Después de su paso por la realidad virtual llega a Nintendo Switch Jurassic World Aftermath Collection, un recopilatorio con los dos episodios que conforman la historia de este capítulo comprendido entre las dos primeras Jurassic World que pudimos disfrutar en el cine. Se pierden los sustos de verlo todo en VR y se simplifican algunos puzles, pero entretiene y salen dinosaurios, que eso siempre es un plus.
Viajar a Isla Nublar. Sale mal
Después de los sucesos ocurridos en Jurassic World, nadie se atrevería a internarse en Isla Nublar, donde los dinosaurios campan a sus anchas tras desactivarse los sistemas de seguridad; todos, menos nosotros, que hemos sido contratados por la doctora Mia Everett, con doblaje al inglés de Laura Bailey, ojo, para recuperar la investigación que como científica llevó a cabo durante años antes del desastre. Por supuesto, sale mal, y no tardaremos en estrellarnos y en quedar a nuestra suerte mientras velocirraptores (sobre todo) y algún que otro saurio nos dificultan ya no el recuperar esos documentos, sino el sobrevivir.
Por fortuna mantendremos en todo momento contacto por radio con la Dra. Everett, dando lugar a situaciones y diálogos que nos recordarán a lo visto en Firewatch pero sin ese nivel de profundidad y complicidad; no en vano esto es un juego de terror. Sí, se juega despacio, estaba pensado para VR, recordemos, pero aquí habrá tiempo para sustos y algún que otro puzle, aunque nos hubiera gustado que se salpimentara todo con algo de acción, pero no será el caso.
Con una vista en primera persona, Jurassic World Aftermath Collection va, básicamente, de abrir puertas, accionar equipos electrónicos a distancia y escondernos, algo que dicho así puede no sonar a mucho pero que nos dará algún momento de tensión. Una tensión que se perderá en parte por el estilo visual elegido, un cel shading minimalista con texturas planas, y por perder ese componente virtual que sí tenía en su concepción. Que un velocirraptor se gire a escasos centímetros de tu cara mientras estás parapetado bajo un escritorio y se abalance sobre ti puede dar canguelo en VR, en una tele a 3 metros del sofá o en portátil… ni un poco. Pero, cambios de formato al margen, sí que deberemos saber muy bien cuándo salir de nuestro escondrijo, qué aparato accionar a distancia para que los dinosaurios nos dejen el paso libre al ir a investigar y tendremos que aprender a escuchar. Parece una tontería, pero oír las pisadas será el mejor indicador para saber cuándo se acerca una amenaza, y cuando se aleja, consiguiendo que a veces incluso aguantemos la respiración y agarremos con fuerza el mando.
Una pena por otra parte que las mecánicas jugables queden relegadas a eso y que apenas se interactúe con nada. Abrir puertas o encender ordenadores será cosa de 2 o 3 minijuegos sencillísimos, aunque sí habrá un par (no más) de los de darle a la sesera, y los dinos se comportarán como los típicos malos de cualquier juego de sigilo, esto es, siguiendo siempre la misma ruta. Jurassic World Aftermath Collection no será por tanto un juego difícil, de hecho, hay puntos de guardado automáticos cada poco tiempo y si hay que tirar de ensayo y error, pues se tira, pero a veces sabe jugar bien sus cartas, aunque no vaya a sorprender realmente a nadie.
Y con todo, tras acabarlo dejará un regustillo bueno, sobre todo por la licencia que tiene detrás, claro, y es que no es lo mismo recorrer pasillos que ni nos van ni nos vienen que adentrarnos en el corazón mismo de InGen. Quizás sin ella sería más difícil incluso recomendarlo, pero si os gusta y os gustan los dinosaurios, podéis echarle un ojo.
