Las ferias multitudinarias de videojuegos ya son una realidad en nuestro país. A pesar de las desavenencias del pasado (y que aún pienso que deberían de estar más separadas entre ellas), da gusto ver como dos ciudades tan importantes como Madrid y Barcelona cuentan con eventos de estas dimensiones. Si a principios de mes le tocaba a la Barcelona Games World, esta vez es el turno de la Madrid Gaming Experience 2017.
En esta ocasión, IFEMA y GAME han organizado la MGE en los pabellones 8 y 10 de la Feria de Madrid, contando con mayor espacio que el año pasado. Además de centrarse en los nuevos lanzamientos de los próximos meses, el evento ha aprovechado su nueva extensión para incluir una zona retro, otra dedicada al manga y al anime, y mucho merchandising, sin olvidarnos de los dos impresionantes escenarios dedicados a los eSports. Una convención dirigida a todos los públicos.
Los grandes se reúnen
Quizás sea más conveniente abrir hablando de Microsoft, la gran ausente de la feria de Barcelona. En Madrid Gaming Experience 2017, no solamente ofreció dos zonas donde probar los últimos títulos de Xbox One, si no que también tuvo lugar la presentación oficial en España de Xbox One X.
La nueva consola se pudo lucir con títulos como Forza Motorsport 7, perfecto para demostrar sus capacidades técnicas. Otros juegos como Sonic Forces o La Tierra Media: Sombras de Mordor estuvieron presentes, aunque eché en falta nuevos exclusivos.
Nintendo volvió a ser el centro de atención con una propuesta muy similar a la que vi en persona a principios de octubre, aunque algo más floja. Los stands de sus juegos más importantes se sucedían, pero Super Mario Odyssey fue el que acaparó todas las miradas.
El juego salió a la venta justo el día que arrancaba la feria y todos teníamos ganas de probarlo, aunque fuese para saber qué nos esperaba al volver a casa (algunos impacientes se habían traído su Nintendo Switch al evento). También hubo varios concursos, incluido uno que animaba, tanto a chicas como a algún valiente, a vestirse de novia.
Por su parte, Sony sigue apostando por sus nuevas formas de jugar, aunque no se trajo muchos de los exclusivos que saldrán a principios del 2018. PlayStation VR es un dispositivo que no va a dejar de lado, y permitió a los asistentes probar diferentes experiencias, como Farpoint, SuperHot VR o Gran Turismo Sports, que contaba con varios puestos de realidad virtual impresionantes.
También estuvo presente Playlink, una serie de títulos que permiten jugar con el móvil, entre los que se incluía Hidden Agenda, el nuevo juego de los creadores de Until Dawn.
La clave está en la variedad
Si algo se diferenció Madrid Gaming Experience 2017 de la anterior edición, es en su diversificación. En ambos pabellones, hubo hueco tanto para el pasado como para el futuro. Por una parte, la zona retro ofrecía un espacio para jugar a títulos del siglo pasado, visitar los diferentes mercadillos, e incluso homenajear a Alfonso Azpiri, el famoso ilustrador que nos dejó este verano.
Por otra parte, los visitantes pudimos probar algunos gadgets futuristas, ver una competición de la Liga Nacional de Robótica e incluso meternos en una cabina de simulación de conducción de la WRC, una experiencia única.
El manga y el anime también formaron parte de la feria, contando con la presencia de cosplayers y dibujantes considerables como Nikita, Sikay o Nekro. Aunque se centraron más en charlas que en otras actividades, pudimos ver o asistir a concursos de cosplay y karaoke (cualquier zona de anime/manga que se precie necesita algo así). Por supuesto, hubo puestos de merchandising en todos lados, quizás demasiados y muy parecidos, pero que cumplían su función: que nos gastemos nuestros preciados ahorros.
El presente fue protagonista de la feria con Stranger Things, que contó con su propio stand. La serie ha tenido una presencia omnipresente estos días, y Netflix aprovechó su estreno para sumarse a la feria. Tampoco fue la única superproducción de la Madrid Gaming Experience 2017: Star Wars contó con sus propios droides controlables, aunque no hubo rastro de Battlefront II.
Producto nacional
Madrid Gaming Experience 2017 pudo contar con la presencia de muchos profesionales del sector y estudios españoles, con la notable presencia de Mercury Steam y su Raiders of the Broken Planet. Figuras tan emblemáticas como Gonzo Suárez o Luis Quintans se pasearon por los escenarios de la feria, dando consejos a desarrolladores, estudiantes o curiosos que se acercaron a una improvisada pero efectiva sala de presentaciones.
De cara al público mainstream, se dispusieron dos escenarios enormes dedicados exclusivamente al deporte electrónico. Las ligas oficiales de League of Legends y Counter Strike: Global Offensive fueron las más prominentes, pero también hubo competiciones para jugadores de a pie dedicadas a PlayerUnknown’s BattleGrounds y otros juegos enfocados al multijugador online. Madrid lleva apoyando a los eSports desde hace varios años, y esta es una muestra más de ello.
Las comparaciones son odiosas
Madrid Gaming Experience 2017 ha contado con una gran organización y presentación, y supone una mejora respecto al año pasado. Sin embargo, todavía sigue estando por detrás de lo que ofrece Barcelona Games World, que cuenta con mayor cantidad de actividades, marcas y videojuegos. Aun así, es cierto que tanto IFEMA como GAME han conseguido ofrecer una feria a la altura de la capital.
Es una gran noticia contar con dos convenciones de este calibre en nuestro país. Este año he visto a jugadores de todas las edades, acompañados de amigos y familiares, además de muchísimos profesionales del sector. Cada vez son más los asistentes que acuden a estos eventos, y las organizaciones van creciendo en tamaño y relevancia acorde a la demanda de los españoles. Me alegra ver que la integración de la industria en la sociedad española ya es una realidad.