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Gradius

Gradius no se trata de un videojuego cualquiera. Cuando se lanzó en 1985 como máquina recreativa, supuso una gran evolución en los scrolling shooters, un título que influenciaría a futuras generaciones por su gran diseño y jugabilidad frenética, todo a través de unos controles sencillos e intuitivos.

Actualmente, se nota que Gradius es un videojuego de otra época. A pesar de su entrañable apartado gráfico, sus mecánicas resultan algo arcaicas y simples a día de hoy, además de que la dificultad ahuyentará a muchos jugadores. A pesar de ello, constituye una gran oportunidad para jugar a un pedazo de historia viva, ideal para los que quieran conocer más acerca de los juegos de los ochenta o los nostálgicos que quieran revivir sus años mozos.

Cuando todavía le importábamos a Konami

Aunque su versión más conocida es la de NES, se ha optado por incluir en la Consola Virtual su port a PC Engine, conocida en España como Turbografx. Aunque no tuvo mucho éxito, Turbografx se caracterizaba por sus ports de gran calidad de algunos títulos de recreativas, como es el caso de Gradius. Además de las mejoras gráficas y sonoras, su versión para Turbografx incluye una zona extra y cambios en algunos jefes.

En Gradius encarnamos al piloto de un bombardero espacial, Vic Viper, que tiene que salvar al planeta Gradius de los Bacterions, una raza de amebas alienígenas controladas por un bio-ordenador omnisciente. La trama sirve simplemente para dar contexto a los enemigos y los diferentes niveles, hasta un total de nueve.

Pero, ¿qué es Gradius? Pues se trata de un shoot’ em up horizontal donde controlamos a una nave que tiene que avanzar y sobrevivir a fases intergalácticas infestadas de enemigos. Empezamos el juego con un cañón, pero tendremos la posibilidad de ir obteniendo nuevas armas y objetos que potenciarán nuestras capacidades. Hasta aquí llega su jugabilidad: disparamos con un botón y aplicamos power ups con otro, mientras esquivamos una infinidad de ataques que pueden acabar con nosotros de un toque.

Gradius

Un clásico exigente

Cuando mueres en Gradius, pierdes todos tus power ups y comienzas desde un punto anterior. En los primeros niveles no debería de ser un problema, pero en los más difíciles supondrá un game over casi asegurado. La clave reside en aguantar lo máximo posible sin morir, ya que una vez tienes unas cuantas mejoras, podrás avanzar con más facilidad. Aún así, Gradius nunca dejará que te relajes, especialmente en los enfrentamientos contra los jefes finales.

Por suerte, aquí entran en juego los puntos de restauración que podemos crear gracias al menú de Wii U. Estos nos permitirán reiniciar la partida a partir de un momento concreto siempre que queramos, un recurso útil si quieres reducir la dificultad del juego. También tenemos la opción de jugar en la tablet con el modo Off-TV. Aunque los controles del GamePad son algo incómodos, se ve mejor que en la televisión, ya que se adapta con más acierto a las dimensiones de su pantalla.

En cuanto al apartado gráfico, la versión de Turbografx ofrece una paleta de color más vibrante y llamativa que el port disponible en la NES Mini, además de un salto notable en la calidad del sonido. Tampoco es que sea una maravilla visual, pero tiene ese toque retro natural que a muchos os llamará la atención, fiel a su aspecto original.

Gradius

Problemas retro-espaciales

Como dije antes, el problema que tiene Gradius es que ya le pesan los años. Aunque sea un pilar del género, se nota que es un juego antiguo. La falta de multijugador simultáneo y las caídas de frames cuando la pantalla se llena de proyectiles y enemigos también contribuyen a la sensación de que Gradius se ha quedado realmente anticuado, al contrario que otros juegos de la época que han envejecido como un buen vino.

A pesar de este doloroso detalle, lo cierto es que Gradius sigue mereciendo la pena. Se trata de un juego de los de antaño, exigente pero entretenido. Su versión para Turbografx con las funcionalidades añadidas de Wii U, lo convierten en un port decente, aunque no falto de errores e incomodidades. Aun así, se trata de una opción interesante para los que queráis experimentar un verdadero clásico, lo hayáis jugado antes o no.

Escrito por
Aspirante a periodista de videojuegos y youtuber, Doble Grado en Periodismo y Comunicación Audiovisual Bilingüe, Link y Mario me enseñaron que había muchos mundos más allá del nuestro.

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