El estudio Pastagames, autor de la versión de Nintendo Switch de Rayman Legends y de Maestro! Jump in Music (Nintendo DS) entre otros, nos trae ahora a Nintendo Switch junto a Playdigious Pix the Cat, uno de sus juegos que apareció hace unos años en otras plataformas. En esta ocasión nos esperan píxeles, colores y un arcade frenético.
Pix the cat, huevos y pollitos
El desarrollo del juego nos lleva a recorrer pequeños escenarios laberínticos en los que hay una serie de huevos y de dianas. El objetivo es recoger todos los huevos y, una vez recogidos, pasar por las dianas para dejar a los polluelos. Una vez hemos realizado la entrega, una abertura aparece en el mapa para darnos paso al siguiente, y así vamos recorriendo varios hasta que el tiempo se agote. La optimización del tiempo es clave para llegar lo más lejos posible, así como conseguir todos los huevos y crear un rastro con el que nosotros mismos no nos choquemos.
Cada escenario es más difícil que el anterior, y aquí no existe creación procedimental, por lo que debemos mejorar y conseguir avanzar de la forma más eficiente posible mientras los colores, zooms y música nos acompañan, creando así una mecánica muy adictiva que nos entra por los ojos, los oídos y los mandos. Según el tipo de jugador que seamos puede que echemos en falta una cruceta mejor en los Joy-Con, por lo que el Pro Controller puede ser una alternativa a tener en cuenta.
El título ofrece varios conjuntos de mapas que tienen un fin determinado, con rotación diaria para invitarnos a jugar durante varios días. La rejugabilidad es clave para dominar cada mapa, y podemos ayudarnos (o “picarnos”) con fantasmas de nuestras acciones previas o de otros jugadores, sean amigos, desarrolladores o los mejores del mundo.
Color y juego para todos
Existen tres modos de juego: arcade (del que ya hemos hablado), nostalgia y laboratorio, que nos ofrecen niveles más pequeños que hay que completar cumpliendo ciertas restricciones. Pero la cosa no se queda ahí, ya que existe también una arena para hasta cuatro jugadores, en la que hay que derrotar a los demás jugadores haciendo uso de los huevos del escenario.
El juego funciona bastante bien en Nintendo Switch tanto en portátil como en el televisor. Los colores son bastante llamativos, acordes al ritmo frenético de las partidas. Lo mismo ocurre con la música, por lo que es recomendable que si queremos dejarnos llevar utilicemos cascos.
Pix the Cat es un título que ofrece pequeñas partidas perfectas para sesiones cortas de juego, ya sea en solitario o en compañía. Puede ser algo repetitivo, pero su atmósfera está construida de tal forma que nos invita a jugar una y otra vez y a que acabemos echando más tiempo del que originalmente habríamos pensado.