Hay compañías en esta industria que su presencia no causan indiferencia. Por eso, cuando vemos que Devolver Digital está detrás de un proyecto capta todas las miradas, porque muchas veces eso significa que estamos ante el lanzamiento de uno de los mejores juegos dentro del panorama indie. Su última locura se llama Gunbrella, proveniente de los mismos creados que Gato-Roboto, por lo que no es de extrañar que nos tenga expectantes.
¿Es una escopeta? ¿Es un paraguas?
La historia de Gunbrella nos pone en los hombros de un leñador, que tras regresar al hogar tras una dura jornada de trabajo se encuentra a su familia asesinada de la manera más desgarradora posible. Comienza así una historia de venganza en donde la única pista para encontrar a los autores es una peculiar arma que se dejaron en la escena del crimen, un arma a media camino entre escopeta y paraguas, la Gunbrella.
Gunbrella es un juego de acción en el que, haciendo uso de nuestra agilidad y reflejos, saltamos entre plataformas esquivando los ataques enemigos y encajando disparos certeros. Pero aquí, haciendo uso del arma que da nombre al juego, contamos con la Gunbrella, la cual además de ser una letal escopeta es, a su vez, un paraguas que nos permite propulsarnos, planear y protegernos a modo de escudo. Este giro de tuerca en la clásica jugabilidad otorga al título de una agilidad y versatilidad inusitada y satisfactoria, permitiéndonos danzar con la gravedad, como si de una hoja se tratara, esquivando proyectiles y ataques enemigos.
Por desgracia, esta genuina jugabilidad no se ve acompañada de un desarrollo ni de situaciones igual refrescantes o novedosas. A pesar de que aporta personalidad e intenta innovar con sus controles Gunbrella se siente común, como algo que ya hemos masticado muchas veces hasta haberlo triturado y arrebatado el sabor, se siente uno más. Al final, lo que queda, es una idea que no ha servido para crear algo nuevo a partir de ella, sino para realizar las mismas acciones de siempre pero de una manera diferente.
Estética Punk-noir
En lo artístico Gunbrella destaca por su ambientación noir-punk y por el tono lúgubre de sus escenarios. Lo cierto es que no es fácil encontrar un juego con una personalidad tan marcada y sorprende por la facilidad con la que parece que lo ha logrado. Por el contrario, se podría decir que gráficamente no destaca por el empleo de una técnica pixel-art que recordaría en exceso a otros juegos si no fuera por su exquisita ambientación. Sonoramente el juego cumple muy bien su cometido, sin llegar a ser una locura, caza a la perfección con la propuesta y contribuye a forjar ese tono macarra y grotesco que busca.
La duración de Gunbrella no es muy elevada, pues en unas 6 o 7 horas es posible completarlo, y eso que en su desarrollo y en el cumplimiento de las misiones secundarias nos vemos obligados a revisitar escenarios y explorarlos en busca de objetos escondidos, haciendo que la propuesta se elongue al intercalar secciones de acción directa con otras más pausadas.
Gunbrella tiene numerosos aspectos que sabrán agradar el paladar de jugador, tales como una historia interesantísima, que va de menos a más, y sabe atraparnos por completo; una ambientación solo capaz de los mejores cineastas; y una jugabilidad versátil que nos permite desplazarnos por los escenarios con total satisfacción. Sin embargo, tener un desarrollo previsible y ofrecer al usuario multitud de situaciones comunes y anodinas son las que hacen que Gunbrella sea una experiencia interesante, pero no cautivadora
Versión del juego analizada: 1.0.2.