Las 3D estaban invadiendo el mundo con su, por aquel entonces, vetusta espectacularidad. Ofrecían cosas sorprendentes y sabiendo aprovechar sus virtudes visuales llegó el primer título incluido en este Klonoa Phantasy Reverie Series. Con una jugabilidad 2D tradicional en un mundo tridimensional lleno de giros, Klonoa se convirtió en un personaje querido de forma instantánea para los más plataformeros del lugar.
COLOR PARA TODOS
Es así como debe entenderse Klonoa Phantasy Reverie Series, como una recopilación de juegos que vivieron el nacimiento de los polígonos y los entremezclan para ofrecer unos plataformas sencillos y agradables de jugar para todos los públicos. Se incluye además un modo más fácil y posteriormente, tras finalizar el juego, otro más complicado que sin duda podría haberse habilitado desde el inicio para los jugadores expertos aunque bien es cierto que sus picos de dificultad desesperarían a más de uno.
Aunque limitado técnicamente, es mundo por momentos es muy bonito
Tanto en Klonoa como Klonoa 2, los títulos originarios de PSX y PS2 que se incluyen, encontramos la misma base jugable algo “más técnica” que la de los habituales plataformas. Aquí cualquier contacto físico con los enemigos nos daña por lo que recurrimos al golpe de viento para agarrarlos y lanzarlos contra objetos u otros enemigos. Incluso nos sirven de impulso para llegar a plataformas inalcanzables de otro modo. También se juega muchas veces con la profundidad de los elementos teniendo que lanzarlos sobre interruptores, objetos o más rivales ubicados en diferentes planos, distintos al nuestro, y aunque no se le saque mucho jugo sin duda fue un curioso añadido para salir de un desarrollo bidimensional puro.
PLATAFORMAS DE SU ÉPOCA
Por el camino, tenemos el primer Klonoa: Door To Phantomile mucho más comedido que su secuela, con un desarrollo sin sorpresas y de niveles con varias bifurcaciones o caminos alternativos aunque sin marcha atrás en más de una ocasión. Lo que, para conseguir todos los coleccionables, nos exigirá repetir fase sabiendo por donde ir si queremos obtener el 100%. Tarea que por otro lado no exige mucho más allá de sufrir algún punto algo frustrante por su dificultad mal equilibrada acentuada por unos niveles demasiado largos en el tramo final. Se echa en falta mayor agilidad general y aunque los combates contra los jefes finales aportan un punto de interés, el desarrollo la aventura ha quedado demasiado limitado teniendo en cuenta que además dura un suspiro. Dedicando entre 3 y 4 horas podremos completarlo con todos los coleccionables.
Debe entenderse como una recopilación de juegos que vivieron el nacimiento de los polígonos y los entremezclan para ofrecer unos plataformas sencillos y agradables de jugar para todos los públicos
Mejor ha soportado el paso del tiempo la segunda parte Klonoa 2: Lunatea’s Veil. Con el éxito del original, Namco supo ofrecer un más y mejor en todos los sentidos con fases de todo tipo y ritmo además de secciones más arcade dentro de los niveles. Muchas de ellas, bebiendo directamente de Crash Bandicoot todo sea dicho, se acompañan de unos giros y movimientos de cámara que necesitan algo más de mimo pero que son muy bien recibidos para la experiencia general. Persecuciones, carreras por rápidos, zonas de vuelo on-rails… y unos jefes, que siguiendo las pautas básicas también se antojan más elaborados y satisfactorios en mecánicas. Prácticamente se duplica tanto la duración del juego como su factor completista pero también conserva su dificultad desequilibrada y todos los “peros” de un diseño de niveles de la vieja escuela habitual en juegos modestos como estos. Sin duda una mejor iteración donde también la historia y sus personajes saben crecer.
Los jefes finales suelen presentarse en combates circulares.
UNA REMAKE CONFORMISTA
El objetivo de un remake es, entre otras cosas, actualizar un título caduco en algunos aspectos. Si bien su apartado jugable ha quedado prácticamente inalterado (ahora tenemos un modo cooperativo pero casi testimonial) para lo bueno y para lo malo, otra cosa es el aspecto técnico. Hace unos años vimos como Klonoa: Door To Phantomile tuvo una estupenda adaptación en Wii que sabía sacar partido de la máquina.
Técnicamente ofrece trabajo muy mejorable, nacido en Wii, que para nada llega a unos mínimos de lo que podría ser un remake de tan querida franquicia
¿Qué tenemos ahora Klonoa Phantasy Reverie Series? Aquella versión con nuevas texturas y un modelo (diferente según el juego) para el protagonista. Un trabajo muy mejorable que para nada llega a unos mínimos de lo que podría ser un remake de tan querida franquicia: baja carga poligonal, trabajo de texturas mejorable, iluminación pobre y todo lo que os podéis imaginar. La secuela toma ese punto de partida técnico dejando en evidencia muchas veces unas escenas de corte, más frecuentes, con un nivel de producción pobre que deslucen totalmente la narrativa y el diseño de personajes
El apartado sonoro muestra simpáticas melodías que acompañan, quedando lejos de las mejores del género y que en ocasiones contrastan demasiado con lo que ocurre en pantalla (sobre todo en Klonoa 2). Los efectos de sonido son simplemente funcionales y los gruñidos de los personajes en las escenas de historia podrían dar algo más de sí en una revisión como esta. Además, echamos de menos algún tipo extra como galerías o similares a desbloquear que alarguen y mantengan el interés por una serie que quiere volver pero sin mucha motivación.
Al producto le falta cariño y deja estampas muy mejorables.
