El jueves pasado Nintendo nos invitó a probar el próximo videojuego tejido entre manos españolas. Sabéis que en Revogamers no nos perdemos una y allá que fuimos a escuchar de primera mano cómo fue el proceso de creación de Lost King’s Lullaby. Resultado de 3 años y medio de desarrollo, lo que vimos no nos dejó indiferentes. Os lo contamos en las próximas líneas.
¿Cómo surgió?
Aún retumbando en nuestras cabezas –y en nuestros corazones- el fenómeno GRIS, los indies han pasado de estar relegados a un porcentaje prácticamente irrisorio de jugadores a colocarse en el punto de mira. La consola híbrida de Nintendo, además, parece sentar especialmente bien entre estos videojuegos que, de otra manera, quizá no verían jamás la luz más allá de un PC. Es el caso del título que tenemos entre manos.
Lost King’s Lullaby surgió como producto del máster en videojuegos que ofrece la Universidad Complutense de Madrid. Un grupo pequeño pero comprometido de jóvenes estudiantes decidió que el proyecto no podía morir con la llegada del verano. De esta manera, el juego fue creciendo hasta convertirse en algo mucho más ambicioso de lo que era en un primer momento.
Se trata del primer videojuego editado y publicado por Avance, la cual siempre se había dedicado a su labor como distribuidora. Se embarcan en esta aventuran juntos para ofrecernos su primer hijo, un título al estilo rogue y elementos de RPG que, según los propios desarrolladores, es “sencillo pero complicado a su vez”.
Sumérgete en un mundo de fantasía celta
Lost King’s Lullaby es un cuento, una invitación a adentrarnos en la tierra de Bamba y explorar lo que esta nos ofrece. Todos sus elementos invitan al jugador a dejar los problemas del mundo real y sumergirse en la historia de la protagonista. Kiara, “la del pelo oscuro”, deberá abandonar sus temores e ir en busca del rey. Todo el reino ha sido víctima de una terrible maldición que ha paralizado el tiempo y solo ella es capaz de eliminarla. Sin embargo, no estaremos solos. Contaremos con la ayuda de una pequeña criatura llamada Suantraí que nos guiará en nuestro camino.
Uno de los grandes atractivos que ofrece el juego es, sin duda, su imaginería. Fuertemente influenciado por la cultura celta, esta estará presente en muchos elementos que encontraremos a lo largo del mismo. Un ejemplo de ello son las espirales celtas representadas en los bosques de Bamba o los tréboles que decoran los cofres repartidos a lo largo del mapa. La espada de nuestra heroína también cuenta con ornamentos propios de esta cultura.
Mapa procedimental
Por supuesto, los enemigos no podrían ser menos. Todos ellos están basados en elementos extraídos de la tradición celta. Tendremos que combatir contra, por ejemplo, el una criatura con cuerpo de toro y apariencia de perro o contra un kelpie, un espíritu del agua que habitualmente adopta la forma de un caballo. Para derrotar a todos ellos deberemos superar una prueba que medirá nuestra capacidad de concentración y habilidad para esquivar objetivos, básicamente.
Para ello, contaremos con tres herramientas: congelar, atacar o curar. La primera de ellas es muy útil para conocer el patrón de movimiento de los obstáculos. Estos, cada vez que llegan a rozarnos, nos quitarán vida, por lo que deberemos atacar siempre que podamos. Además, los enemigos aparecerán mediante un sistema de generación procedimental, es decir, su localización cambiará cada vez que nos adentremos de nuevo en Bamba. Cada partida será única.
A medida que avancemos en nuestra aventura, podremos ir rellenando nuestro árbol de habilidades. Esto nos permitirá ir adquiriendo nuevas herramientas que nos ayudarán a derrotar a las estas criaturas con mayor facilidad. Además, podremos leer la historia que vayamos completando siempre que lo deseemos, a modo de cuento.
En definitiva, cambiaremos las mazmorras por un bosque en el cual nos iremos adentrarnos para descubrir los secretos de Bamba. ¿Nuestra primera impresión? En un tiempo donde todas las historias están contadas, encontrarse con un apartado artístico que te alegra los ojos y te acaricia el corazón es de agradecer. Sí, es un juego sencillo con mecánicas simples y que no ofrece un gran desarrollo -ni lo pretende-. Sin embargo, ¿a quién le importa eso cuando estás atrapado entre los mundos fantásticos de un cuento teñido del imaginario celta?
