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Análisis de Contra: Rogue Corps

CONTRA TODO PRONÓSTICO

La sorpresa de todos fue mayúscula cuando en este pasado E3 de 2019, Konami, dentro del espacio de conferencia de Nintendo, decidió mostrar un nuevo título de Contra, una de sus sagas más longevas y también de las más queridas tanto en territorio japonés como en Occidente. En el vídeo de presentación poco o nada se pudo vislumbrar acerca de lo que nos aguardaría a nivel jugable en este nuevo capítulo de la famosa serie, que definió hace ya muchos años el estilo denominado a la postre como run n’gun. Contra: Rogue Corps era su título final, y poco después supimos que tras él se encontraba nada más y nada menos que Nobuya Nakazato, director, diseñador y encargado de llevar a cabo tanto Contra III – The Alien Wars (SNES) como Contra: Hard Corps (SEGA Mega Drive) y Contra: Shattered Soldier (PS2). Todo un currículum de renombre en Konami y, a priori, cóctel perfecto para brindarnos otro gran título para el recuerdo. Pero, ¿lograría igualar el éxito de estos incunables del videojuego el creativo japonés?

CONTRA VIENTO Y MAREA

Contra: Rogue Corps nos introduce de nuevo en el mundo posapocalíptico que dejamos en Contra III. Tras la dura batalla contra los aliens y, habiendo pasado 7 años de paz, la ciudad resurge de nuevo en forma de vórtice demoníaco que engulle todo rastro de vida a su paso. Los únicos valientes capaces de adentrarse en este caos y sembrar la paz a base de plomo son los llamados “jaegers“, que día a día se adentran en la ciudad para obtener fortuna a base de recompensas por liquidar a estos recién llegados inquilinos.

Entre estos soldados de fortuna se encuentran nuestros personajes protagonistas de la aventura: Kaiser, Sra. Harakiri, Caballero y Hungry Beast (el famoso panda). Ellos serán los encargados de hacer ver a esos demonios quién manda en Damned City y de acabar con la amenaza de una vez por todas. Cualquier fan de la saga podrá ver fácilmente que estos 4 personajes rinden homenaje a sus homólogos en Contra: Hard Corps y, al igual que en el título para SEGA Mega Drive, están dotados de diferentes habilidades para el combate. Dependiendo de nuestros gustos y del momento del juego podremos escoger a uno o a otro, además de elegir el armamento con el que queremos jugar la partida, contando con un arma principal y una secundaria. Esto nos brinda un extenso abanico de posibilidades y la opción de adaptar el personaje a nuestro estilo de juego.

El armamento en Contra: Rogue Corps, así como las partes del cuerpo de nuestro personaje y su habilidad con cada tipo de arma, son mejorables mediante accesorios, trasplantes y experiencia en combate. De este modo, cuanto más juguemos y más accesorios consigamos más fácilmente podremos liquidar a las hordas de demonios que invaden la ciudad.

Al igual que vimos en Contra: Hard Corps las armas se diferencian bastante entre sí, dándonos opción de jugar con diferentes tácticas, ya sean cuerpo a cuerpo, a distancia, con explosivos, etc. Podremos elegir la combinación que le venga mejor a nuestro estilo de juego, pero hemos de decir que las armas no están muy equilibradas entre sí. De manera que nos toparemos con armas muy destructivas y placenteras de manejar al mismo tiempo que daremos buena cuenta de armas prácticamente inservibles.

Y los mecanismos de mejora de las armas tampoco ayudan mucho. Ya sea mediante desarrollo de armas como de partes del cuerpo dependeremos totalmente del botín que nos concedan al acabar cada misión. De este modo podremos tener grandes potenciadores o vernos estancados sin poder avanzar debido a que nuestras armas parecen juguetes al lado de demonios de mayor calibre. No es un mal sistema para mejorar nuestro armamento, pero sí que resulta confuso y algo aleatorio. Y pese a poder comprar artículos en la tienda nos da la sensación de que para poder avanzar necesitaremos dar muchas pasadas a cada misión y tener suerte en las armas y accesorios que nos toquen.

A CONTRACORRIENTE

Esta vez el sistema de juego se basa en un shooter de acción cenital que incorpora partes de galería de tiro al más puro estilo Sin And Punishment. Aquí llegamos a un punto controvertido para los más acérrimos de la saga. Ya que este estilo dista mucho del visto durante toda la trayectoria de Contra, pasando de una perspectiva en 2D con su característica acción frenética a una con vista cenital y con más toques de táctica. Con el stick izquierdo movemos a nuestro personaje, mientras que con el derecho apuntamos hacia la dirección a la que queremos disparar. Un sistema que nos recuerda a juegos como Gauntlet (PC), más que a cualquier iteración de la serie Contra. Asimismo, el modo de galería de tiro no estará presente en la partida más que en algunas misiones y de forma esporádica, por lo que el control del título recae casi por completo sobre esta nueva vista cenital y los dos joysticks.

Hay que ser justos con Rogue Corps. El sistema de juego, aunque se diferencie tanto de los juegos clásicos de la serie, es bueno y está bien implementado. Podremos regular tanto el margen de error del apuntado como la velocidad de movimiento del cursor, y habiendo jugado unos minutos cogemos el ritmo con facilidad. Las partes de galería de tiro, incluidos algunos jefes finales, no están tan bien como el resto. Pero no lastran en ningún momento al juego y dotan al título de diferentes perspectivas, haciéndolo más variado y entretenido. Los juegos de Contra siempre se han caracterizado por tratar de mezclar varios puntos de vista, y Rogue Corps no iba a ser una excepción.

CON TRABAJO Y DEDICACIÓN…

La campaña principal se divide en rangos de misiones, que pueden jugarse en solitario o en compañía de un jugador en línea. Y damos fe de que en algunas de ellas no nos vendrá nada mal una mano amiga, ya que dependiendo del nivel de dificultad que hayamos elegido al inicio de la partida nos pueden freír si no actuamos con cautela. Estas misiones son uno de los puntos fuertes de Contra: Rogue Corps por ser tremendamente rejugables y adictivas. Hay que decir que la mayoría de misiones consisten en llegar del punto A al punto B liquidando oleadas de enemigos, y que muchas de las misiones reciclan el mismo mapeado aumentando el número de demonios. Pero el deseo de intentar hacer la máxima puntuación y de conseguir nuevas armas y accesorios hace que las misiones sean rejugadas muchas veces.

Si queremos un modo más distendido tenemos las misiones de exploración, basadas en misiones principales pero que se generan aleatoriamente. En ellas recorremos un mapa estilo mazmorra recolectando créditos y armamento, ya sea acompañados por amigos o en solitario. Y por último tenemos el modo multijugador PvP, en el que nos batimos con otros jugadores por obtener un mejor rango que nos otorgue más créditos y mejoras para nuestro personaje.

Estos modos de juego nos darían muchas horas de diversión si no fuera por dos lastres fundamentales de Rogue Corps: el modo cooperativo local y el juego en línea. Si queremos jugar con un amigo en nuestra misma consola sólo podremos hacerlo en las misiones de exploración. Las misiones principales no pueden jugarse en cooperativo local. Esta seña de identidad tan representativa de Contra no se encuentra presente en este título, y es un clarísimo punto negativo del mismo. No poder acabar con un jefe final mano a mano con un amigo es casi un sacrilegio para los fanes de la saga. Y en cuanto al modo online hemos de decir que nos ha sido imposible jugar tan siquiera una partida en PvP. Del mismo modo que sólo hemos jugado una vez en cooperativo online y, aunque la experiencia fue satisfactoria en cuanto al desarrollo de la partida, hace que la presencia de juego en línea en Contra: Rogue Corps sea casi nula. Ya sea debido a la poca cantidad de jugadores o al sistema de emparejamiento del juego nos ha sido imposible poder emitir un juicio acerca del modo multijugador.

ENCONTRANDO MATICES

Probablemente el punto más negativo de Rogue Corps sea su apartado gráfico, que aunque es perfectamente jugable no deja de ser impropio para un 2019. Dientes de sierra acusadísimos, texturas tremendamente pobres y diseños muy mejorables son parte de este patinazo gráfico que da la sensación de ser una pre-alpha del juego más que una versión final. Los diseños de personajes y de niveles no están mal, pero quedan ensombrecidos por unos defectos muy apreciables que hacen que el juego transmita la sensación de inacabado.

Del apartado sonoro podemos decir que cumple correctamente con su cometido, aunque no termina de encajar del todo con el juego. Las melodías de la serie siempre se han caracterizado por tener ese frenetismo acorde con los momentos de tensión de la partida. Sin embargo la banda sonora de Rogue Corps se queda por momentos algo descafeinada, y muchas veces no pasa de estar en un segundo o incluso un tercer plano. Aún así los fanes de la saga encontrarán momentos musicales muy familiares, que pese a no transmitir la misma fuerza que en anteriores entregas, les harán esbozar una sonrisa. Sumando esto a los buenos efectos de sonido de armamento y enemigos, el trabajo en el aspecto sonoro del título nos ha parecido satisfactorio, aunque lejos de las sublimes bandas sonoras de las que gozaban los juegos más importantes de la serie.

CONCLUSIÓN

Contra: Rogue Corps es un juego diferente a los vistos anteriormente en la saga. Queda lejos de estar entre los mejores por su apartado gráfico, por no incluir cooperativo local en las misiones y por tener un apartado multijugador ocasionalmente jugable. Además, la sensación de estar jugando a un título inacabado y hecho con prisas está siempre presente. No obstante el estilo de juego funciona bien y divierte, el apartado sonoro es más que correcto y, en suma, nos deja un regusto agradable. Los fanes de la saga verán aspectos familiares que, si bien no demasiados, les servirán como aliciente para seguir jugando al título, aunque sólo sea de forma esporádica y en solitario. Y en general, pese a tener muchas carencias y no estar a la altura de la actual generación de consolas, no deja de ser una propuesta diferente e interesante.

Resumen
Un Contra diferente con sus cosas buenas y malas que, por desgracia, no está a la altura del resto de la saga. Muy disfrutable en multijugador, aunque esté capado, y también entretenido para jugar en individual.
6
Justo

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