual que ocurre en otros títulos de su género, las nuevas habilidades que vamos aprendiendo y las batallas contra jefes aportan variedad y dinamismo al desarrollo
A nivel audiovisual nos encontramos un título bien dibujado en el que los elementos del escenario se distinguen bastante bien, con un mapa bien diseñado para las misiones secundarias, aunque se empaña un poco en movimiento por un desplazamiento de cámara algo extraño, que parece que pega tirones en ocasiones. Por su parte, la música acompaña bien pero no destaca.
Skelattack es una apuesta interesante, con una estética muy llamativa y unos personajes resultones. Puede suponer un reto si queremos conseguir todos los coleccionables, pero presenta algunos problemas que, solventados, habrían permitido que el conjunto fuera un producto muy a tener en cuenta en su género. No obstante, se hace bastante entretenido una vez que sabemos sus cualidades negativas.