Varias son las empresas que están dedicando parte de sus esfuerzos a hacernos rememorar de la mejor forma posible tiempos pasados, que ya sabemos siempre fueron mejores, y entre ellas se encuentra First Press Games, que ha tenido a bien cedernos una copia en formato físico (eso no se ve todos los días en este mundillo) de uno de sus últimos lanzamientos: Blazing Rangers. A continuación y antes de pasar a su análisis propiamente dicho, tenéis un vídeo con todo lo que trae y con media hora de gameplay capturado directamente de una Nintendo Entertainment System
¡Apágalo!
Como no podía ser de otra forma, Blazing Rangers es un juego sencillo de naturaleza arcade, no en vano está destinado a una consola de 8 bits como es la NES, tanto es así que solo habrá dos maneras de jugar a esta ya pequeña joya: en hardware original o mediante emulación. Sí, porque aunque sus responsables, la propia gente de First Press Games y el desarrollador del juego, Karu_gamo, han lanzado el título en itch.io, lo que ahí hay disponible es una ROM, y por lo tanto no quedará otra que tirar de algún programa compatible, que los hay a patadas.
Es parte de la magia de un juego que, por otro lado y entrando ya en materia puramente jugable, sorprende para bien y nos hace darnos cuenta de que no todo estaba inventado, aunque hablemos de una consola con casi 40 años a sus espaldas (madre mía, qué viejos somos). Sí porque lejos de ser el enésimo plataformas 2D o matamarcianos, el título que nos ocupa va de apagar fuegos con una manguera, una mecánica tan sencilla como entretenida y llena de posibilidades. Bueno, una manguera o una suerte de pistola de agua que, al contrario de la manguera, se irá gastando según la usemos y tendremos que rellenarla bombeando, todo esto mientras la pantalla se llena de pequeños conatos de incendio.
Una elección, manguera o pistola de agua, que será determinante a la hora de salvar a los pobres inocentes que han quedado atrapados en medio de las llamas, por las que además pululan toda suerte de monstruos que acabarán con nosotros con solo tocarnos. La manguera es más potente y acaba antes con todo, pero tiene un alcance limitado y no podemos sortear vallas con ella, mientras que la pistola es más débil pero nos deja movernos libremente. Por suerte también hay potenciadores que alargarán la manguera unos metros o que darán más potencia a la pistola, entre otros, como vidas extra o lluvia. Saber si merece la pena desviarnos a por el potenciador o ir con lo que tenemos a rescatar a los viandantes será solo elección nuestra.
Así durante los 32 niveles de dificultad creciente donde hay hueco hasta para jefes finales. Números nada desdeñables para un juego que además podremos disfrutar a dobles en cualquiera de sus dos modalidades, donde los cambios más reseñables son cómo se reinicia el tiempo (a más rescatados, más tiempo en la siguiente zona) y cómo y dónde aparecen los objetos.
En definitiva, un juego muy cuidado, más si optamos por alguna de sus ediciones físicas, y divertido incluso a día de hoy, aunque esté pensado para una máquina casi cuarentona.
