Una de las cualidades de los videojuegos es que nos permiten desconectar y dejar de lado los agobios del día a día, pudiendo relajarnos con experiencias de todo tipo. Y que mejor forma de hacerlo que con Botany Manor, en donde nos proponen ser botánicos del Siglo XIX y descubrir cómo cultivar y hacer florecer plantas al mismo tiempo que exploramos una mansión de ensueño.
Descubriendo el nuevo mundo
Botany Manor, aparte del título del juego, es el nombre de una enorme mansión británica del siglo XIX y nosotros somos Arabella Greene, una botánica retirada que ha recorrido todo el globo para conocer el tipo de flora que florece en cada continente. En esta aventura relajante recorreremos todos los recovecos de esta enorme mansión que esconde decenas de secretos, haciendo florecer diferentes tipos de plantas que nos ayudarán a avanzar a través de ella.
La estructura del juego está bastante clara y es llevada a cabo a rajatabla. Con cada puzle resuelto se abre una nueva área de la mansión en donde no tardaremos en encontrar la zona de cultivo de una nueva planta con todos los recursos necesarios para hacerla florecer. Desde este momento comenzamos a explorar la nueva zona buscando todas las pistas necesarias para hacer florecer la planta, como si de un acertijo se tratara, leyendo documentos y observando detalles de interés del escenario, seleccionando y descartando toda aquella información que recabemos.
La dualidad entre exploración y resolución de puzles está muy bien llevada, pues una retroalimenta a la otra. La naturalidad con la que vinculamos lo observado en cada escenario con la solución de los puzles sucede de manera muy natural, lo cual solo se entiende al ser fruto de un buen diseño tanto de puzles como de escenarios.
Florece una flor
Botany Manor hace uso de un diseño minimalista y colorido de tonos pastel, llenando los escenarios de elementos de todo tipo, pero sin llegar a saturar. Este acabado no es casual, todo está pensado para llamar la atención del jugador en aquellos puntos que deben ser de interés para resolver el enigma. Todo esto da lugar a un acabado visual, que sin alardes, consigue sentirse pulcro y estiloso.
Sonoramente Botany Manor pasa bastante desapercibido por no decir que está ausente, ya que este solo se compone por sonidos ambientales y poco más. En cuanto a la duración se podría decir que prima la calidad frente a la cantidad, pues con unas 5 horas serán suficientes para disfrutar por completo de la experiencia que el juego nos propone.
Botany Manor es un juego relajante e inmersivo en el que nos sumergimos en el mundo de la botánica, resolviendo puzles y explorando encantadores entornos. Su diseño bien pensado, que hila fino cada uno de los apartados de la jugabilidad, eleva la experiencia a un plano superior del que se pudiera pensar a simple vista.
Versión del juego analizada: 1.0.0.
