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Análisis de Super Hydorah

Los shoot ’em up, o más conocidos matamarcianos, son un género enormemente vinculado a los inicios de los videojuegos. Tras gozar de popularidad en la década de los ochenta, han pasado a ser obras de culto. Pese a ello sigue existiendo un nicho que continúa disfrutando de ellos, más allá del poder de la nostalgia. Super Hydorah surge así como todo un homenaje que además de evocar grandes recuerdos ofrece una experiencia singular y desafiante.

Locomalito está detrás del desarrollo de este título acompañado de Gryzor87, quien vuelve a poner la música. Y es que un producto así solo puede ser obra de un auténtico apasionado y conocedor del género. Tanto es así que esta es la versión mejorada de Hydorah, el cual publicó en 2010 de manera totalmente gratuita. Un producto de y para los seguidores del género y del que se puede respirar mucho mimo en cada esquina. Aunque, con algún matiz, su público no se reduce únicamente a estos amantes de la acción más exigente y vertiginosa.

Es peligroso salir ahí fuera solo

Ha estallado la guerra, los meroptians han declarado la guerra sobre la estrella Omios. Es hora de subirse a la nave y combatir la invasión. Son muchos y variados los peligros que te aguardan y que sin lugar a dudas garantizan una muerte prácticamente segura.

Hasta 21 son los niveles que tienes por delante para lograr acabar con la amenaza en Super Hydorah. Eso sí, la secuencia de niveles no es para nada fija. Para ello dispones de un pequeño mapa de selección en el que existen varias rutas, posicionándose algunos de ellos estratégicamente de manera que tu paso por ahí sea obligatorio.

Antes de ponerte a los mandos has de equipar la nave, pudiendo escoger entre diferentes armas principales, secundarias y especiales. Dicha selección al principio es inexistente, existiendo una de cada tipo, pero a medidas que progresas irás consiguiendo más. Esta no es para nada una decisión banal, pues de ella dependerá por completo el éxito de la misión. Mientras que algunas zonas o enemigos requieren disparos certeros, otras pueden funcionar mejor con ráfagas rápidas o con fuego disperso.

Super Hydorah

Durante el transcurso de la fase puedes ir reuniendo diferentes objetos y bonificadores que mejoran la nave y su potencia de fuego. Por un lado, tanto el arma principal como secundaria pueden ir incrementando por separado su energía, mejorando su poder una vez llegado al máximo. Paralelamente, además de vidas extras, también encontrarás un objeto que alterna entre salud, munición para el arma especial o mejoras de velocidad. Nuevamente, la elección de uno de ellos se hace también considerablemente importante durante el avance.

Posible pero no fácil

La experiencia principal y razón de ser de Super Hydorah es la más arcade, en busca de la mejor puntuación. Pocas vidas, nula resistencia y enemigos y peligros a cada paso que no perdonan los fallos. Ni que decir tiene que superar la historia bajo estas condiciones es un auténtico reto que no es para todos.

Sin embargo, también han pensado en aquellos que tengan menor destreza o sus nervios no puedan afrontarlo. Existe un modo novato que ofrece exactamente lo mismo con dos excepciones. Por un lado el escudo de la nave resiste a tres impactos en lugar de a uno, pero por otra parte la puntuación obtenida se reduce a la mitad. Pese a ello, la dificultad de cada nivel permanece intacta, de manera que determinados puntos pueden llegar a ser frustrantes.

Super Hydorah

En relación con esto, la culpa de perder la partida se contempla siempre como fallo nuestro. La nave cuenta con un control inmejorable, siendo imposible achacar las muertes a otra cosa que no sea la falta de pericia. Con esto queda claro que son los reflejos lo que se pone a prueba en Super Hydorah. No existen más que dos botones para disparar y los de dirección, la complejidad reside así en realizar movimientos precisos, aprender patrones de movimiento y tomar las mejores decisiones, no en llevar a cabo complicadas combinaciones de botones.

Otro elemento que puede ayudar no solo a superarlo sino que hace el transcurso más ameno es su cooperativo. Para ello, a la hora de iniciar la partida puedes optar por añadir a un segundo jugador de manera local. También existe un pequeño minijuego para dos llamado Robot Chase, cuyo objetivo es mantener lo suficientemente cerca dos robots, padre e hijo, para establecer un enlace láser y acabar con gelatinas.

Oda a lo retro

Superar la campaña de Super Hydorah puede no llevar demasiado tiempo. Evidentemente los más mañosos podrán lograrlo en solo unas pocas horas, pero para nada termina el juego aquí. Además de disponer de diferentes finales, existen otros elementos que invitan a rejugarlo. Dispones de un sistema de logros y secretos ocultos en los niveles que incitan a ello. Cabe destacar aquí que una vez superado un nivel solo es posible darle otra pasada en una nueva partida.

Super Hydorah

Más allá de su jugabilidad, todo lo concerniente al diseño es intachable, tanto en lo visual como en su estructura. Cada uno de los niveles son claramente diferenciables, con unos entornos únicos y algunas características que rompen en mayor o menor medida con la dinámica habitual ofreciendo alguna variación Algunos ascensos y descensos, obstáculos o imprevistos garantizan niveles en los que nunca tienes la sensación de repetir lo mismo una y otra vez. Todo ello medido además de manera milimétrica, lo que repercute enormemente en su grado de exigencia. El único elemento que quizás pueda puntualizarse son los enemigos finales, pues algunos resultan más notables que otros. Independientemente a esto, el apartado sonoro es igualmente sobresaliente, con unas composiciones que encajan a la perfección y resultan totalmente memorables.

Si algo puede decirse por lo tanto de Super Hydorah es que más allá de rendir tributo cuenta con una fuerte identidad propia. El amor a lo retro y el género se respira en cada píxel, haciéndose palpable para propios y ajenos.

We can be heroes

Llegados a este punto cualquier amante del género sabe perfectamente que no puede perderse Super Hydorah, manteniendo dudas el resto. Su apariencia desafiante quizás te eche atrás y, nada más lejos de la realidad, los menos ávidos pueden exasperarse. Igualmente, con un poco de paciencia y práctica es posible disfrutarlo y completarlo en su modo novato. Es difícil, pero también resulta gratificante. El hasta que punto puedes estar dispuesto a repetir la partida varias veces es algo que debes sopesar. En nuestro caso, sin lugar a dudas compensa.

Resumen
Homenajeado y homenajeador se funden en Super Hydorah, un tributo a los matamarcianos con identidad propia. Arduo y asequible, enervante y reconfortante.
8
Notable
Escrito por
Player, amiibo de mis amiibo y miembro 1999 del club de fans de John Boy.

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