El miércoles tuvimos la suerte de asistir a la presentación de Endling – Extinction is Forever, un juego que llegará el 19 de julio a Nintendo Switch (además de a otros sistemas) y donde sus responsables, el estudio español Herobeat, quieren que lo pasemos bien jugando pero también y muy especialmente que nos concienciemos con lo que le está pasando al medio ambiente y las catastróficas consecuencias de muchos de los actos que nosotros como especie cometemos.
Tras unos 4 años en desarrollo, contando todos los niveles de la producción, llega al fin este Endling, término que en inglés también se utiliza para referirse al último individuo de una especie en extinción, y así será, porque encarnaremos nada más y nada menos que a una zorra embarazada, la última de su especie, aunque no seremos los únicos que estemos a las puertas de la desaparición. El porqué un zorro es tan sencillo como que es un animal que es tanto cazador como presa, además de ser ágil y hasta cierto punto inteligente, y el porqué de una zorra será porque tendremos cachorros al poco de empezar a jugar, y nada como los instintos protector y de supervivencia para plasmar lo que aquí se plasma.
En Endling habrá que sobrevivir y comportándonos como un auténtico zorro, algo que han tenido muy en cuenta en el estudio, deberemos buscar comida y refugio constantemente además de proteger a unos cachorros que harán las veces de indicadores de vida (tenemos tres y pueden morir) así como de “mejoras”, ya que adquieren habilidades que más tarde usaremos para, por ejemplo, conseguir más comida. Sí, porque sus creadores han querido darle un toque metroidvania a una aventura que normalmente se desarrolla en scroll lateral pero alternando otros puntos de vista y jugables, no en vano Inside y Shelter han sido sus dos grandes obras de referencia.
De hecho de estos títulos así como de las preocupaciones de sus desarrolladores nacen también unos pilares que podríamos resumir en permanencia, consecuencia y autenticidad. Quieren que quede poso, que seamos conscientes de que nuestros actos tienen consecuencias y también quieren recrear un comportamiento natural de un animal, hambriento y amenazado de muerte casi constantemente, pero un animal, no como lo que vemos en Disney u otros juegos.
Choca esta última cuestión con el apartado visual elegido, alejado del realismo, pero que por otra parte les ha permitido que Endling resulte sumamente atractivo ya a primera vista y además es una buena forma de referenciar un futuro posible. Un futuro que bien podría ser mañana o dentro de 30 años… o nunca. Porque si algo hemos sacado en claro de esta más que agradable y concienciadora presentación es de que siempre hay un rayo de esperanza, aunque deberemos esforzarnos para verlo. Esa es otra de las virtudes de un título que para sorpresa y alegría de un servidor no se limitará a presentar a los seres humanos como máquinas de arrasar desalmadas. Nada más lejos, aquí la gente será también una víctima más, de nuestras propias acciones, sí, pero habrá quienes sufran por trabajar en una granja de pollos ilegal pero a los que no les quede más remedio, por poner tan solo un ejemplo.
Es por todo esto y por otras cuestiones como que la banda sonora esté compuesta por el gran Manel Gil-Inglada e interpretada por Tina Guo y Rusanda Panfili (ambas violinistas de prestigio que han trabajado, entre otros, con Hans Zimmer) que no podemos sino mirar con emoción al próximo martes. Queremos, no, tenemos que proteger a esos cachorros.