Tras Prince of Persia The Lost Crown, y como anticipo al esperado remake de Las Arenas del Tiempo, Ubisoft se unió a Evil Empire (uno de los equipos detrás del exitoso Dead Cells) para traernos The Rogue Prince of Persia, una experiencia que busca combinar los aspectos característicos del príncipe y sus juegos con la modalidad de juego roguelike, todo en 2D. Tras su paso por el acceso anticipado, toca ver si está a la altura, y qué tal le sienta a Switch 2 este salto (en la primera consola también está disponible).
Esta vez tenemos a un Rogue Prince
En esta ocasión, el reino del príncipe ha sido atacado por los hunos por su propio comportamiento, pero por suerte tiene un talismán especial para salvar la situación. Gracias a dicho amuleto está encerrado en un bucle temporal de tres días, por lo que debe aprovecharlos para así detener la invasión gracias a la ayuda de Paachi y de la reina. Y estos tres días se corresponden con los tres actos que tiene el juego, y si morimos, pues “a repetir” como ocurre en cualquier roguelike.
Sin embargo, el número de mejoras permamentes es bastante alta, y la penalización por morir es, más allá de la repetición, la pérdida del dinero no gastado (aunque luego podemos reducirla). Además, para que la repetición no sea tan bestia, en cada uno de los niveles podemos seguir rutas definitivas por distintos biomas para así cambiar un poco (algo que se agradece más allá del mismo escenario aunque tenga diseño procedimental).
Hay altares de riesgo también por el escenario en los que conseguir objetos para próximas partidas, pero que podemos romper a cambio de obtener muchas almas (dinero) para usarlas en el siguiente que veamos. Eso, junto con el tema de los biomas y con varios puntos de teletransporte para explorar hacen que la sensación de repetición de la experiencia rogue no sea muy alta.
Traslada genial las mecánicas 3D al mundo 2D
Lo que nos atrapa desde el segundo uno es el control del príncipe. Podemos saltar, atacar con diferentes armas y herramientas, usar una patada para lanzar piedras y otros objetos, pero sobre todo, es el tema del movimiento lo que nos fascina. En el fondo de la pantalla tenemos paredes por las que podemos correr, al igual que cerca de algunos salientes, y si eso lo combinamos con saltos, dash y objetos de apoyo, crean una experiencia parkour bastante buena.
Y esta experiencia hace que no queramos estar quietos, y de hecho se integra en los combates para esquivar más fácilmente o atacar desde posiciones diferentes. Además, hacer uso de todas estas habilidades nos llena una barra que aumenta la velocidad, por lo que al final todo se siente todavía más frenético, y así matamos enemigos más rápido y subimos de nivel (y obtenemos mejoras) antes.
Si por lo que sea tenemos que dejar el juego y volver más tarde, no tenemos que empezar desde el principio sino desde el bioma actual, por lo que eso se agradece bastante. En general además, es un rogue que no castiga tanto, que el tiempo invertido da buenas recompensas y que seguramente sea la experiencia que más guste para iniciarse en este tipo de aventuras (aunque tras completar el juego sabe ofrecer un reto mucho mayor y más complejo). Si jugamos conectados a internet, gracias a la cuenta Ubisoft podemos guardar nuestra partida y tener cross-save.
Más de 10 horas puede llevarnos completar el camino principal de The Rogue Prince of Persia, pero para los amantes de lo rogue y los desafíos será más para sacarle todo el jugo. Quizás podría durar más o tener mayor variedad (algo que siempre se le pide a estos juegos), pero su control y respuesta hace que sea una maravilla de jugar.
Versión de juego analizada: Nintendo Switch 2 ()
