Bleed 2 es la secuela de la obra de Bootdisk Revolution, un estudio unipersonal. El primer juego tuvo buenas ideas y reminiscencias a clásicos de los 90, pero tenía varios aspectos que podían mejorarse. Es por ello (y por el éxito que cosechó el original) que Ian Campbell se puso manos a la obra y desarrolló una secuela que aterriza en Nintendo Switch, al igual que la primera entrega, gracias a Digerati.
Balas, saltos, disparos y muchos colores
Tras la salvación del mundo en el primer Bleed, la ahora heroína Wryn ha visto como le rompían el televisor mientras jugaba a videojuegos y que, encima, los malvados están intentando de nuevo hacerse con el control del mundo. Por lo tanto, armas en mano, toca ponerse camino a la base enemiga y parar esta invasión. Sin embargo, durante parte del camino no estará sola, y nuestro rubio rival nos echará una mano con el transporte.
Una vez en faena, toca avanzar por varios enemigos y completar una serie de niveles. Éstos básicamente son una serie de peleas contra jefes en los que hay un pequeño tramo con saltos y enemigos menores por el camino. Lo importante es no parar de moverse, esquivar y disparar para salir airoso con éxito. Si somos fans de las clasificaciones y de la superación, el juego tiene un sistema de rango que valora velocidad, combo y daño recibido para cada uno de los cuatro niveles de dificultad presentes, en los cuales cambia no sólo el daño que recibimos, sino la cantidad de enemigos y variaciones en los patrones de ataque.
Una de las sorpresas de Bleed 2 es que no tienes mucha idea de cómo va este juego hasta que no lo ves por ti mismo, por lo que no te das cuenta de lo rápido que es hasta que lo pruebas. La otra sorpresa es que una vez completas el modo campaña (algo corto, de unas dos horas), descubres que el juego es todo lo que tú quieres que sea: jugar niveles sueltos en otra dificultad, un modo arcade (con 1 vida), un modo infinito de caminos generados proceduralmente y, sobre todo, ir jugando con las nuevas armas y personajes que se van desbloqueando, que hacen la experiencia bastante distinta.
Bleed 2 es una secuela de las que gustan
A Bleed 2 se juega con los gatillos y los sticks (uno para moverse, y otro para disparar munición ilimitada en la dirección que queramos a lo shooter). Los gatillos se utilizan para saltar, cambiar de arma y realizar el ataque de arma blanca. Ésta tiene vital importancia en las distancias cortas, pero sobre todo destaca porque gracias a ella podemos devolver todos los proyectiles rosas, una manera no sólo de evitar ataques, sino de hacer basatante daño a los enemigos. El uso de las acciones es intuitivo y rápido pese a que parezca lo contrario y, si no nos gusta la configuración por defecto, podemos poner una distribución de acciones a nuestro gusto.
Por si todo eso fuera poco, tenemos a nuestra disposición la posibilidad de hacer dos saltos adicionales en el aire en cualquier dirección, una forma de esquivar balas y colocarse en una buena posición de ataque cuando queramos. Y, para facilitar esto más, podemos activar durante unos segundos (y se recarga rápido) un período de tiempo bala. En general, todo el dinamismo hace que no te des cuenta de cuál es tu objetivo real y que te metas tanto en la experiencia que estés esquivando y disparando sintiendo como fluye todo. Además, si estás en compañía, todos los modos puedes jugarlos en cooperativo para que la acción sea más loca todavía.
Su presentación es simple y no destaca por ser especialmente brillante, pero su ritmo es muy fluido y los elementos esstán muy bien diferenciados en pantalla (algo vital en este tipo de juegos). Su música, cañera, acompaña bastante bien y resulta muy entretenida y pegadiza aunque no sea demasiado variada.
Bleed 2 reduce el plataformeo de su precuela y se centra en los disparos, las esquivas y las batallas contra jefes. Es algo corto si simplemente uno quiere “pasarse la campaña”, pero cada personaje/arma ofrece una forma de jugar distinta que hace que cada partida se sienta única. Si además somos fans de los retos, las puntuaciones y las distintas dificultades nos atraparán mucho más tiempo. Cortito, pero rejugable a raudales. Simple, pero con encanto y frenetismo. Estas dos frases resumen la esencia del título.