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Análisis de JCB Pioneer: Mars

JCB Pioneer: Mars es un trabajo de colaboración entre la desarrolladora británica Atomicom y los diseñadores e ingenieros de vehículos JCB. Una relación extraña a priori pero que cobra todo el sentido cuando indagamos un poco en los vehículos con los que trabaja la compañía de Rocester. Equipos de carga, agrícolas, de gestión de residuos, almacenamiento de recursos y generadores de energía de varias clases. Todos ellos imprescindibles si lo que queremos es colonizar y por ende acabar terraformando un nuevo planeta, en este caso nuestro vecino Marte.

Bienvenido a Marte, pionero.

En JCB Pioneer: Mars nos ponemos en la piel del primer colono de Marte, tras una llegada al planeta rojo un tanto accidentada, nuestro equipo está dañado y nuestra primera misión es llegar a una antigua unidad habitacional (Hab) que lleva años inhabitada. El camino a pie es largo y peligroso por ello desde la tierra se nos autoriza a utilizar el primer vehículo de JCB con el que nos encontraremos en el título, el X18. Este vehículo será la piedra angular durante los primeros compases del juego, agilizará nuestros desplazamientos, tiene su propio suministro de oxígeno y espacio de almacenamiento para objetos. Tras sortear los primeros peligros que nos presenta Marte (grandes tormentas y tornados cargados de electricidad) a bordo del X18 llegaremos a nuestro destino. El Hab será nuestra base de operaciones, una pequeña unidad que nos proporcionará las herramientas necesarias para ir expandiendo nuestra tecnología y opciones a lo largo y ancho del hermano pequeño de la tierra. Somos pioneros en Marte y nuestra misión es conseguir que un mundo peligroso e inerte sea la nueva cuna de la humanidad.

Las dos caras del planeta rojo.

JCB Pioneer: Mars es un juego de mundo abierto que mezcla la supervivencia con construcción. En ambas vertientes el juego consigue cumplir su función, pero no consigue ir más allá, aún contando con el grandísimo recurso de estar ambientado fuera de nuestro planeta. Hay que tener en cuenta que el título de Atomicom esta desarrollado con asesoría de físicos e ingenieros, con lo que ambiciona ser un juego realista, acorde a los conocimientos de los que disponemos actualmente del planeta Marte. Este es un punto clave para alejar del título a gente que busque un juego de supervivencia frente a criaturas extrañas o extraterrestres, en Pioneer: Mars el principal enemigo es el entorno.

Desde el primer momento que pisemos Marte el planeta rojo nos pondrá a prueba con tormentas de arena, tornados cargados eléctricamente, emisiones de gases tóxicos, volcanes, radiación o lluvias de meteoritos. Todas estas “inclemencias” del tiempo marciano pueden poner en peligro tanto nuestra propia integridad física, como la de nuestros vehículos y construcciones. A medida que avancemos por la superficie del planeta rojo nos iremos encontrando con estos elementos nocivos en diferentes grados, estos acaban funcionando como barreras invisibles que indicando al jugador hasta donde puede o no adentrarse para investigar nuevas zonas en misiones de recolección. Conforme vayamos avanzando en la aventura, recolectando elementos minerales y completando las misiones que nos encarguen en el Hab podemos ir subiendo de nivel nuestro equipo, aumentando la tolerancia a estos elementos y por lo tanto ampliando más y más nuestras posibilidades y localizaciones disponibles en Marte.

La segunda de las vertientes jugables que nos presenta JCB Pioneer: Mars es su modo de construcción y simulación. En este campo el juego se acerca bastante más a un Theme Hospital, Zoo Tycoon o Sim City, salvando obviamente las diferencias. Desde el Hab el jugador puede construir toda una ciudad futurista paso a paso utilizando los créditos que obtenemos por cumplir misiones y los materiales que recolectemos en el planeta rojo. El modo construcción funciona como un árbol de evolución, pero en lugar de técnicas o habilidades iremos desbloqueando edificios y mejoras para nuestros vehículos. Refinerías de combustible, granjas de cultivo hidropónico, edificios de investigación, generadores eólicos o geotérmicos, zonas de aterrizaje, generadores de oxígeno y recolectores de agua son algunos de los edificios que se irán desbloqueando a lo largo del juego.

Ingeniería, gestión y acopio de recursos marcianos.

Pero en JBC Pioneer: Mars no basta solo con amontonar edificios para generar y gestionar recursos, todos deben estar correctamente interconectados entre si, ya que tienen diferentes requerimientos de oxígeno y energía. Básicamente tenemos que jugar a ser “ingenieros” y saber conectar cada generador específico con los edificios que más consuman el recurso que este proporciona, teniendo en cuenta también que las conexiones son finitas, nuestros minerales y materiales de construcción limitados y que estos edificios pueden fallar en cualquier momento debido a las inclemencias que azotan constantemente al hermano pequeño de la tierra.

Y es aquí es donde se conectan de forma efectiva las dos caras de la moneda, la mayor parte del tiempo efectivo de juego iremos con nuestros vehículos a recolectar recursos minerales, intentando evitar las zonas de peligro y teniendo muy en cuenta nuestras reservas de energía y oxígeno para no quedarnos tirados a mitad de camino. Una vez recolectados los materiales necesarios volveremos a la base y desde el Hab iremos depositando los materiales y créditos necesarios para crear edificios que nos hagan la vida un poquito más fácil. Con estos recursos también podremos conseguir mejoras para edificios ya construidos, mejorar las estadísticas de nuestro traje espacial y los vehículos para poder sortear obstáculos de mayor nivel, o al menos poder soportarlos durante más tiempo.

Podemos decir que Pioneer: Mars es un ciclo casi constante de recolección de materiales y gestión de recursos, no hay otro tipo de misión en el título de Atomicom, y este es su gran problema: es un título que puede llegar a cansar rápidamente a la mayoría de jugadores que no tengan una amplia experiencia en juegos de esta clase y en ocasiones puede llegar a resultar incluso frustrante la forma en la que están distribuidos los recursos y el tiempo que hay que dedicar para llegar a ellos. Estamos ante un mapa bastante grande, con muchas variables a tener en cuenta (tanto intrínsecas al equipo como ambientales) y con vehículos lentos y con maniobrabilidad baja. Por suerte el juego presenta tres niveles de dificultad, dos de los cuales serán bastante exigentes para el jugador, dejando el nivel fácil para que nos podamos permitir explorar y disfrutar del entorno sin preocuparse en exceso de energía, radiación, lluvias de meteoritos o niveles de oxígeno.

Un desierto extraterrestre con errores mundanos.

Y es que uno de los puntos más positivos que presenta JCB Pioneer: Mars es su mapa y la forma en la que está recreado. El trabajo técnico del equipo de Atomicom a la hora de recrear marte es digno de mención, el acabado de los equipos es futurista pero entra dentro de los límites físicos y mecánicos actuales y la forma de recrear la atmósfera marciana es también muy acertada. Las tormentas de arena son constantes, empiezan de manera súbita, pero puedes llegar a divisarlas desde el horizonte, lo mismo ocurre con los efectos de luces de las lluvias de meteoritos incluso hay paisajes con los que puedes llegar a quedarte embobado durante un tiempo, especialmente en las noches marcianas.

Como contraparte hay que decir que a corta distancia el motor del juego puede llegar a ocasionar algunos problemas, y es que las ventajas y desventajas del Unreal Engine 4 son de sobras conocidos por todos. En ocasiones es posible que nos lleguemos a colar entre el poligonaje de ciertas zonas, especialmente en cráteres y zonas escarpadas y sobretodo cuando conducimos vehículos, también podemos llegar a encontrarnos con elementos que aparecen (y lo que es más preocupante, desaparecen) de forma abrupta debido problemas de carga. No son fallos que suelan entorpecer el gameplay, pero quedan feas y son más comunes de lo que pueda parecer.

Por su parte el apartado sonoro de JCB Pioneer: Mars se limita a los efectos de sonido y las melodías de fondo en ciertas fases del juego, especialmente relevantes cuando estamos cerca de nuestra unidad habitacional o conduciendo los vehículos. Los efectos sonoros son muy adecuados a lo que esperaríamos en la tierra (explosiones, ruidos de motor, emisiones de gases o movimiento de mecanismos), tienen buena calidad pero no se ha tenido en cuenta la distorsión que la leve atmósfera de Marte provocaría en los sonidos que conocemos, es una “falta” que se le puede poner a un juego que pretende ser coherente científicamente, aunque se entiende perfectamente el por que han optado por esta vía y sería bastante injusto tomarlo como un defecto del título.

Resumen
JCB Pioneer: Mars es un juego complejo, por un lado su sistema de juego es robusto, tiene capacidad para entretener a los jugadores durante mucho tiempo, es visualmente llamativo y no presenta excesivos errores. Su principal problema es que la inmensa mayoría de los jugadores acabaran abandonándolo al poco tiempo ya que la relación esfuerzo recompensa está completamente desbalanceada si jugamos en el modo de dificultad recomendado por los desarrolladores. En definitiva, es un título " demasiado ambiguo" al que algunos jugadores podrían llegar a dedicarle decenas de horas y otros apenas pasar de los tutoriales de incio. En cualquier caso estamos ante un título cumplidor y que, al menos, merece una oportunidad.
6
Justo

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