God Eater es una saga de Bandai Namco que hasta ahora solo había aparecido en consolas PlayStation, pero dada la naturaleza portátil de Nintendo Switch y la muerte de PSVita, la demanda de poder jugar a God Eater 3 en multijugador local en la híbrida creció y las peticiones fueron escuchadas. Ahora es el momento de ver qué tal funciona este título, cuya nueva versión llega cargada de contenido – y en español.
Aragami Hunter
La comparación de muchos usuarios con Monster Hunter es un arma de doble filo para ver qué podemos esperar de este juego. Aquí la historia, los personajes y la velocidad cobran mayor importancia, dejando algo de lado la técnica y los golpes más pausados y medidos. Al igual que ocurre en el título de Capcom, aquí nos esperan combates contra monstruos enormes que podemos enfrentar en solitario (acompañados de CPU) o con otros jugadores. Por lo tanto, mientras que hay varias similitudes, existen diferencias suficientes para que inlcuso algunos seguidores de una franquicia no disfruten tanto de la otra por los cambios.
Este juego es un buen punto de partida si no hemos jugado a los anteriores puesto que no necesitamos conocer lo que pasó en los otros títulos para disfrutar de este. Además, contamos con mucha información de guía sobre los conceptos del juego o cada nuevo apartado del menú que se nos vaya abriendo, pues en las primeras misiones empezamos con lo básico y poco a poco vamos conociendo y practicando los diferentes apartados que componen la jugabilidad y las opciones del mundo de God Eater.
La historia nos lleva a encarnar a un humano creado y personalizado por nosotros que ha sido convertido a través de un proceso un tanto doloroso en un ser capaz de utilizar God Arcs en combate, con el fin de hacer frente a la amenaza de unos seres demoniacos llamados aragamis que están destruyendo una Tierra ya en estado de decadencia. Sin embargo, como suele verse en la realidad, el peor enemigo de la humanidad somos nosotros mismos, y en los barricones de resistencia llamados “puertos”, mientras que algunos humanos son libres, los que son como nosotros están obligados a hacer tareas de limpieza, recolección y combate – permaneciendo como esclavos en una celda.
Mission accomplished
De hecho, nuestra celda inicial, y posteriormente otras localizaciones, sirven como punto de encuentro y lugar en el que estaremos entre misión y misión para hablar con los compañeros, cambiar nuestra apartiencia o equipo, realizar tareas de interés como mejora de objetos o forja de otros nuevos y, sobre todo, elegir cual será nuestra próxima misión dentro de una selección que poco a poco se va haciendo más grande. Disponemos tanto de misiones principales para avanzar en la trama como de otras opcionales, para darle más vida al juego y mejorar todo lo que podamos nuestro inventario.
El control es sencillo y se va explicando en las primeras misiones. Contamos con varios botones de ataque, otro para cambiar el arma entre una de cuerpo a cuerpo y otra de fuego, y la posibilidad de usar escudos, fintas y saltos (además de un inventario de objetos usables). Todo ello combinado con varias posibilidades de mejora usando nuestra habilidad especial de “morder” a los aragamis y crear vínculos con nuestros compañeros para crear un combate rápido a lo hack n’ slash – pero en el que hay que esquivar mucho y organizar bien al escuadrón.
En la variedad está el gusto, por lo que el título ofrece tres tipos de escudos, cuatro clases de armas de fuego y ocho categorías de armas de combate, y dentro de cada uno de ellos iremos consiguiendo nuevos ejemplares (o los crearemos con materiales). Esto es algo que permite que creemos un equipo con otros jugadores que sea equilibrado, pero también nos deja jugar con un personaje que ataque y se mueva al ritmo y distancia que más nos guste a nosotros.
Un God Eater nunca trabaja solo
Todo el desarrollo está muy focalizado en trabajar con equipos de cuatro, ya sea CPU u otros jugadores. La experiencia está adaptada para que de cualquier manera sea disfrutable, pero jugar con amigos tiene sus ventajas sociales y de organización, además de que le da más sentido a las misiones secundarias. El modo multijugador puede ser en local con varias consolas u online, en cuyo caso podemos crear equipos privados o públicos, para jugar las misiones disponibles que queramos. Existen otras misiones especiales pensadas para ocho jugadores, en las que hay que hacer frente a enemigos todavía más poderosos y grandes.
El ritmo del juego es fluido, a unos estables 30 frames por segundo. Se nota que estamos ante un port de PS4 en el que se han visto alterados algunos aspectos, pero el resultado final es bastante positivo. En general los diseños de los personajes y enemigos están bien y cuentan con muchos detalles, y agradarán a los seguidores del estilo anime (más si ponemos las voces en japonés). Sin embargo, no podemos decir lo mismo de los fondos y escenarios, que suelen ser algo genéricos y vacíos en su mayoría. La música por su parte encaja muy bien con la temática del juego, y los temas contra jefes grandes son bastante llamativos.
God Eater 3 es un port que quizás llega algo tarde, pero que llega en unas condiciones bastante buenas, con una versión física que lo tiene todo en el cartucho y mucho contenido para ofrecer que añade actualizaciones ya vistas en otras plataformas y que añadirá otras más gratuitas, algunas de las cuales vienen con misiones que nos ayudan a conocer más a algunos de los personajes del juego. En general, es un juego recomendado para aquellos que puedan jugarlo en compañía, pero también para los que busquen una experiencia de varias decenas de horas con movimientos y ataques que se ejecuten rápido.
