Muchas veces en el mundo de los videojuegos se producen cancelaciones de videojuegos por diversos motivos. Hoy es un día en el que podemos estar felices de que una de esas obras perdidas llegue a nuestras manos. Hablamos de Clockwork Aquario, un título arcade de Westone (Wonder Boy) que nunca llegó a ver la luz y que, gracias a Strictly Limited Games e ININ Games, ahora podemos jugar en Nintendo Switch, en castellano y con opción para dos jugadores.
Clockwork Aquario y el amor a lo retro
El malvado Dr. Hangyo está haciendo de las suyas y nuestros tres héroes deben tener sus planes en el mundo de Aquario. Esta es la típica historia que vendría contada en un manual, porque el título nos suelta directamente en faena, como buen clásico. Esta aventura puede jugarse con tres personajes diferentes con jugabilidad idéntica pero algún pequeño cambio, y puede intentar superarse en solitario o en cooperativo con un amigo.
Clocwork Aquario se distribuye por una serie de niveles de avance lateral en los que hay un límite de 99 segundos (puede recargarse) para superarlos. Cada nivel ofrece muchos enemigos, una batalla final contra un jefe, varios obstáculos y una serie de globos que dan puntos. Como buen arcade, aquí importan los puntos, por lo que hay que intentar derrotar al mayor número de enemigoy romper todos los globos para que tengamos la puntuación más alta para acompañar a nuestras iniciales.
Las mecánicas son muy sencillas pero funcionan muy bien. Podemos atacar y saltar (también es un ataque) y, si un enemigo está aturdido tras un golpe, podemos pulsar arriba para cogerlo y lanzarlo, algo que sirve para reventar globos o dañar enemigos. Lo más básico de una jugabilidad de dos botones, pero ejecutado con mucho gusto eso sí. Aunque como muchas cosas buenas, es demasiado breve y en 20 minutos hemos podido completar el título.
Diversión clásica pero efímera
Si bien el juego es corto, jugarlo en los diferentes modos de dificultad, con distintos compañeros de viaje o bien en el modo arcade (que permite ajustar algunos factores interesantes y ver otros intocables pero que mantienen la esencia de una ROM arcade) es un aliciente para los más fanáticos de lo retro. También es posible poner un modo CRT y cambiar el espacio en pantalla que ocupa el juego, pudiendo optar por un píxel perfect.
El juego puede ser un reto (morimos de dos golpes) si jugamos con prisa, pero de otra manera es un paseo por la nostalgia salvo en los jefes finales. Posee una gran cantidad de colores y detalles audiovisuales que nos trasladan a otra época de buena manera. Se ve y se oye de escándalo, algo que saben los que están tras el lanzamiento, y por ello como extra se incluye una galería con imágenes, cartas del desarrollo y la banda sonora (original y arreglada). El rendimiento es muy bueno, y tanto en portátil como en TV luce muy bien, y sentimos en todo momento que estamos ante una reliquia del pasado.
Clockwork Aquario es una carta a la nostalgia, pero como tal, es breve. A pesar de que existe un minijuego competitivo como añadido, el grueso del título es una aventura de 20 minutos, y por muchas modalidades que haya al final es lo mismo una y otra vez. Quizás con una mayor duración o modos diferentes estaríamos hablando de un leyenda, pero tal y como está podemos asegurar al menos que es un clásico, con su público muy en mente.