Qué gusto da encontrarse aunque sea muy de vez en cuando con juegos que te ofrecen una experiencia totalmente diferente a lo que estás acostumbrado. Como imaginareis, ese es el caso de Everhood, un juego con sangre española y sueca que bebe de grandes como Undertale (ahí es nada) y un buen puñado de juegos musicales, aunque tampoco es que se parezca a ninguno… Esa es su grandeza.
La madriguera de conejo es una fiesta
Everhood es sorprendente, además de una manera muy grata, y es algo de lo que nos daremos cuenta desde el mismo momento en el que veamos su secuencia de introducción, donde dando una respuesta determinada a una filosófica pregunta, podremos hasta acabar ahí nuestra aventura. Sí amigos, el existencialismo está muy presente en toda la obra, al igual que la teología, el materialismo, el debate entre el bien y el mal y la vida después de la muerte; todo ello aderezado con un toque de humor y también de ritmo que lo hacen único.
Puede parecer complicado dotar a un RPG de un sistema de combate basado en el ritmo, pero aquí tenemos la prueba de que es posible, aunque hay truco, por lo menos al principio. Everhood, a grandes rasgos, es lo contrario a Guitar Hero y otros juegos de corte similar. Aquí lo principal será evitar, saltando o desplazándonos, las notas musicales que se dirigirán hacia nosotros en forma de líneas o bloques luminosos (y otras formas). Es difícil, pero muy gratificante, y además contamos con multitud de niveles de dificultad por si algún reto se nos atraganta. Esta mecánica se va complicando a lo largo que avanzamos por una aventura que nos durará alrededor de 10 horas y no será hasta su recta final que logremos desatar todo su potencial. No os diremos en qué consiste porque, si lo hiciéramos, también tendríamos que hablar de un giro en su historia, y vivir esta por vosotros mismos merece la pena.
Solo os diremos que el juego comienza con nosotros siendo un muñeco de madera al que todos llaman Red y pronto nos quedaremos sin nuestro brazo derecho. Así las cosas, tocará tratar de recuperarlo, y por el camino encontraremos a toda clase de personajes secundarios a cada cual mejor que el anterior. Un vampiro con estornudos crónicos llamado Nosferatchu, un robot olvidadizo, un cubo de basura sin tapa, espíritus que parecen sacados de El viaje de Chihiro… Son estos personajes los que hilvanan toda la trama, todo el mundo está construido en torno a ellos y a sus pasiones, que conoceremos gracias a unos diálogos sumamente ingeniosos donde habrá tiempo para filosofar así como para soltar chascarrillos. La pega es que, pese a que el programador, Jordi Roca, es español, el juego se encuentra únicamente por ahora en inglés y francés, aunque el español se plantea como opción de futuro según nos ha comentado.
Te queda bien el negro
Aunque no lo parezca por su aspecto basado en fondos negros y formas simples de colores llamativos, Everhood es preciosista a su modo y sobre todo variado, con multitud de ambientes distintos como un desierto (aquí se atreve con el 3D), una discoteca, un bosque, un castillo, etc. Incluso dentro de su mecánica principal de combates varía, así como en otras secciones jugables donde va mucho más allá con minijuegos que sirven a su vez de homenaje a otros juegos como el tenis de SMEGA (con entonación a lo SEGA incluida), una partida a un juego de rol, los karts… También hay un poco de recolección de objetos, nada pesado ya que, al estar ante una aventura más o menos lineal (hay puertas que podemos cruzar en el orden que queramos), casi siempre tendremos a mano lo que se nos pide. Solo al final del juego notaremos cierta pesadez por tener que desandar lo andado y repetir combates, aunque tendrá su porqué y es cierto que la mecánica nueva cambiará estos radicalmente; y siempre podremos tratar de conseguir un final alternativo que nos ahorre tener que hacer esto, aunque a base de echar un buen rato andando, o corriendo. Musicalmente como os imaginaréis también da el do de pecho, con música en los encuentros que va de la electrónica al groove pasando por el rock sintético. Fuera de estos hemos echado en falta algo más de ambiente.
Si os gusta arriesgaros y descubrir obras únicas, Everhood tiene todos los ingredientes para estar en vuestra colección. Si a eso le unís una genial banda sonora, un sistema de combate inusual hasta para el género musical y unos diálogos y una historia que os harán pensar, solo os queda dejaros caer por su mágico mundo. Podéis encontrarlo en la eShop por 14,99 €. Es una verdad universal.